La CHE no garantiza la seguridad en la navegación por el Canal Imperial
Vie, 17/07/2009
Un año después de su construcción, los embarcaderos de Valdefierro y La Paz siguen inactivos esperando las naves que les den sentido, mientras el paso del tiempo y el vandalismo van deteriorando estas instalaciones, en las que el Ministerio de Fomento invirtió casi 1, 5 millones de euros, en unas obras ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a través del Plan de Acompañamiento de la Expo.
La CHE afirma que construyó estos equipamientos a instancias del Ayuntamiento de Zaragoza, pero las fuentes del organismo de cuenca consultadas recuerdan que el Canal es una infraestructura "de abastecimiento y regadío" y que "no es nuestra misión promover la navegación en este ni en ningún otro cauce". Además, añaden las mismas fuentes, la CHE no está en condiciones de garantizar la seguridad para este uso lúdico y deportivo de las aguas de esta infraestructura hidráulica.
Por su parte, el Consistorio asegura que el motivo de que las naves de recreo no vuelvan a surcar las aguas del Canal, como sucedía antaño, no es otra que la falta de interés de empresas privadas por hacerse con la concesión de la explotación de los embarcaderos construidos en 2008.
En consecuencia, el Consistorio todavía no ha podido rentabilizar la inversión estatal realizada: casi medio millón de euros para el embarcadero de Valdefierro, y 931.000 euros para el de La Paz. El concurso que salió el año pasado para la gestión de estos embarcaderos quedó desierto, y tampoco ha habido interés por parte de ninguna empresa en gestionar otros dos embarcaderos, el de Casablanca y el de Torrero, todos a orillas del Canal e igualmente inactivos. Mientras el tiempo pasa, estos edificios se encuentran expuestos al deterioro natural y al gamberrismo.
Al parecer, el Ayuntamiento no ha desistido en su intención de que el Canal sea un espacio ligado a los deportes náuticos. Ya en marzo del año pasado, el entonces director de Operaciones y Contenidos de la Expo, Jerónimo Blasco, aseguraba que la empresa que gestiona la navegación en el Ebro estaba estudiando la posibilidad de adaptar uno de los barcos para que pudiera navegar por el Canal. Una solución que, a día de hoy, el propio Blasco ve difícil, ya que los puentes que sirven para salvar este cauce son, en su mayoría, muy bajos, y se requeriría otro tipo de embarcaciones.
La CHE afirma que construyó estos equipamientos a instancias del Ayuntamiento de Zaragoza, pero las fuentes del organismo de cuenca consultadas recuerdan que el Canal es una infraestructura "de abastecimiento y regadío" y que "no es nuestra misión promover la navegación en este ni en ningún otro cauce". Además, añaden las mismas fuentes, la CHE no está en condiciones de garantizar la seguridad para este uso lúdico y deportivo de las aguas de esta infraestructura hidráulica.
Por su parte, el Consistorio asegura que el motivo de que las naves de recreo no vuelvan a surcar las aguas del Canal, como sucedía antaño, no es otra que la falta de interés de empresas privadas por hacerse con la concesión de la explotación de los embarcaderos construidos en 2008.
En consecuencia, el Consistorio todavía no ha podido rentabilizar la inversión estatal realizada: casi medio millón de euros para el embarcadero de Valdefierro, y 931.000 euros para el de La Paz. El concurso que salió el año pasado para la gestión de estos embarcaderos quedó desierto, y tampoco ha habido interés por parte de ninguna empresa en gestionar otros dos embarcaderos, el de Casablanca y el de Torrero, todos a orillas del Canal e igualmente inactivos. Mientras el tiempo pasa, estos edificios se encuentran expuestos al deterioro natural y al gamberrismo.
Al parecer, el Ayuntamiento no ha desistido en su intención de que el Canal sea un espacio ligado a los deportes náuticos. Ya en marzo del año pasado, el entonces director de Operaciones y Contenidos de la Expo, Jerónimo Blasco, aseguraba que la empresa que gestiona la navegación en el Ebro estaba estudiando la posibilidad de adaptar uno de los barcos para que pudiera navegar por el Canal. Una solución que, a día de hoy, el propio Blasco ve difícil, ya que los puentes que sirven para salvar este cauce son, en su mayoría, muy bajos, y se requeriría otro tipo de embarcaciones.