Las centrales hidroeléctricas de Iberdrola, al máximo
Lun, 01/02/2010
Si hace unas semanas la compañía eléctrica daba a conocer que en Castilla y León se había superado el máximo histórico de demanda de electricidad al alcanzar los 2.005 megavatios hora, estos días se está produciendo un nuevo récord: la producción de energía hidroeléctrica. Las nevadas y las intensas lluvias desde finales del mes de diciembre han tenido su más directa consecuencia en el incremento del nivel de los embalses. En el caso de los que son propiedad de Iberdrola, este hecho provoca, además, que se incremente la producción hidroeléctrica, uno de los objetivos de estas infraestructuras que en Almendra (Salamanca) y Ricobayo y Cernadilla (Zamora) también permiten la regulación de los ríos. Los nueve grandes embalses con que cuenta Iberdrola en la cuenca del Duero (todos en las provincias de Zamora y Salamanca) han producido durante los 24 primeros días del mes de enero el 26 por ciento de lo generado durante el pasado año y un 330 por ciento más de lo producido en ese mismo periodo del 2009. En total, la producción alcanzó en eso días los 1.190 gigavatios hora (GWh). Fuentes de la compañía destacaron que gracias a esta energía renovable se ha evitado la emisión de cerca de un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera. De esta forma, la producción en la central hidráulica en la provincia de Zamora ha sido en Ricobayo de 141,4 Gigavatios hora (GWh); en Villalcampo se ha llegado a los 107,5; en Castro a los 98,4; Cernadilla han producido 1,7 GWh; Agavanzal, 11,3 y Valparaíso, 10,8 GWh. Pero son dos de los tres embalses de Iberdrola en Salamanca los que se han situado a la cabeza, ya que la producción en la central hidráulica de Aldeadávila ha sido de 556,4 gigavatios hora. Hay que tener en cuenta que este embalse es el de mayor producción hidroeléctrica de España. De hecho, él solo ha conseguido la mitad de toda la producción hidroeléctrica de esos 24 días. También en la provincia salmantina, Saucelle ha producido 235,3 GWh y Villarino, 20 GWh. Una actividad que ha sido posible gracias a las abundantes precipitaciones que se han registrado desde finales de diciembre y que se han traducido en que las presas zamoranas de Villalcampo y Castro se hayan visto obligadas a abrir las compuertas para verter agua embalsada. Hay que remontarse al otoño 2006 para encontrar la última vez que Iberdrola desembalsó en el río Tera, mientras que en el Duero lo hizo el año 2003. Desembalses Otro dato que demuestra la cantidad de agua caída lo reflejan las aportaciones de los ríos, de forma que el Esla durante el periodo comprendido entre el 22 de diciembre de 2009 y el 17 de enero de 2010 aportó 1.160 hectómetros cubicos (Hm3), cantidad equivalente a la capacidad de Ricobayo. De ellas, se han almacenado 608, lo que permitió que su nivel de almacenamiento pasase del 32 al 84 por ciento. En el caso de las presas zamoranas de Villalcampo y Castro, el volumen de agua vertida ha sido de 338 hectómetros cúbicos, que equivaldría a 1,5 veces la capacidad máxima de Villalcampo y cuatro veces la de Castro. También las presas de Aldeadávila y Saucelle desembalsaron agua en la madrugada del lunes 18 de enero, cuando abrieron compuertas durante unas horas. Éste ha sido el día de máxima punta de avenida. El caudal por Aldeadávila alcanzó los 1.350 metros cúbicos por segundo, del que se vertieron 200 y otros 200 se bombearon. Hay que tener en cuenta que cuando una central hidráulica recibe un gran caudal intenta utilizar el máximo para generar electricidad. Así, ese caudal pasa por las turbinas, pero si hay en exceso y no puede usarlo todo para ese fin, se vierte o alivia el agua sobrante abriendo compuertas, por lo que este caudal no genera electricidad. Solo algunas centrales son de bombeo o reversibles y utilizan también el caudal sobrante llevándolo aguas arriba..