Dos presas peligrosas de Fenosa carecen de planes de emergencia
Mar, 07/04/2009
Dos presas de máxima peligrosidad instaladas por Fenosa en la provincia de Ourense carecen de planes de emergencia, pese a que su construcción data de hace más de 30 años. Se trata del embalse de Edrada-Mao, situado en Parada do Sil, con una altura de 37 metros y capacidad para 140.000 metros cúbicos, y el de Vil. La propia empresa los califica "de máxima peligrosidad" y el Gobierno central reconoce, en respuesta a una pregunta del senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza, que las dos ocupan el primer puesto en riesgo potencial por posible rotura o mal funcionamiento.
Según la clasificación de Fenosa, que les concede la categoría A, su funcionamiento incorrecto podría "afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales" e incluso "producir daños materiales o medioambientales muy importantes". El senador nacionalista destaca que, según las estadísticas, el 2% de los grandes embalses gallegos, los de más de 15 metros de altura, "fallan de forma catastrófica", y más del 4% "tienen problemas".
La situación irregular de ambas presas se mantiene pese a que, en junio de 2007, el BNG presentó una iniciativa denunciando que nueve embalses gallegos, entre ellos estos dos, incumplían la normativa, aunque el Ejecutivo central había comprometido una inversión de 544 millones de euros hasta 2010 para garantizar la adecuación de esos embalses a las normas de seguridad.
A finales de año de 2008, las dos presas orensanas son las únicas de entre las que están obligadas a hacerlo que no han presentado todavía los planes de emergencia. En una nueva contestación al senador, el Gobierno destaca ahora que "el titular de la presa es responsable de formular la propuesta de clasificación y de presentar, si procede, el plan de emergencia y las normas de explotación y de implantación" de ese plan. El Ejecutivo descarta medidas excepcionales y de sanción.
Según la clasificación de Fenosa, que les concede la categoría A, su funcionamiento incorrecto podría "afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales" e incluso "producir daños materiales o medioambientales muy importantes". El senador nacionalista destaca que, según las estadísticas, el 2% de los grandes embalses gallegos, los de más de 15 metros de altura, "fallan de forma catastrófica", y más del 4% "tienen problemas".
La situación irregular de ambas presas se mantiene pese a que, en junio de 2007, el BNG presentó una iniciativa denunciando que nueve embalses gallegos, entre ellos estos dos, incumplían la normativa, aunque el Ejecutivo central había comprometido una inversión de 544 millones de euros hasta 2010 para garantizar la adecuación de esos embalses a las normas de seguridad.
A finales de año de 2008, las dos presas orensanas son las únicas de entre las que están obligadas a hacerlo que no han presentado todavía los planes de emergencia. En una nueva contestación al senador, el Gobierno destaca ahora que "el titular de la presa es responsable de formular la propuesta de clasificación y de presentar, si procede, el plan de emergencia y las normas de explotación y de implantación" de ese plan. El Ejecutivo descarta medidas excepcionales y de sanción.