Las náyades eran ninfas que residían en los ríos y en las fuentes
Mar, 24/02/2009
Científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubren una nueva "ninfa de río" de hace 130 millones de años
Graciela Delvene, paleontóloga del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), y Rafael Araujo, biólogo del CSIC, han realizado un estudio conjunto sobre las náyades del Cretácico inferior en España.
La revisión de estos grandes bivalvos de río y estuarios, que en la actualidad presentan una tasa de extinción mayor que la de todos los vertebrados juntos, ha dado lugar a la identificación de una nueva especie (Protoanodonta conchae) de hace 130 millones de años en la Cuenca Vasco-Cantábrica (Cantabria) y a la descripción de otras dos especies en la Cuenca de Cameros (La Rioja): Margaritifera idubedae de carácter endémico y Margaritifera valdensis, especie muy abundante el sur de Inglaterra para este mismo periodo.
El ejemplar de Protoanodonta conchae, de más de 12 cm de longitud, fue encontrado en Vega de Pas (Cantabria).
Delvene explica que "los sedimentos continentales del Cretácico Inferior de España ofrecen una gran cantidad de fósiles de estos grandes moluscos y, algunos de ellos, tienen gran interés ya que pertenecen al género Margaritifera, género que ha llegado hasta la actualidad y en el que se incluyen algunas especies en peligro de extinción como la Margaritifera auricularia".
En la mitología griega las náyades eran ninfas que residían en los ríos y en las fuentes. Araujo señala que "una náyade del tamaño de una Margaritifera (entre 14 y 17 centímetros) filtra hasta 50 litros diarios de agua.
Y si tenemos en cuenta que estas especies han vivido en colonias de hasta 700 ejemplares por metro cuadrado, en un tramo de río de esta extensión filtrarían unos 35.000 litros de agua al día"
Hoy en día, estas "ninfas" son uno de los grupos de animales más amenazados del planeta. Actualmente, en España sólo quedan 10 especies de náyades y su peligro de extinción es alarmante. Seguramente, en las aguas dulces del Cretácico las náyades formaban grandes poblaciones. El yacimiento de Cantabria muestra ejemplares adultos y jóvenes de Protoanodonta conchae, que junto con otros moluscos de agua dulce, como los gasterópodos del género Viviparus, son indicadores de un ecosistema de agua dulce.
Graciela Delvene, paleontóloga del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), y Rafael Araujo, biólogo del CSIC, han realizado un estudio conjunto sobre las náyades del Cretácico inferior en España.
La revisión de estos grandes bivalvos de río y estuarios, que en la actualidad presentan una tasa de extinción mayor que la de todos los vertebrados juntos, ha dado lugar a la identificación de una nueva especie (Protoanodonta conchae) de hace 130 millones de años en la Cuenca Vasco-Cantábrica (Cantabria) y a la descripción de otras dos especies en la Cuenca de Cameros (La Rioja): Margaritifera idubedae de carácter endémico y Margaritifera valdensis, especie muy abundante el sur de Inglaterra para este mismo periodo.
El ejemplar de Protoanodonta conchae, de más de 12 cm de longitud, fue encontrado en Vega de Pas (Cantabria).
Delvene explica que "los sedimentos continentales del Cretácico Inferior de España ofrecen una gran cantidad de fósiles de estos grandes moluscos y, algunos de ellos, tienen gran interés ya que pertenecen al género Margaritifera, género que ha llegado hasta la actualidad y en el que se incluyen algunas especies en peligro de extinción como la Margaritifera auricularia".
En la mitología griega las náyades eran ninfas que residían en los ríos y en las fuentes. Araujo señala que "una náyade del tamaño de una Margaritifera (entre 14 y 17 centímetros) filtra hasta 50 litros diarios de agua.
Y si tenemos en cuenta que estas especies han vivido en colonias de hasta 700 ejemplares por metro cuadrado, en un tramo de río de esta extensión filtrarían unos 35.000 litros de agua al día"
Hoy en día, estas "ninfas" son uno de los grupos de animales más amenazados del planeta. Actualmente, en España sólo quedan 10 especies de náyades y su peligro de extinción es alarmante. Seguramente, en las aguas dulces del Cretácico las náyades formaban grandes poblaciones. El yacimiento de Cantabria muestra ejemplares adultos y jóvenes de Protoanodonta conchae, que junto con otros moluscos de agua dulce, como los gasterópodos del género Viviparus, son indicadores de un ecosistema de agua dulce.