Una nueva desalinizadora permitirá trasvasar agua del Ebro a Barcelona
Lun, 04/05/2009
La Agència Catalana de l'Aigua, entidad dependiente de la Generalitat, ya ha concluido la redacción del proyecto para la construcción de la desalinizadora del Cunit (Tarragona). Una vez que esté concluida (a partir del 2011), el trasvase del Ebro a Barcelona será posible. Fuentes de la Agència Catalana del Agua (ACA) explicaron a Las Provincias que el proyecto de la desalinizadora está ya redactado y podría salir a exposición pública entre mayo y junio. Según este calendario, las obras comenzarán el año próximo.
La nueva desalinizadora supondrá de hecho, que no de derecho, la interconexión de la cuenca del río Ebro con el sistema Ter-Llobregat, que abastece Barcelona y su área metropolitana. Si en el futuro vuelve a peligrar el abastecimiento de Barcelona, tal y como sucedió en primavera del 2008, la Generalitat catalana tendrá a su disposición la infraestructura que le permitirá recurrir al agua del Ebro y sin la polémica que envolvió el proyecto hace un año.
La propuesta del Departamento de Medio Ambiente del Ejecutivo catalán prevé que la desalinizadora aporte su producción de agua a la red del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) durante los meses de verano.
Hay que tener en cuenta que el CAT gestiona el minitrasvase del Ebro, construido en los años 80 para abastecer la zona de Tarragona. Anualmente los regantes de la margen derecha del río venden al Consorcio de Aguas de Tarragona 120 hectómetros cúbicos, de los que sólo utilizan 80. La toma de agua en el Ebro se encuentra en Campredó, cerca de Tortosa. El Consorcio compra a los regantes parte del agua que les corresponde por concesión. Desde allí se encauza hasta la planta de tratamiento de Ampolla.
La Agència Catalana también tiene previsto que la desalinizadora de Cunit suministre agua al extremo sur de la red de Aguas Ter-Llobregat (el sistema que permite abastecer la ciudad de Barcelona) durante el resto del año.
Desde el PP de la Región de Murcia, su vicesecretario de Organización, Pedro Antonio Sánchez, abogó por «un cambio en España que traiga un presidente con una visión del Estado y que no permita estos dislates y enfrentamientos territoriales. El agua es un recurso que debe garantizarse a todos los españoles sean de la comunidad que sean». «Desde el PP -añadió Sánchez- defendemos los trasvases como una solución definitiva para acabar con los problemas del agua».
La nueva desalinizadora supondrá de hecho, que no de derecho, la interconexión de la cuenca del río Ebro con el sistema Ter-Llobregat, que abastece Barcelona y su área metropolitana. Si en el futuro vuelve a peligrar el abastecimiento de Barcelona, tal y como sucedió en primavera del 2008, la Generalitat catalana tendrá a su disposición la infraestructura que le permitirá recurrir al agua del Ebro y sin la polémica que envolvió el proyecto hace un año.
La propuesta del Departamento de Medio Ambiente del Ejecutivo catalán prevé que la desalinizadora aporte su producción de agua a la red del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) durante los meses de verano.
Hay que tener en cuenta que el CAT gestiona el minitrasvase del Ebro, construido en los años 80 para abastecer la zona de Tarragona. Anualmente los regantes de la margen derecha del río venden al Consorcio de Aguas de Tarragona 120 hectómetros cúbicos, de los que sólo utilizan 80. La toma de agua en el Ebro se encuentra en Campredó, cerca de Tortosa. El Consorcio compra a los regantes parte del agua que les corresponde por concesión. Desde allí se encauza hasta la planta de tratamiento de Ampolla.
La Agència Catalana también tiene previsto que la desalinizadora de Cunit suministre agua al extremo sur de la red de Aguas Ter-Llobregat (el sistema que permite abastecer la ciudad de Barcelona) durante el resto del año.
Desde el PP de la Región de Murcia, su vicesecretario de Organización, Pedro Antonio Sánchez, abogó por «un cambio en España que traiga un presidente con una visión del Estado y que no permita estos dislates y enfrentamientos territoriales. El agua es un recurso que debe garantizarse a todos los españoles sean de la comunidad que sean». «Desde el PP -añadió Sánchez- defendemos los trasvases como una solución definitiva para acabar con los problemas del agua».