Las inundaciones en Costa Rica obligan a 1.400 personas a refugiarse en albergues
Mar, 10/02/2009
Un total de 1.400 costarricenses ha debido buscar refugios en albergues en la provincia caribeña de Limón a causa de las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias en diversos puntos de ese departamento, informó hoy la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Esta institución explicó en un comunicado que los albergados se encuentran distribuidos en 20 refugios de Limón, la mayoría de ellos ubicados en la costa sur del Caribe, cerca de la frontera con Panamá.
La CNE está enviando alimentos y suministros a las poblaciones que se han quedado aisladas a causa del crecimiento del caudal de los ríos Sarapiquí, Parismina, Reventazón, Chirripó, Barbilla, Banano y Bananito y Sixaola, situados en la vertiente del Atlántico.
Aunque las lluvias han disminuido, gran parte de la zona del Caribe sigue en estado de alerta roja o máxima pues la tierra se mantienen saturada.
Las condiciones meteorológicas están retornado a la normalidad y las aguas empiezan a bajar, por lo que desde la CNE se están realizando las primeras evaluaciones de los daños materiales.
Hasta ahora, se han reportado daños serios en las carreteras que comunican algunas comunidades indígenas y se han encontrado desperfectos en el acueducto de Sixaola y en un dique.
Las precipitaciones que azotaron la semana pasada Costa Rica fueron fruto de un frente frío que entró en el país por la costa atlántica, provocando inundaciones en diferentes poblaciones del sur.
Esta institución explicó en un comunicado que los albergados se encuentran distribuidos en 20 refugios de Limón, la mayoría de ellos ubicados en la costa sur del Caribe, cerca de la frontera con Panamá.
La CNE está enviando alimentos y suministros a las poblaciones que se han quedado aisladas a causa del crecimiento del caudal de los ríos Sarapiquí, Parismina, Reventazón, Chirripó, Barbilla, Banano y Bananito y Sixaola, situados en la vertiente del Atlántico.
Aunque las lluvias han disminuido, gran parte de la zona del Caribe sigue en estado de alerta roja o máxima pues la tierra se mantienen saturada.
Las condiciones meteorológicas están retornado a la normalidad y las aguas empiezan a bajar, por lo que desde la CNE se están realizando las primeras evaluaciones de los daños materiales.
Hasta ahora, se han reportado daños serios en las carreteras que comunican algunas comunidades indígenas y se han encontrado desperfectos en el acueducto de Sixaola y en un dique.
Las precipitaciones que azotaron la semana pasada Costa Rica fueron fruto de un frente frío que entró en el país por la costa atlántica, provocando inundaciones en diferentes poblaciones del sur.