La piscifactoría de Yesa trabaja desde mayo sin licencia de actividad
Jue, 01/10/2009
La piscifactoría de Yesa, dedicada hoy a criar esturiones para producir caviar, trabaja desde mayo sin licencia de actividad. El consistorio se niega a concedérsela al oponerse al proyecto. Los anteriores gestores se marcharon hace 4 años, "con muchas deudas", y desde hace algo más de un año se hizo con las riendas una nueva firma, Sierra Nevada. En su accionariado participa la empresa pública foral Sodena. Además de esta irregularidad, el ayuntamiento asegura haber recibido "presiones" desde el Gobierno (departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente) para que se concedan los permisos. El grupo parlamentario de NaBai también critica estas presiones, y la "dejación del Gobierno ante esta situación de ilegalidad".
Tras unos 50 años de andadura, la piscifactoría de Yesa, donde se criaban truchas, cerró en 2006. La gestionaba la empresa Navarra Food. "Tenía deudas con la Seguridad Social, la Hacienda Foral, el consistorio y la Confederación Hidrográfica del Ebro", dice NaBai.
"De repente, y hace algo más de un año, nos encontramos con que apareció gente por la piscifactoría, sin que supiéramos nada, y empezaron a trabajar con esturiones. Tenían una licencia temporal del departamento de Desarrollo Rural, pero ya ha caducado", repasa el alcalde, José Antonio Aquerreta.
"No queremos dar la licencia de actividad porque no se dan las condiciones de seguridad para que los esturiones, especie invasora, no se salgan al río Aragón en caso de una fuerte suelta de aguas del embalse de Yesa (haría falta una mota nueva); porque no queremos vertidos en el río; porque no se han creado puestos de trabajo; y porque va en contra de proyectos turísticos como el de configurar un paseo fluvial entre pueblos de la zona, y recuperar el puente de los roncaleses, ubicado junto a la instalación", argumenta el alcalde.
"Ya nos hemos quejado a Medio Ambiente porque se esté trabajando sin licencia, y no descartamos ir a los tribunales. Además, les hemos aportado denuncias del Seprona por vertidos ilegales de restos de la piscifactoría", añade. "Estamos hartos. El Gobierno nos pisotea, y algún interés privado habrá", sentencia el alcalde.
Tras unos 50 años de andadura, la piscifactoría de Yesa, donde se criaban truchas, cerró en 2006. La gestionaba la empresa Navarra Food. "Tenía deudas con la Seguridad Social, la Hacienda Foral, el consistorio y la Confederación Hidrográfica del Ebro", dice NaBai.
"De repente, y hace algo más de un año, nos encontramos con que apareció gente por la piscifactoría, sin que supiéramos nada, y empezaron a trabajar con esturiones. Tenían una licencia temporal del departamento de Desarrollo Rural, pero ya ha caducado", repasa el alcalde, José Antonio Aquerreta.
"No queremos dar la licencia de actividad porque no se dan las condiciones de seguridad para que los esturiones, especie invasora, no se salgan al río Aragón en caso de una fuerte suelta de aguas del embalse de Yesa (haría falta una mota nueva); porque no queremos vertidos en el río; porque no se han creado puestos de trabajo; y porque va en contra de proyectos turísticos como el de configurar un paseo fluvial entre pueblos de la zona, y recuperar el puente de los roncaleses, ubicado junto a la instalación", argumenta el alcalde.
"Ya nos hemos quejado a Medio Ambiente porque se esté trabajando sin licencia, y no descartamos ir a los tribunales. Además, les hemos aportado denuncias del Seprona por vertidos ilegales de restos de la piscifactoría", añade. "Estamos hartos. El Gobierno nos pisotea, y algún interés privado habrá", sentencia el alcalde.