El Ayuntamiento se ha propuesto modernizar el sistema de suministro de agua con la instalación de nuevos contadores de agua. Pero no unos cualquiera. Serán unos aparatos de gama superior que permitirán leer el consumo del agua por radiofrecuencia, evitando así que los empleados municipales tengan que acceder hasta el interior de los domicilios. Algunas empresas ya disponen de estos contadores, pero se calcula que se necesitarán unos diez años para que el cambio llegue a los 75.000 contadores que controlan la red de abastecimiento de Donostia. "La sustitución no se producirá de inmediato, sino que poco a poco se irán cambiando los aparatos", explicó ayer a este diario el concejal de Mantenimiento Urbano, Alberto Rodríguez, quien informó de que antes de fin de año se convocará un concurso para adjudicar la gestión de los contadores. Así, la compañía que presente la oferta más atractiva se encargará de liderar los cambios, según anunció el edil, que confesó que "es difícil saber cuántos meses se necesitarán porque es una tarea que requiere de mucho tiempo y dinero". Según comentó, los nuevos contadores serán de una gama superior, por lo que su precio rondará los 50 euros frente a los 30 que cuestan ahora (a estas cantidades hay que sumarles la instalación). En marcha Unos pocos edificios de Donostia ya disponen de este avanzado sistema, aunque el consumo del agua se obtiene todavía mediante la lectura visual. 'Para obtenerla por radiofrecuencia se necesitan unos vehículos que disponen de un sistema informático que todavía no está operativo', explicó el responsable de Mantenimiento Urbano. Según estimaciones del corporativo, "habrá que esperar unos diez años para sustituir todos los contadores", ya que la instalación de los aparatos telemáticos se producirá paulatinamente. Los primeros en disponer de estos aparatos serán "los grandes consumidores" como empresas, hospitales, edificios municipales y centros escolares, a los que seguirán los domicilios particulares. En el caso de éstos también se marcará un calendario, ya que en primer lugar se cambiarán los contadores de Martutene y Loiola, dando paso al resto de los barrios de Donostia. La primera fase sólo afectará a los 2.308 contadores ubicados en el polígono 27 de Martutene y el barrio de Loiola. Esta actuación dispone de un presupuesto de 323.000 euros que no sólo permitirán cambiar los medidores, sino también, implantar el sistema informático antes mencionado, que permitirá a los empleados municipales leer el consumo sin acceder al interior de los domicilios. Apuesta La sustitución de los antiguos contadores de agua es uno de los objetivos más importantes del Servicio de Agua y Saneamiento del Ayuntamiento de Donostia con el fin de seguir reduciendo el consumo de agua desperdiciada, el número de fugas y la factura del agua suministrada por la Mancomunidad del Añarbe. Otra de las ventajas de este proyecto es controlar los consumos fraudulentos que se producen en determinados hogares. Buscando los mismos objetivos, entre 2005 y 2008 se sectorizaron los 233 kilómetros que forman la red de abastecimiento de agua de Donostia. Esta actuación permitió detectar y reparar las fugas, mejorando los consumos del agua.

El agua será pública "al menos hasta 2039"

"San Sebastián es una de las pocas ciudades en las que el Ayuntamiento sigue encargándose de la gestión del agua y la titularidad seguirá siendo pública al menos en los próximos 30 años", manifestó ayer a este diario el concejal de Mantenimiento Urbano, Alberto Rodríguez, quien subrayó que "público no es igual a mala organización". Al revés. Explicó que el Consistorio donostiarra ha realizado una inversión "enorme" para "mejorar el servicio" y sectorizar la red de agua. Estos trabajos han permitido dividir el mapa del abastecimiento de la ciudad en zonas más pequeñas, en las que se han instalado equipos de medición con el fin de recoger los parámetros diarios del caudal y la presión. Asimismo, la intervención ha permitido instalar algunos tramos de tuberías en 58 nuevos sectores. No hay que olvidar que frente a ciudades como Sevilla, Burgos o Ponferrada, que han optado por privatizar el agua, Donostia sigue pagando a la Mancomunidad del Añarbe a cambio de hacerse con la titularidad del agua y gestionar así su distribución.