La Costa del Sol encara el nuevo año hidrológico con menos agua que en 2008
Jue, 01/10/2009
Hacía tres años que el embalse de La Concepción no presentaba una estampa tan desoladora. El tirón del consumo de agua potable este verano ha dejado el pantano al 56,45 por ciento de su capacidad, 15 puntos por debajo de los registros del año pasado por estas mismas fechas. Las altas temperaturas y el desgaste que supone la temporada alta turística en la Costa del Sol ha mermado considerablemente las reservas del pantano, que tiene actualmente 33 hectómetros cúbicos de agua almacenada, siete menos que en 2008.
La comarca encara el nuevo año hidrológico, que comienza oficialmente hoy, con un panorama nada halagüeño pendiente de las precipitaciones que se den este invierno y la próxima primavera, aunque el abastecimiento, de momento, está asegurado.
José Bernal, consejero delegado de la empresa pública Acosol, dependiente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y encargada de la gestión del abastecimiento de agua y del saneamiento en los once municipios mancomunados, envía un mensaje de tranquilidad. «La situación no es crítica. Es cierto que ha sido un verano muy caluroso en una zona con muchas urbanizaciones con jardín que se llevan gran parte del agua, pero la capacidad del pantano garantiza un año de consumo y siempre podemos echar mano de otras medidas alternativas si nos encontramos sin precipitaciones durante el nuevo año hidrológico», que se extiende desde el 1 de octubre al 30 de septiembre del año siguiente.
Entre las medidas de emergencia está ampliar la producción de la planta desaladora de Río Verde, que actualmente funciona a cinco líneas y suma al caudal procedente de la presa 35.000 metros cúbicos de agua potable al día. En total, durante los meses de julio, agosto y septiembre la empresa pública Acosol suministró 22,1 hectómetros frente a los 21,2 del verano pasado. Gran parte del caudal procedía de la desaladora.
El abastecimiento masivo de agua ha obligado a Acosol a poner a funcionar dos líneas más que el año pasado aunque de momento descarta una segunda ampliación en la planta. «Todo dependerá de la decisión de los técnicos», apunta Bernal.
Estos días los expertos estudian las previsiones de lluvias para los próximos meses. En función de lo que digan, Acosol decidirá si aumenta a siete líneas la producción de la desaladora para alargar las reservas. La planta, que cuenta con un máximo de ocho líneas, llegó a producir en época de sequía, cuando la presa estaba bajo mínimos, hasta 56.000 metros cúbicos al día para dar de beber a toda la Costa del Sol, aunque la mayoría de los municipios combinan el caudal que compran a la empresa pública de la Mancomunidad con recursos propios, caso de los pozos y acuíferos que discurren por su término municipal.
Alternativas
La otra baza para no agotar las reservas del pantano es el agua reciclada procedente de las depuradoras, que permite regar los campos de golf, los parques y otros espacios públicos y baldear las calles gracias a los convenios que mantiene Acosol con los distintos ayuntamientos de la Costa Occidental.
Tras el último periodo de sequía la población ha asumido el uso responsable del agua. Acosol, sin embargo, no descarta intensificar las campañas de concienciación «si llueve poco y las reservas siguen menguando».
La comarca encara el nuevo año hidrológico, que comienza oficialmente hoy, con un panorama nada halagüeño pendiente de las precipitaciones que se den este invierno y la próxima primavera, aunque el abastecimiento, de momento, está asegurado.
José Bernal, consejero delegado de la empresa pública Acosol, dependiente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y encargada de la gestión del abastecimiento de agua y del saneamiento en los once municipios mancomunados, envía un mensaje de tranquilidad. «La situación no es crítica. Es cierto que ha sido un verano muy caluroso en una zona con muchas urbanizaciones con jardín que se llevan gran parte del agua, pero la capacidad del pantano garantiza un año de consumo y siempre podemos echar mano de otras medidas alternativas si nos encontramos sin precipitaciones durante el nuevo año hidrológico», que se extiende desde el 1 de octubre al 30 de septiembre del año siguiente.
Entre las medidas de emergencia está ampliar la producción de la planta desaladora de Río Verde, que actualmente funciona a cinco líneas y suma al caudal procedente de la presa 35.000 metros cúbicos de agua potable al día. En total, durante los meses de julio, agosto y septiembre la empresa pública Acosol suministró 22,1 hectómetros frente a los 21,2 del verano pasado. Gran parte del caudal procedía de la desaladora.
El abastecimiento masivo de agua ha obligado a Acosol a poner a funcionar dos líneas más que el año pasado aunque de momento descarta una segunda ampliación en la planta. «Todo dependerá de la decisión de los técnicos», apunta Bernal.
Estos días los expertos estudian las previsiones de lluvias para los próximos meses. En función de lo que digan, Acosol decidirá si aumenta a siete líneas la producción de la desaladora para alargar las reservas. La planta, que cuenta con un máximo de ocho líneas, llegó a producir en época de sequía, cuando la presa estaba bajo mínimos, hasta 56.000 metros cúbicos al día para dar de beber a toda la Costa del Sol, aunque la mayoría de los municipios combinan el caudal que compran a la empresa pública de la Mancomunidad con recursos propios, caso de los pozos y acuíferos que discurren por su término municipal.
Alternativas
La otra baza para no agotar las reservas del pantano es el agua reciclada procedente de las depuradoras, que permite regar los campos de golf, los parques y otros espacios públicos y baldear las calles gracias a los convenios que mantiene Acosol con los distintos ayuntamientos de la Costa Occidental.
Tras el último periodo de sequía la población ha asumido el uso responsable del agua. Acosol, sin embargo, no descarta intensificar las campañas de concienciación «si llueve poco y las reservas siguen menguando».