Casi el 90% de los glaciares de los Pirineos ha desaparecido a largo del último siglo
Lun, 23/02/2009
A comienzos del siglo XX, los glaciares de la cadena pirenaica ocupaban una superficie de 3.300 hectáreas, pero cien años después, la extensión se había reducido hasta las 390 hectáreas, es decir, un 88%.
Según el libro Datos sobre la nieve y los glaciares en las cordilleras españolas , editado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, aproximadamente el 58% de la superficie glaciar de los Pirineos, unas 206 hectáreas, están en la vertiente española y son los glaciares más meridionales de Europa. La primera medición de los glaciares españoles la efectuó, entre 1880 y 1894, el geógrafo francés F. Schrader, cuyos estudios concluyeron que estas extensiones de hielo ocupaban una superficie de 1.779 hectáreas. Cien años después de las primeras mediciones de Schrader, en torno a 1980, los glaciares y heleros del Pirineo español ocupaban sólo unas 600 hectáreas, que en 1993 se habían reducido hasta 470 y en 2002 a 280, el 84,2% menos en sólo 108 años. Las zonas del Pirineo central español en las que aún quedan glaciares activos pertenecen, de oeste a este, a las cuencas hidrográficas de los ríos Gállego, Cinca, Ésera-Garona y Noguera Ribagorzana. Las alturas máximas de los conjuntos montañosos, en concreto de los seis macizos que alojan estos glaciares, superan los 3.000 metros, aunque sus diferentes formas, emplazamientos y orientaciones dan lugar a una distribución irregular del área. La mayoría del hielo glaciar español está en el macizo Aneto-Maladeta, que concentra el 56% de masa glaciar (116 hectáreas); el 40% restante se reparte entre los macizos de Monte Perdido (38 hectáreas), Posets (25 hectáreas) y Picos del Infiero (20 hectáreas). El resto de los glaciares están distribuidos en pequeñas extensiones, como en los macizos de Viñemal (Huesca) y Besiberri (Lleida), que apenas reúnen el 3% del total. retroceso generalizado La regresión glaciar actual tanto del Pirineo como del resto del mundo parece ser consecuencia del progresivo calentamiento global y del cambio en el régimen de las precipitaciones, puntualiza el libro, que fue publicado conforme a un informe del Programa de Estudios y Recursos Hídricos Procedentes de la Innivación (Erhin). Y lo peor es que parece evidente que, si no cambia esta tendencia, "este siglo que ahora comienza puede ver (quizás dentro de algunas décadas) la total o casi total extinción de las últimas reservas de hielo del Pirineo español y, por tanto, una importante modificación del actual paisaje de alta montaña", concluye el libro. >agencias
El dato l Desaparición total. Una investigación española hecha el pasado mes de septiembre advirtió de que, si la tendencia actual no cambia, los glaciares pirenaicos podrían desaparecer antes de 2050 por un aumento progresivo de la temperatura.
Según el libro Datos sobre la nieve y los glaciares en las cordilleras españolas , editado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, aproximadamente el 58% de la superficie glaciar de los Pirineos, unas 206 hectáreas, están en la vertiente española y son los glaciares más meridionales de Europa. La primera medición de los glaciares españoles la efectuó, entre 1880 y 1894, el geógrafo francés F. Schrader, cuyos estudios concluyeron que estas extensiones de hielo ocupaban una superficie de 1.779 hectáreas. Cien años después de las primeras mediciones de Schrader, en torno a 1980, los glaciares y heleros del Pirineo español ocupaban sólo unas 600 hectáreas, que en 1993 se habían reducido hasta 470 y en 2002 a 280, el 84,2% menos en sólo 108 años. Las zonas del Pirineo central español en las que aún quedan glaciares activos pertenecen, de oeste a este, a las cuencas hidrográficas de los ríos Gállego, Cinca, Ésera-Garona y Noguera Ribagorzana. Las alturas máximas de los conjuntos montañosos, en concreto de los seis macizos que alojan estos glaciares, superan los 3.000 metros, aunque sus diferentes formas, emplazamientos y orientaciones dan lugar a una distribución irregular del área. La mayoría del hielo glaciar español está en el macizo Aneto-Maladeta, que concentra el 56% de masa glaciar (116 hectáreas); el 40% restante se reparte entre los macizos de Monte Perdido (38 hectáreas), Posets (25 hectáreas) y Picos del Infiero (20 hectáreas). El resto de los glaciares están distribuidos en pequeñas extensiones, como en los macizos de Viñemal (Huesca) y Besiberri (Lleida), que apenas reúnen el 3% del total. retroceso generalizado La regresión glaciar actual tanto del Pirineo como del resto del mundo parece ser consecuencia del progresivo calentamiento global y del cambio en el régimen de las precipitaciones, puntualiza el libro, que fue publicado conforme a un informe del Programa de Estudios y Recursos Hídricos Procedentes de la Innivación (Erhin). Y lo peor es que parece evidente que, si no cambia esta tendencia, "este siglo que ahora comienza puede ver (quizás dentro de algunas décadas) la total o casi total extinción de las últimas reservas de hielo del Pirineo español y, por tanto, una importante modificación del actual paisaje de alta montaña", concluye el libro. >agencias
El dato l Desaparición total. Una investigación española hecha el pasado mes de septiembre advirtió de que, si la tendencia actual no cambia, los glaciares pirenaicos podrían desaparecer antes de 2050 por un aumento progresivo de la temperatura.