El II PDS augura un colapso hídrico en Doñana si no se toman medidas urgentes
Lun, 30/11/2009
Las tensiones que se librarán por el uso de los esquilmados recursos hídricos será sin duda uno de los grandes lastres para el cumplimiento de los objetos del II Plan de Desarrollo Sostenible alumbrado por la Consejería de Medio Ambiente y que presumiblemente a finales de año aprobará el Consejo de Gobierno autonómico. El documento ve posible el colapso hídrico en la comarca de Doñana si las administraciones siguen sin tomar medidas.
El Informe de Sostenibilidad Ambiental que acompaña y precede al documento no deja lugar a dudas sobre las dificultades que entrañará casar intereses tan antagónicos como los económicos y medioambientales, más aún cuando se reconoce abiertamente que la expansión de la agricultura intensiva ha generado importantes tensiones territoriales.
El documento técnico apunta que este conflicto de intereses se ha visto alentado por la reconversión de unos terrenos considerados de escasa aptitud agrológica, si bien el uso de nuevas tecnologías de riego y de fertilización ha obrado el milagro de hacer productivas las tierras.
Esta expansión se ve constreñida, según el propio informe, por "la existencia cíclica de periodos de sequía", si bien esta tacañería climatológica en cuanto a precipitaciones ha agravado la evolución desfavorable de los sistemas naturales. Los más castigados son los "humedales y hábitats hidrófilos, tanto dentro como fuera de los espacios protegidos y, en particular, de las lagunas permanentes y temporales del cordón dunar del interior del Parque Nacional, de los humedales de las zonas de descarga del acuífero alrededor de la marisma y de los humedales y hábitats higrófilos del sistema Alamillo-Abalario".
A ello cabe sumar la pérdida de calidad de las aguas superficiales y subterráneas, generada principalmente por la actividad agrícola y, en menor medida, por los núcleos urbanos y los vertidos de aguas fecales sin depurar. Del mismo modo el estudio de la relación global concluye que de no llevarse a cabo actuaciones inmediatas se corre el riesgo de sufrir "un colapso del sistema hídrico con un aumento de la salinidad del acuífero y la contaminación directa de los hábitats". Tal como reza el plan, el objetivo es lograr "la cohesión social y territorial del espacio".
Sobre el papel nada que objetar. Las dificultades surgen cuando se ha de lograr la cuadratura del círculo a lo largo de municipios equidistantes como Almonte, Bonares, Aznalcázar, Bollullos del Condado, Hinojos, Isla Mayor, Lucena del Puerto, Moguer, Palos de la Frontera, Pilas, Puebla del Río, Rociana del Condado, Sanlúcar de Barrameda y Villamanrique de la Condesa.
¿Cómo se garantizan los recursos hídricos de Doñana sin menoscabo de la economía y logrando esa pretendida cohesión social? Porque, entre otras cosas, no cabe duda que el Condado no sobrevive hoy por hoy sin el cultivo intensivo.
Para suavizar este impacto se proponen fuertes "correcciones" en los cultivos del arroz y "especialmente el fresón debido a su rápido crecimiento". En cuanto al arroz se le achaca el haber provocado afecciones al soporte hídrico de los ecosistemas del espacio natural, especialmente en periodos de sequía ya que no se suspende la extracción y se generan efectos muy acusados sobre las reservas y la calidad del agua subterránea.
En lo que respecta al fresón el problema se focaliza en las zonas de montes de propios, en las que se centran los principales conflictos. "Estos procesos de trasformación de suelos están produciendo importantes problemas de gran incidencia territorial entre los que se encuentra la deforestación incontrolada, el desencadenamiento de nuevos procesos erosivos debido a la desaparición de la cobertura vegetal o la incidencia sobre el acuífero, tanto en lo que respecta a las extracciones como por la contaminación con fertilizantes".
El informe también aborda aspectos como "la implantación ilegal y de forma desordenada de infraestructuras como balsas, tendidos eléctricos, naves agrícolas y alojamientos precarios".
El texto incide una y otra vez en la necesidad de resolver el esquema de compatibilidad con el Espacio Natural y la sustitución de recursos hídricos subterráneos por superficiales en determinadas situaciones en las que la explotación sostenible del acuífero no sea posible".
Es aquí donde se pone una vez más de manifiesto la necesidad de contar con agua de riego, si bien el denso proceso burocrático y los retrasos en la autorización de la ampliación del perímetro de riego están lastrando todo este proceso para que este importante maná llegue al Condado.
Entre tanto la Consejera del ramo, Cinta Castillo, ha apuntado que "la puesta en macha del nuevo plan tiene previsto movilizar una inversión superior a los 160 millones de euros".
Los agricultores y empresarios consultados por este periódico han incido sobre manera en que es momento dejar a un lado cuestiones baladíes que consumen un gran número de recursos económicos y priorizar financieramente los proyectos que tienen una repercusión real a la hora de casar medioambiente y prosperidad económica. Por ello reclaman celeridad en la culminación de las grandes infraestructuras hídricas y programas de apoyo real a cultivos como el viñedo y el olivar.
Los agricultores denuncian que esta declaración de intenciones no se concretado en medidas efectivas y el viñedo, que durante siglos ha actuado como fijador del terreno y contribuido de forma decisiva a frenar los procesos de erosión y la colmatación de marismas, ha visto cómo se subvencionaba su arranque y cómo en la última década se han perdido miles de hectáreas por la falta de rentabilidad. Un hecho que ha puesto en peligro de extinción a especies amenazadas como el alzacola, que anida en estos sistemas.
La Junta de Andalucía tiene un "nuevo" Plan de cuyo acierto en su ejecución depende Doñana y el desarrollo económico de toda una comarca.
El Informe de Sostenibilidad Ambiental que acompaña y precede al documento no deja lugar a dudas sobre las dificultades que entrañará casar intereses tan antagónicos como los económicos y medioambientales, más aún cuando se reconoce abiertamente que la expansión de la agricultura intensiva ha generado importantes tensiones territoriales.
El documento técnico apunta que este conflicto de intereses se ha visto alentado por la reconversión de unos terrenos considerados de escasa aptitud agrológica, si bien el uso de nuevas tecnologías de riego y de fertilización ha obrado el milagro de hacer productivas las tierras.
Esta expansión se ve constreñida, según el propio informe, por "la existencia cíclica de periodos de sequía", si bien esta tacañería climatológica en cuanto a precipitaciones ha agravado la evolución desfavorable de los sistemas naturales. Los más castigados son los "humedales y hábitats hidrófilos, tanto dentro como fuera de los espacios protegidos y, en particular, de las lagunas permanentes y temporales del cordón dunar del interior del Parque Nacional, de los humedales de las zonas de descarga del acuífero alrededor de la marisma y de los humedales y hábitats higrófilos del sistema Alamillo-Abalario".
A ello cabe sumar la pérdida de calidad de las aguas superficiales y subterráneas, generada principalmente por la actividad agrícola y, en menor medida, por los núcleos urbanos y los vertidos de aguas fecales sin depurar. Del mismo modo el estudio de la relación global concluye que de no llevarse a cabo actuaciones inmediatas se corre el riesgo de sufrir "un colapso del sistema hídrico con un aumento de la salinidad del acuífero y la contaminación directa de los hábitats". Tal como reza el plan, el objetivo es lograr "la cohesión social y territorial del espacio".
Sobre el papel nada que objetar. Las dificultades surgen cuando se ha de lograr la cuadratura del círculo a lo largo de municipios equidistantes como Almonte, Bonares, Aznalcázar, Bollullos del Condado, Hinojos, Isla Mayor, Lucena del Puerto, Moguer, Palos de la Frontera, Pilas, Puebla del Río, Rociana del Condado, Sanlúcar de Barrameda y Villamanrique de la Condesa.
¿Cómo se garantizan los recursos hídricos de Doñana sin menoscabo de la economía y logrando esa pretendida cohesión social? Porque, entre otras cosas, no cabe duda que el Condado no sobrevive hoy por hoy sin el cultivo intensivo.
Para suavizar este impacto se proponen fuertes "correcciones" en los cultivos del arroz y "especialmente el fresón debido a su rápido crecimiento". En cuanto al arroz se le achaca el haber provocado afecciones al soporte hídrico de los ecosistemas del espacio natural, especialmente en periodos de sequía ya que no se suspende la extracción y se generan efectos muy acusados sobre las reservas y la calidad del agua subterránea.
En lo que respecta al fresón el problema se focaliza en las zonas de montes de propios, en las que se centran los principales conflictos. "Estos procesos de trasformación de suelos están produciendo importantes problemas de gran incidencia territorial entre los que se encuentra la deforestación incontrolada, el desencadenamiento de nuevos procesos erosivos debido a la desaparición de la cobertura vegetal o la incidencia sobre el acuífero, tanto en lo que respecta a las extracciones como por la contaminación con fertilizantes".
El informe también aborda aspectos como "la implantación ilegal y de forma desordenada de infraestructuras como balsas, tendidos eléctricos, naves agrícolas y alojamientos precarios".
El texto incide una y otra vez en la necesidad de resolver el esquema de compatibilidad con el Espacio Natural y la sustitución de recursos hídricos subterráneos por superficiales en determinadas situaciones en las que la explotación sostenible del acuífero no sea posible".
Es aquí donde se pone una vez más de manifiesto la necesidad de contar con agua de riego, si bien el denso proceso burocrático y los retrasos en la autorización de la ampliación del perímetro de riego están lastrando todo este proceso para que este importante maná llegue al Condado.
Entre tanto la Consejera del ramo, Cinta Castillo, ha apuntado que "la puesta en macha del nuevo plan tiene previsto movilizar una inversión superior a los 160 millones de euros".
Los agricultores y empresarios consultados por este periódico han incido sobre manera en que es momento dejar a un lado cuestiones baladíes que consumen un gran número de recursos económicos y priorizar financieramente los proyectos que tienen una repercusión real a la hora de casar medioambiente y prosperidad económica. Por ello reclaman celeridad en la culminación de las grandes infraestructuras hídricas y programas de apoyo real a cultivos como el viñedo y el olivar.
Los agricultores denuncian que esta declaración de intenciones no se concretado en medidas efectivas y el viñedo, que durante siglos ha actuado como fijador del terreno y contribuido de forma decisiva a frenar los procesos de erosión y la colmatación de marismas, ha visto cómo se subvencionaba su arranque y cómo en la última década se han perdido miles de hectáreas por la falta de rentabilidad. Un hecho que ha puesto en peligro de extinción a especies amenazadas como el alzacola, que anida en estos sistemas.
La Junta de Andalucía tiene un "nuevo" Plan de cuyo acierto en su ejecución depende Doñana y el desarrollo económico de toda una comarca.