Los ecologistas piden la paralización urgente de la central de Santo Estevo
Mar, 14/07/2009
Diversos colectivos ecologistas integrados en la Plataforma pola Defensa da Ribeira Sacra, entre los que se encuentra Adega, solicitan la "paralización urgente" de las obras de la central Santo Estevo II, así como un nuevo estudio de impacto que contemple "las graves afecciones ambientales y turísticas del proyecto".
Los ecologistas denuncian la situación en la que se encuentra el río Sil debido a la ejecución del proyecto para la ampliación de la central de Iberdrola en Santo Estevo, la única de las cinco actuaciones previstas para la Ribeira Sacra que, por el momento, ha sido licitada. "La administración gallega y estatal están a tiempo de parar los demás y de declararlos incompatibles con la conservación de los recursos naturales", demandan.
También señalan que el espacio del río, perteneciente a la zona protegida Red Natura y marca de "un paisaje gallego singular, hábitat de numerosas especies protegidas tanto animales como vegetales", "está siendo acribillado" y que excavadoras y demás maquinaria pesada "invaden el canal y llenan de escombros un Sil que baja casi seco".
Además de resaltar la situación ambiental de la zona, los activistas hacen hincapié en que el proyecto que ha permitido desarrollar la central de Santo Estevo II "fue tramitado con total oscurantismo por parte de las administraciones responsables: el Ministerio de Industria y el Ministerio de Medio Ambiente", que es el responsable y titular de la cuenca hidrográfica.
La Plataforma pola Defensa da Ribeira Sacra esgrime que "no se puede tramitar un proyecto de tal envergadura sin informar ni consultar a los ciudadanos", y añade que en el inicio de las obras de la central, en octubre de 2008, todavía no existía la autorización pertinente que debe conceder el Ministerio de Industria.
Esta imprecisión administrativa no fue óbice, tal y como explica el colectivo para que el Concello de Nogueira de Ramuín concediese los permisos de obra necesarios.
Por estas razones, los ecologistas aseguran que las obras se deben paralizar debido a "incumplimiento de la legalidad vigente" y, por último, solicitan que se reinicie la evaluación de impacto ambiental de Santo Estevo "por la carencia de información pública que limitó el acceso de la ciudadanía".
"La Xunta no es estricta con la normativa ambiental"
La asociación ecologista Adega sigue vigilante todas las actuaciones que se proyectan en la Ribeira Sacra, donde el recurso habitual de las hidroeléctricas al caudal del Sil constituye "una sobre explotación del río", considera Xan Carlos Fernández, portavoz de Adega.
"Tranquilidad, paisaje y naturaleza" son tres de los valores inmanentes de la Ribeira Sacra, espacio protegido por la Red Natura, aunque esquilmado por la "presión de las minicentrales sobre el territorio".
Fernández y otros colectivos que integran la Plataforma pola Defensa da Ribeira Sacra denuncian las consecuencias de unos proyectos de ampliación de centrales, como el de Santo Estevo II, que "son un absurdo y una contradicción graves, y para nada rentables turísticamente".
El portavoz ecologista subraya que "la intención de Iberdrola no es generar riqueza, porque crea puestos de trabajos temporales"; y en esta línea critica "el interés de lucro incesante" que en su opinión persigue la hidroeléctrica.
"El primero que abrazó a Feijóo tras su investidura fue Sánchez Galán, presidente de Iberdrola", ironiza Xan Carlos Fernández al abordar el futuro en la Ribeira Sacra con el PP en la Xunta. "No es estricto con la normativa medioambiental", asegura el ecologista, y por eso se muestra bastante escéptico con la posibilidad de que se desbloquee la ampliación de la Red Natura gallega, a pesar de que la comunidad "está por debajo de la media en superficies protegidas" y de que la catalogación ambiental de estos espacios emana de dos directivas europeas.
Los ecologistas denuncian la situación en la que se encuentra el río Sil debido a la ejecución del proyecto para la ampliación de la central de Iberdrola en Santo Estevo, la única de las cinco actuaciones previstas para la Ribeira Sacra que, por el momento, ha sido licitada. "La administración gallega y estatal están a tiempo de parar los demás y de declararlos incompatibles con la conservación de los recursos naturales", demandan.
También señalan que el espacio del río, perteneciente a la zona protegida Red Natura y marca de "un paisaje gallego singular, hábitat de numerosas especies protegidas tanto animales como vegetales", "está siendo acribillado" y que excavadoras y demás maquinaria pesada "invaden el canal y llenan de escombros un Sil que baja casi seco".
Además de resaltar la situación ambiental de la zona, los activistas hacen hincapié en que el proyecto que ha permitido desarrollar la central de Santo Estevo II "fue tramitado con total oscurantismo por parte de las administraciones responsables: el Ministerio de Industria y el Ministerio de Medio Ambiente", que es el responsable y titular de la cuenca hidrográfica.
La Plataforma pola Defensa da Ribeira Sacra esgrime que "no se puede tramitar un proyecto de tal envergadura sin informar ni consultar a los ciudadanos", y añade que en el inicio de las obras de la central, en octubre de 2008, todavía no existía la autorización pertinente que debe conceder el Ministerio de Industria.
Esta imprecisión administrativa no fue óbice, tal y como explica el colectivo para que el Concello de Nogueira de Ramuín concediese los permisos de obra necesarios.
Por estas razones, los ecologistas aseguran que las obras se deben paralizar debido a "incumplimiento de la legalidad vigente" y, por último, solicitan que se reinicie la evaluación de impacto ambiental de Santo Estevo "por la carencia de información pública que limitó el acceso de la ciudadanía".
"La Xunta no es estricta con la normativa ambiental"
La asociación ecologista Adega sigue vigilante todas las actuaciones que se proyectan en la Ribeira Sacra, donde el recurso habitual de las hidroeléctricas al caudal del Sil constituye "una sobre explotación del río", considera Xan Carlos Fernández, portavoz de Adega.
"Tranquilidad, paisaje y naturaleza" son tres de los valores inmanentes de la Ribeira Sacra, espacio protegido por la Red Natura, aunque esquilmado por la "presión de las minicentrales sobre el territorio".
Fernández y otros colectivos que integran la Plataforma pola Defensa da Ribeira Sacra denuncian las consecuencias de unos proyectos de ampliación de centrales, como el de Santo Estevo II, que "son un absurdo y una contradicción graves, y para nada rentables turísticamente".
El portavoz ecologista subraya que "la intención de Iberdrola no es generar riqueza, porque crea puestos de trabajos temporales"; y en esta línea critica "el interés de lucro incesante" que en su opinión persigue la hidroeléctrica.
"El primero que abrazó a Feijóo tras su investidura fue Sánchez Galán, presidente de Iberdrola", ironiza Xan Carlos Fernández al abordar el futuro en la Ribeira Sacra con el PP en la Xunta. "No es estricto con la normativa medioambiental", asegura el ecologista, y por eso se muestra bastante escéptico con la posibilidad de que se desbloquee la ampliación de la Red Natura gallega, a pesar de que la comunidad "está por debajo de la media en superficies protegidas" y de que la catalogación ambiental de estos espacios emana de dos directivas europeas.