Mondariz estrena el sendero fluvial más largo de la provincia
Jue, 28/05/2009
Verde de telón de fondo y las aguas del Tea por banda sonora. El sendero fluvial de Mondariz tiene el éxito asegurado entre los amantes del caminar y los que necesiten desconectar del mundo. Contar con paciencia para realizar toda la ruta puede convertirse en un reto personal. Si lo hace, que sepa que los 25 kilómetros de esfuerzo tienen como mérito el haber recorrido el sendero fluvial más largo de la provincia de Pontevedra. Con este objetivo trabajaron en los últimos años desde la Consellería de Medio Ambiente y el Concello, ambos se encargaron de hacer frente a la financiación que requerían los trabajos. En una primera fase se partió de la playa fluvial de O Val pasando por el puente de Cernadela. En la segunda, el obradoiro de emprego municipal consiguió darle un gran impulso y sumar otros 12 kilómetros. La tercera, que se acaba de finalizar recientemente, alargó el sendero hasta la frontera con el municipio de Covelo. El resultado final es una radiografía más que completa del río Tea a su paso por el concello de Mondariz. Incluso existe una pequeña ruta que discurre por el interior del municipio para los que quieran centrase en el patrimonio etnográfico o echar un vistazo desde el mirador del Coto do Lobo. Las expectativas del Concello no se acaban aquí. Además del río Tea se ha optado por incluir el Aboal, en cuyo entorno existe una carballeira centenaria muy popular en el municipio. El siguiente paso será que el recorrido pueda ofrecer también una imagen del río Xabriña, para que todos los cauces que atraviesan el municipio queden conectados. «La iniciativa ha tenido mucho éxito, a última hora de la tarde y los fines de semana te puedes encontrar gente de todas partes haciendo el recorrido, no solo vecinos de Mondariz», apunta el alcalde popular, Julio Alén. El otro efecto positivo ha sido el escaso coste de ponerlo en marcha. Limpiar accesos, poner indicadores y poco más. Curiosidades Las cuentas solo suben si se suman los planes de restauración de algunos puntos de importancia de la zona, como el puente romano medieval de Cernadela. La Consellería de Patrimonio realizó allí un importante esfuerzo con el objetivo de conservar la estructura. No es el único elemento llamativo que existe sobre el río. A lo largo del sendero pueden verse puentes curiosos que se inundan en cuanto hay crecidas, estructuras de madera y otras sorpresas en las que se ha evitado el hormigón y el asfalto para respetar el ámbito. Aunque sin duda uno de los elementos que más llama la atención son los pasos de Tatín. Estos grandes bloques eran utilizadas como pasos desde tiempos ancestrales y a día de hoy suponen un atractivo del recorrido. Si la suerte acompaña, y mucho, incluso se pueden ver desde la zona alguna especie animal como la nutria o los muchos peces, anfibios y aves que se explican en el material informativo que reparte el gobierno local a los visitantes.