Avalancha de sanciones por tomas ilegales de agua en el Guadalquivir
Sáb, 09/05/2009
El quinto año de sequía puso en jaque al Guadalquivir en 2008 y los recortes en las concesiones de agua dispararon las extracciones ilegales en la cuenca. La actuación sancionadora de la Confederación Hidrográfica batió todos los récords: la CHG abrió dos expedientes diarios por este motivo.
Las sanciones por pozos ilegales para obtener agua eran hasta hace pocos años actuaciones más o menos puntuales. En 2008, sin embargo, representaron uno de cada cuatro expedientes abiertos por la Confederación. La sequía comenzó a disparar este fenómeno en 2006 y desde entonces ha sufrido una escalada que parece no tocar techo año tras año: ése año la CHG puso 159 sanciones, frente a las 800 del año pasado: un apabullante aumento del 403,14%. El incremento interanual ha sido del 31,8%.
Aunque, según el balance del año de la Confederación, la mayoría de las sanciones continúan siendo leves (83%) o poco graves (16%), en 2008 hubo diez graves (1,25%) y seis muy graves (0,75%), el doble que el año anterior. Los sancionados con estas infracciones se enfrentan ahora a multas de hasta 600.000 euros.
Desde 2007 la Confederación no concede ni nuevas concesiones de agua en la cuenca ni nuevos permisos para abrir pozos porque los recursos subterráneos están bajo mínimos. En cuanto a los superficiales, a pesar de las lluvias del invierno, la situación continúa siendo de prealerta. “Tenemos garantía de agua para menos de tres años”, aseguró el 24 de marzo el presidente de la CHG, Pedro Rodríguez Cantero.
La evolución más preocupante en los últimos tres años en cuanto a pozos ilegales se ha producido en Córdoba. En 2006, la CHG puso apenas tres sanciones en la provincia (un 1,89% del total andaluz), mientras que en 2008 los expedientes ascendieron a 150 (un 18,75% del total autonómico).
La provincia con más sanciones fue, al igual que en años anteriores, Sevilla (244), seguida de Granada (167) y Jaén (158). De este modo, casi una de cada tres sanciones de la CHG se produce en la provincia de Sevilla.
Las previsiones apuntan a que la situación de sequía que ha provocado este incremento de sanciones llegue a su fin este año. Aun así, la Agencia Andaluza del Agua mantiene el cerrojazo tanto a la concesión de aguas como a la autorización de nuevos pozos.
Sin embargo, el hecho de que en los embalses de regulación general estén al 50,9% de su capacidad (frente al 32,7% de hace un año) y que en ellos haya almacenado casi 2.500 hectómetros cúbicos (un 35,81% más) va a permitir al campo andaluz tener una dotación normal para riego (1.200 hectómetros), y esto puede ser clave para frenar la escalada de sanciones por extracciones ilegales de agua los próximos años.
A pesar de este panorama, los cinco años consecutivos de sequía (una de las más prolongadas, si no la que más, del último siglo en Andalucía) ha dejado los acuíferos bajo mínimos. La mitad de los acuíferos del Guadalquivir están sobreexplotados, y cinco de éstos, además, en situación límite, según estudios de la Confederación. Junto a esto, de las 52 masas de agua subterránea, hay siete en riesgo y otras 15 están sometidas a una presión hídrica que sobrepasa los límites de seguridad. Sólo 25 acuíferos de la principal cuenca andaluza están en un estado óptimo. Sólo si llueve el próximo invierno, estos acuíferos podrán recuperarse.
Las sanciones por pozos ilegales para obtener agua eran hasta hace pocos años actuaciones más o menos puntuales. En 2008, sin embargo, representaron uno de cada cuatro expedientes abiertos por la Confederación. La sequía comenzó a disparar este fenómeno en 2006 y desde entonces ha sufrido una escalada que parece no tocar techo año tras año: ése año la CHG puso 159 sanciones, frente a las 800 del año pasado: un apabullante aumento del 403,14%. El incremento interanual ha sido del 31,8%.
Aunque, según el balance del año de la Confederación, la mayoría de las sanciones continúan siendo leves (83%) o poco graves (16%), en 2008 hubo diez graves (1,25%) y seis muy graves (0,75%), el doble que el año anterior. Los sancionados con estas infracciones se enfrentan ahora a multas de hasta 600.000 euros.
Desde 2007 la Confederación no concede ni nuevas concesiones de agua en la cuenca ni nuevos permisos para abrir pozos porque los recursos subterráneos están bajo mínimos. En cuanto a los superficiales, a pesar de las lluvias del invierno, la situación continúa siendo de prealerta. “Tenemos garantía de agua para menos de tres años”, aseguró el 24 de marzo el presidente de la CHG, Pedro Rodríguez Cantero.
La evolución más preocupante en los últimos tres años en cuanto a pozos ilegales se ha producido en Córdoba. En 2006, la CHG puso apenas tres sanciones en la provincia (un 1,89% del total andaluz), mientras que en 2008 los expedientes ascendieron a 150 (un 18,75% del total autonómico).
La provincia con más sanciones fue, al igual que en años anteriores, Sevilla (244), seguida de Granada (167) y Jaén (158). De este modo, casi una de cada tres sanciones de la CHG se produce en la provincia de Sevilla.
Las previsiones apuntan a que la situación de sequía que ha provocado este incremento de sanciones llegue a su fin este año. Aun así, la Agencia Andaluza del Agua mantiene el cerrojazo tanto a la concesión de aguas como a la autorización de nuevos pozos.
Sin embargo, el hecho de que en los embalses de regulación general estén al 50,9% de su capacidad (frente al 32,7% de hace un año) y que en ellos haya almacenado casi 2.500 hectómetros cúbicos (un 35,81% más) va a permitir al campo andaluz tener una dotación normal para riego (1.200 hectómetros), y esto puede ser clave para frenar la escalada de sanciones por extracciones ilegales de agua los próximos años.
A pesar de este panorama, los cinco años consecutivos de sequía (una de las más prolongadas, si no la que más, del último siglo en Andalucía) ha dejado los acuíferos bajo mínimos. La mitad de los acuíferos del Guadalquivir están sobreexplotados, y cinco de éstos, además, en situación límite, según estudios de la Confederación. Junto a esto, de las 52 masas de agua subterránea, hay siete en riesgo y otras 15 están sometidas a una presión hídrica que sobrepasa los límites de seguridad. Sólo 25 acuíferos de la principal cuenca andaluza están en un estado óptimo. Sólo si llueve el próximo invierno, estos acuíferos podrán recuperarse.