La Confederación del Ebro suelta millones de litros en la presa de Flix para evitar algas
Mar, 19/05/2009
La Confederación Hidrográfica del Ebro autorizó para ayer el desagüe del embalse de Flix (Tarragona), en el curso bajo del Ebro, en el marco del protocolo que se realiza desde 2004 para evitar la proliferación de algas en este tramo del río, y que supuso la liberación controlada de agua almacenada en Flix durante 14 horas ininterrumpidas.
El proceso de liberación de agua empezó a las 9 horas de ayer y terminó a las 23 con un caudal máximo en el Ebro de 1.350 metros cúbicos por segundo.
"Este desembalse cumple el protocolo fijado con Endesa para intentar frenar el fuerte desarrollo de la vegetación, fundamentalmente algas (macrófitos), en el río Ebro en su tramo inferior", indicó el comunicado.
Este desembalse se desarrolla dos veces al año de forma controlada, en otoño y en primavera, y según subrayaron fuentes de la Confederación no debe provocar ninguna afectación a las localidades situadas aguas abajo, tampoco en relación a la calidad del agua.
La crecida será visible sobre todo en el meandro de Flix, Ascó y Vinibre, según el comunicado, y sus efectos se verán disminuidos a partir de Mora d'Ebre por un proceso de "laminación natural".
Problemas
La proliferación de algas en el tramo bajo del Ebro afecta a las mediciones de caudales de las estaciones de aforos que la Confederación tiene en Ascó y Tortosa, ya que la vegetación modifica la velocidad del agua e incluso su altura, por lo que dos veces al año se intenta frenar su proliferación mediante la crecida controlada de las aguas.
El proceso de liberación de agua empezó a las 9 horas de ayer y terminó a las 23 con un caudal máximo en el Ebro de 1.350 metros cúbicos por segundo.
"Este desembalse cumple el protocolo fijado con Endesa para intentar frenar el fuerte desarrollo de la vegetación, fundamentalmente algas (macrófitos), en el río Ebro en su tramo inferior", indicó el comunicado.
Este desembalse se desarrolla dos veces al año de forma controlada, en otoño y en primavera, y según subrayaron fuentes de la Confederación no debe provocar ninguna afectación a las localidades situadas aguas abajo, tampoco en relación a la calidad del agua.
La crecida será visible sobre todo en el meandro de Flix, Ascó y Vinibre, según el comunicado, y sus efectos se verán disminuidos a partir de Mora d'Ebre por un proceso de "laminación natural".
Problemas
La proliferación de algas en el tramo bajo del Ebro afecta a las mediciones de caudales de las estaciones de aforos que la Confederación tiene en Ascó y Tortosa, ya que la vegetación modifica la velocidad del agua e incluso su altura, por lo que dos veces al año se intenta frenar su proliferación mediante la crecida controlada de las aguas.