Málaga vive el primer desembalse simultáneo de todos sus pantanos en doce años
Vie, 19/02/2010
La jornada de ayer está marcada en el calendario hidrológico como la fecha del primer desembalse simultáneo de las siete presas de la provincia en los últimos doce años. Habría que remontarse a febrero de 1998 para encontrar una escena similar y es también la primera ocasión que esto ocurre desde que se creó la de Casasola.
En apenas 48 horas, desde el 17 de febrero, se han vertido a los ríos más de diez hectómetros cúbicos -el equivalente al consumo de la provincia durante un mes en invierno- para evitar que puedan llegar a saturarse por la entrada masiva de agua, y ante la previsión de que el domingo puedan producirse nuevas precipitaciones de carácter fuerte.
El último en abrir las compuertas fue ayer el de La Viñuela, en la Axarquía, aunque con una cantidad testimonial, de cinco metros cúbicos por segundo, según los datos aportados ayer por la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Sin embargo, aún se encuentra lejos del umbral máximo de llenado (contiene 126 hectómetros cúbicos y puede llegar a almacenar hasta 170. Desde marzo de 2004 no era necesario llevar a cabo esta medida en el mayor pantano de la provincia.
En el resto el volumen de desague es superior, y en algunos momentos ha llegado a suponer el doble de los aportes que se estaban produciendo en ese momento. Así, en los de Guadalhorce y Guadalteba se vierten en la actualidad 50 metros cúbicos por segundo entre ambos. El primero tiene una capacidad de 126 hm3 y almacena 118,5; mientras que el segundo puede alcanzar hasta 156 hm3 y cuenta con 146. Mientras, el Conde de Guadalhorce vierte a un ritmo de 15 m3/segundo, con 59 hm3, sobre una capacidad máxima de 70.
Contención de avenidas
Distinto es el caso de las de Casasola y El Limonero, que son presas de laminación, destinadas a evitar avenidas del río Campanillas, el primero, y del Guadalmedina, el segundo. Ambos están desaguando 30 m3/segundo cada uno.
La gran paradoja se produce, nuevamente, en La Concepción, que está evacuando a un ritmo de 36 m3/segundo. El embalse es tan pequeño (56 hm3 de capacidad) que ya ha soltado en sucesivas oleadas un volumen similar al que contiene, y ello a pesar de mantener cerrado el triple trasvase desde los ríos Guadalmina, Guadalmansa y Guadaiza. Si estuviera hecha, el río Verde habría sido sobradamente capaz de llenar la segunda presa que la Agencia Andaluza del Agua proyecta aguas abajo del dique actual, y que supondrían casi duplicar la pobre capacidad actual.
Esta medida se mantendrá al menos durante la jornada de hoy como medida de seguridad ante la entrada de nuevos frentes antes de que concluya el invierno. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología prevé que las lluvias den un corto respiro hoy y mañana, aunque a partir del domingo se prevé la entrada de una nueva borrasca que podría dejar aguaceros moderados o fuertes. La inestabilidad se prolongará en los primeros días de la próxima semana.
A pesar de todo, los 537 hectómetros que ayer sumaban las reservas de los siete embalses de la provincia suponen la cifra más abultada desde 1998 y aportan el fuelle necesario para garantizar el consumo humano y los riegos durante al menos tres años. Y ello sin contar con que las escorrentías permitirán que esta cifra vuelva hasta el nivel máximo de seguridad en los próximos días en casi todas las instalaciones de captación. De hecho, aun a costa de los fuertes desembalses que se han producido, en sólo una semana las reservas han ganado veinte hectómetros y se encuentran al 86%.
En apenas 48 horas, desde el 17 de febrero, se han vertido a los ríos más de diez hectómetros cúbicos -el equivalente al consumo de la provincia durante un mes en invierno- para evitar que puedan llegar a saturarse por la entrada masiva de agua, y ante la previsión de que el domingo puedan producirse nuevas precipitaciones de carácter fuerte.
El último en abrir las compuertas fue ayer el de La Viñuela, en la Axarquía, aunque con una cantidad testimonial, de cinco metros cúbicos por segundo, según los datos aportados ayer por la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Sin embargo, aún se encuentra lejos del umbral máximo de llenado (contiene 126 hectómetros cúbicos y puede llegar a almacenar hasta 170. Desde marzo de 2004 no era necesario llevar a cabo esta medida en el mayor pantano de la provincia.
En el resto el volumen de desague es superior, y en algunos momentos ha llegado a suponer el doble de los aportes que se estaban produciendo en ese momento. Así, en los de Guadalhorce y Guadalteba se vierten en la actualidad 50 metros cúbicos por segundo entre ambos. El primero tiene una capacidad de 126 hm3 y almacena 118,5; mientras que el segundo puede alcanzar hasta 156 hm3 y cuenta con 146. Mientras, el Conde de Guadalhorce vierte a un ritmo de 15 m3/segundo, con 59 hm3, sobre una capacidad máxima de 70.
Contención de avenidas
Distinto es el caso de las de Casasola y El Limonero, que son presas de laminación, destinadas a evitar avenidas del río Campanillas, el primero, y del Guadalmedina, el segundo. Ambos están desaguando 30 m3/segundo cada uno.
La gran paradoja se produce, nuevamente, en La Concepción, que está evacuando a un ritmo de 36 m3/segundo. El embalse es tan pequeño (56 hm3 de capacidad) que ya ha soltado en sucesivas oleadas un volumen similar al que contiene, y ello a pesar de mantener cerrado el triple trasvase desde los ríos Guadalmina, Guadalmansa y Guadaiza. Si estuviera hecha, el río Verde habría sido sobradamente capaz de llenar la segunda presa que la Agencia Andaluza del Agua proyecta aguas abajo del dique actual, y que supondrían casi duplicar la pobre capacidad actual.
Esta medida se mantendrá al menos durante la jornada de hoy como medida de seguridad ante la entrada de nuevos frentes antes de que concluya el invierno. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología prevé que las lluvias den un corto respiro hoy y mañana, aunque a partir del domingo se prevé la entrada de una nueva borrasca que podría dejar aguaceros moderados o fuertes. La inestabilidad se prolongará en los primeros días de la próxima semana.
A pesar de todo, los 537 hectómetros que ayer sumaban las reservas de los siete embalses de la provincia suponen la cifra más abultada desde 1998 y aportan el fuelle necesario para garantizar el consumo humano y los riegos durante al menos tres años. Y ello sin contar con que las escorrentías permitirán que esta cifra vuelva hasta el nivel máximo de seguridad en los próximos días en casi todas las instalaciones de captación. De hecho, aun a costa de los fuertes desembalses que se han producido, en sólo una semana las reservas han ganado veinte hectómetros y se encuentran al 86%.