Iglesias contestó al planteamiento de los presidentes de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, quienes expusieron que, dado que el Ebro ya tiene diez trasvases, puede soportar uno más a la cuenca mediterránea.
Según Velasco, el presidente aragonés indicó que precisamente porque el Ebro ya tiene "suficientes" trasvases, otro más no garantizaría nunca la llegada de agua al Mediterráneo por las importantes limitaciones que se producirían en años de sequía.
Desde Aragón, se entiende que la desalación es una alternativa "clara y concreta" para garantizar los consumos de agua necesarios tanto en la Comunidad
Valenciana como en la Región de Murcia y es el camino para resolver el problema
del agua en España.
Iglesias dijo que en ningún caso entiende que un trasvase desde el Ebro vaya a resolver problemas, sino que va a generarlos porque no se puede garantizar todos los años una cantidad de agua y sería a costa del desarrollo de otras comunidades autónomas que necesitan el agua como es el caso de Aragón.