La presidenta de la Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia (Adega), Adela Figueroa, advirtió hoy de que no descarta convocar una "gran manifestación" o "una actuación social más fuerte" contra las obras que acomete Iberdrola en los cañones del Sil para construir una central subterránea en la presa de San Estevo.
De hecho, tras acusar a la eléctrica de "estar estropeando los fondos y las laderas por las máquinas que trabajan en la zona", la ecologista avanzó que, como integrante de la Plataforma da Ribeira Sacra, está a la espera de una reunión donde se fijarán "las actuaciones a realizar".
De momento, mantiene que las obras en los cañones del Sil son un caso de "especulación energética" que supone "un atentado al medio natural, que producirá una grave agresión ecológica, social y un grave daño económico para la gente de la zona". Además, defiende que "no se va a producir más electricidad, porque lo que se va a aprovechar es el precio del kilovatio que por la noche es más barato".
Por todo, la dirigente de Adega reprobó que las administraciones no intervengan ante el "importante daño que se causa a una zona privilegiada que debería de ser protegida porque es Red Natura y Lugar de Interés Comunitario". Culpa de ello a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, Elena Espinosa; al presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares; y a la Xunta de Galicia por "mirar para otro lado".