Mil voluntarios del Proyecto Ríos inician la campaña de primavera 2009
Mié, 15/04/2009
Mil voluntarios del Proyecto Ríos inician la campaña de inspección de primavera 2009, organizados en doscientos grupos, sobre 220 tramos de ríos, que equivale a 110 kilómetros de muestreo. Esta iniciativa, que la Consejería de Medio Ambiente realiza a través del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), ha aumentado en un 100 por cien el número de participantes con respecto al año pasado.
Según información de la Consejería de Medio Ambiente recogida por Europa Press, en esta edición se suman setenta voluntarios a título individual y entidades como ASDENUT, SEO-Cantabria, SERCA, Asociación Sociocultural de mujeres Cildá, AMPA Eloy Villanueva y el CEPA de Los Corrales de Buelna. Hay que recordar que, en la primavera de 2008, participaron 599 voluntarios en 107 grupos, que trabajaron en 120 tramos de río.
Los más de doscientos tramos de río que serán inspeccionados por los voluntarios se sitúan por toda la región, desde las cuencas cantábricas a las del Ebro y Duero. De cara a la primavera 2009, se ha producido un incremento de los tramos en todas las cuencas, destacando las del Deva, que suma 26 tramos, y la del Nansa, que pasa de tres tramos a once.
Las disposición de los tramos en las diferentes cuencas, elegido por el propio grupo de voluntarios, se distribuye en los cauces de los principales ríos y en sus afluentes. Concretamente, la cuenca del Agüera tiene dos tramos; Asón, 15; Besaya, 20; Camesa, 30; Campiazo, dos; Costa Este, dos; Costa Oeste, nueve; Deva, 25; Ebro, 14; Miera, 18; Nansa, 11; Pas, 17; Pisueña, 10, y Saja, 24 tramos.
INSPECCIÓN Y ADOPCIÓN DE RÍOS
La inspección de ríos consiste en la recogida de datos e información por los voluntarios, una vez realizada la formación, con los materiales aportados por el CIMA.
De esta manera, se obtienen datos sobre la calidad del agua, del bosque de ribera, físico-química, usos de la ribera, estado de los márgenes o biodiversidad presentes. Esta información contribuye a orientar o complementar otros diagnósticos efectuados por las administraciones competentes.
Realizado el muestreo de las campañas de primavera y otoño, los datos son tratados por el CIMA y sintetizados en un documento, el 'Informe anual del Proyecto Ríos', que tiene la finalidad de que la sociedad conozca el estado de los tramos de los ecosistemas fluviales inspeccionados.
Entre los próximos objetivos del Proyecto Ríos, además de aumentar las inspecciones, está el de iniciar la adopción de ríos, lo que supone un compromiso más intenso del grupo de voluntarios con su respectivos tramos. Así, se abordará la resolución de la problemática fluvial desde los principios de la custodia del territorio, la mediación y la participación entre todos los agentes con la intención de disponer de unos ríos más sanos.
El Proyecto Ríos contempla los objetivos de acercar a la población al entorno natural, para que conozca el estado de salud de los ríos cántabros, elaborar un informe sobre los ecosistemas fluviales y darlo a conocer a la sociedad; establecer una red ciudadana interesada en el estudio, protección y conservación de los ríos, trabajar para mejorar la calidad de los mismos, adoptar responsabilidades respecto a los ecosistemas fluviales, en particular, y al medio ambiente, en general, y estimular y potenciar el voluntariado ambiental.
Según información de la Consejería de Medio Ambiente recogida por Europa Press, en esta edición se suman setenta voluntarios a título individual y entidades como ASDENUT, SEO-Cantabria, SERCA, Asociación Sociocultural de mujeres Cildá, AMPA Eloy Villanueva y el CEPA de Los Corrales de Buelna. Hay que recordar que, en la primavera de 2008, participaron 599 voluntarios en 107 grupos, que trabajaron en 120 tramos de río.
Los más de doscientos tramos de río que serán inspeccionados por los voluntarios se sitúan por toda la región, desde las cuencas cantábricas a las del Ebro y Duero. De cara a la primavera 2009, se ha producido un incremento de los tramos en todas las cuencas, destacando las del Deva, que suma 26 tramos, y la del Nansa, que pasa de tres tramos a once.
Las disposición de los tramos en las diferentes cuencas, elegido por el propio grupo de voluntarios, se distribuye en los cauces de los principales ríos y en sus afluentes. Concretamente, la cuenca del Agüera tiene dos tramos; Asón, 15; Besaya, 20; Camesa, 30; Campiazo, dos; Costa Este, dos; Costa Oeste, nueve; Deva, 25; Ebro, 14; Miera, 18; Nansa, 11; Pas, 17; Pisueña, 10, y Saja, 24 tramos.
INSPECCIÓN Y ADOPCIÓN DE RÍOS
La inspección de ríos consiste en la recogida de datos e información por los voluntarios, una vez realizada la formación, con los materiales aportados por el CIMA.
De esta manera, se obtienen datos sobre la calidad del agua, del bosque de ribera, físico-química, usos de la ribera, estado de los márgenes o biodiversidad presentes. Esta información contribuye a orientar o complementar otros diagnósticos efectuados por las administraciones competentes.
Realizado el muestreo de las campañas de primavera y otoño, los datos son tratados por el CIMA y sintetizados en un documento, el 'Informe anual del Proyecto Ríos', que tiene la finalidad de que la sociedad conozca el estado de los tramos de los ecosistemas fluviales inspeccionados.
Entre los próximos objetivos del Proyecto Ríos, además de aumentar las inspecciones, está el de iniciar la adopción de ríos, lo que supone un compromiso más intenso del grupo de voluntarios con su respectivos tramos. Así, se abordará la resolución de la problemática fluvial desde los principios de la custodia del territorio, la mediación y la participación entre todos los agentes con la intención de disponer de unos ríos más sanos.
El Proyecto Ríos contempla los objetivos de acercar a la población al entorno natural, para que conozca el estado de salud de los ríos cántabros, elaborar un informe sobre los ecosistemas fluviales y darlo a conocer a la sociedad; establecer una red ciudadana interesada en el estudio, protección y conservación de los ríos, trabajar para mejorar la calidad de los mismos, adoptar responsabilidades respecto a los ecosistemas fluviales, en particular, y al medio ambiente, en general, y estimular y potenciar el voluntariado ambiental.