El descenso en la facturación de Emasesa se sitúa entorno al 14% y es tan significativa que incluso en julio, un mes con altas temperaturas, el consumo disminuyó un 2% con respecto a 2008. Manuel Marchena, consejero delegado de Emasesa, achacó ayer esa situación a la crisis económica y en concreto al descenso de la actividad industrial. La pérdida de ingresos que ese menor consumo supone tiene en alerta a la empresa de aguas metropolitana que factura al año en torno a 110 millones de euros. En los próximos días Emasesa tendrá un informe sobre posibles medidas para cumplir el mandato del alcalde, hacer que la compañía mantenga su nivel de inversión en infraestructuras y, a la par, tenga «cuentas equilibradas», es decir que no entre a engrosar la lista de empresas municipales con pérdidas en la que están Lipasam y Tussam. Entre esas medidas en su día se habló de una posible modificación de las tarifas, es decir un aumento del precio del agua. Sin embargo ayer, el consejero delegado de Emasesa aseguró que el objetivo es «que se modifiquen lo menos posible, si no es nada, las tarifas». Para ello, y dado que el descenso de facturación se ha notado sobre todo en la actividad industrial, se plantea impulsar las acciones contra el fraude —de momento el control de emisión de residuos, importante a la hora de calcular el agua consumida, lo va a gestionar Emasesa en vez de Lipasam— así como reducir el gasto y revisar la política de bonificaciones al consumo. Las medidas en cuestión podrían ser debatidas en el próximo consejo de administración de Emasesa que se celebrará a final de este mes. Posiblemente en ese consejo de administración la dirección de la empresa de aguas plantee una iniciativa que quiere apoyar aún más la campaña de instalación de contadores individuales. Se trataría de una nueva ordenanza que vendría a hacer más fácil el cambio de los contadores colectivos —existentes aún en muchas comunidades de vecinos—por los individuales. En la actualidad, señaló el consejero delegado de Emasesa, se aprovechan las obras de mejora para ofrecer a las comunidades la instalación de contadores individuales que favorecen que cada unidad familiar pague por el agua que gasta. Sin embargo, ese cambio sólo es posible si el 60% de los vecinos de la comunidad está de acuerdo. En la actualidad, sólo el 40% de los entorno a 400.000 clientes de Emasesa tiene contadores individuales y en el 60% los titulares son comunidades de vecinos que, lógicamente, engloban a muchos del más 1,3 millones de usuarios de la empresa de guardia. Emasesa no tiene definido aún qué medidas se adoptarán en la nueva ordenanza para favorecer el cambio de los contadores colectivos a los individuales, pero se apunta que una vía podría ser hacer más hincapié en la necesidad de mantener en buen estado las instalaciones y aumentar las inspecciones en aquellas más antiguas. Por otro lado Emasesa presentó ayer los resultados de la encuesta de satisfacción de los usuarios de sus oficinas de atención al cliente, que se sitúa en un 8,71 sobre 10. Esas oficinas realizaron en 2008 unas 480.000 gestiones.