El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha frenado la construcción de una nueva presa en el Sil, en la comarca de Valdeorras (O Barco y Vilamartín). El ministerio que dirige Elena Espinosa denegó las autorizaciones por considerar inviables ambientalmente las propuestas de Iberdrola y Salto Fondo Lugar S.L.
El informe por el que se deniega la autorización incluye parte de los argumentos que los grupos ecologistas han esgrimido en los últimos años contra la construcción de nuevos embalses en el Sil. Así, destaca la necesidad de determinar caudales de mantenimiento adecuados al tramo fluvial afectado, integrar en los proyectos las actuaciones para corregir impactos potencialmente graves y las posibles afecciones a espacios protegidos.
La decisión del ministerio, que ha tenido en cuenta las alegaciones presentadas por el grupo ecologista Adega, ha sido aplaudida por algunos colectivos. El presidente de Ríos con Vida, Pedro Brufao, cree que en la negativa ha pesado, entre otras causas, "la contestación social" a las concesiones para horadar el Canón do Sil, en la Ribeira Sacra.
Brufao expresa su sorpresa, sin embargo, por que Medio Ambiente haya sido más escrupuloso con el informe de impacto ambiental de los proyectos de la zona valdeorresa, "que no está incluida en Red Natura", que en los de la Ribeira Sacra, que tiene todas las protecciones comunitarias.
El ecologista destaca el "rigor general de la resolución", teniendo en cuenta que el informe del ministerio detalla que los proyectos afectarían a menos de un 10% del Sil, un río "que casi no existe ya, dada su sobreexplotación desde su nacimiento hasta su desembocadura", señala Brufao.
Medio Ambiente pone de relieve en su informe que los proyectos, promovidos para aprovechar 160 metros cúbicos de agua por segundo en un tramo del Sil para producción de energía eléctrica, "carecen" de las medidas necesarias para garantizar la protección del entorno y los recursos naturales.
Salto Fondo Lugar preveía construir una presa aguas arriba del núcleo de O Barco de Valdeorras y una segunda aguas abajo, en Vilamartín, y el proyecto chocaba con el que presentó para el mismo tramo del río Iberdrola. Así lo destaca el ministerio, que incide, además, en que la zona se encuentra "muy antropizada" por los cultivos y usos agrarios o porque el Sil "ya se encuentra embalsado tanto aguas arriba", por la central de Sobradelo y las presas de Pumares y Casaio, "como aguas abajo" por el embalse de Santiago. Entre ambos embalsamientos hay unos 15 kilómetros. El proyecto de Iberdrola para esta zona comenzó a tramitarse en el año 1996.