La escasez de agua se convierte en prioridad máxima en EE.UU.
Jue, 25/03/2010
El crecimiento demográfico y los efectos del cambio climático serán motivos de que casi dos terceras partes de la población mundial viva bajo condiciones de escasez de agua para el año 2025, según advirtió la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, quien agregó que Estados Unidos ha dado mayor prioridad al tema de la escasez de agua en su política exterior, no sólo para alentar a un consumo más eficaz, sino también para minimizar futuros conflictos políticos a medida que los recursos se vuelven más escasos.
Clinton pronunció sus declaraciones el 22 de marzo en la sede de la revista National Geographic Society en Washington, con ocasión del Día Mundial del Agua, que fue designado originalmente por las Naciones Unidas en 1992 para crear mayor conciencia cada año acerca de la creciente crisis de agua.
“Los problemas del agua son más evidentes en los países en vías de desarrollo, pero afectan a todos los países del planeta y trascienden las fronteras políticas”, expresó Clinton. “A medida que el agua se vuelve cada vez más escasa, se puede convertir en un posible catalizador de conflicto entre los países e internamente”.
Además de observar que la mayoría de la población del mundo vive bajo condiciones de escasez de agua, en 15 años 2.400 millones de personas enfrentarán una “escasez de agua absoluta”, que constituye “el punto en que la falta de agua amenaza el desarrollo social y económico”, explicó Clinton.
Cuando no hay agua suficiente para proporcionar servicios sanitarios o riego de cultivos, los resultados oscilan desde el declive económico hasta los disturbios y la inestabilidad, agregó Clinton.
En vez de enfocarse meramente en los límites geopolíticos, la Secretaria aconsejó examinar las regiones en términos de cuencas hidrográficas, cuencas fluviales y acuíferos, y señaló que más de 260 cuencas fluviales del mundo se comparten entre dos o más países.
“No podemos abordar los problemas de agua de estos países en aislamiento. Debemos emplear las cuencas hidrográficas o acuíferos regionales como una oportunidad para una cooperación internacional más sólida. Hecha de la manera correcta, se pueden obtener enormes beneficios políticos y económicos de la diplomacia regional del agua”, señaló Clinton.
Aunque no existe actualmente una “solución tecnológica milagrosa” que resuelva el problema de la escasez de agua, Clinton señaló que las innovaciones pueden ofrecer mejoras en aspectos como la desinfección y el almacenaje de agua potable, y en el tratamiento de las aguas residuales y la desalinización. “Tenemos que trabajar con más empeño para compartir este conocimiento con el resto del mundo”, agregó.
“Confío en que si hacemos del agua un asunto crítico y una alta prioridad en nuestros diálogos nacionales e internacionales, podremos brindar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos el futuro que se merecen”, declaró Clinton.
En declaraciones pronunciadas en el Departamento de Estado el 22 de marzo, la subsecretaria de Estado para Democracia y Asuntos Mundiales, María Otero, resumió el mensaje general del discurso de Clinton, al indicar: “Queremos asegurarnos de que nadie pierda la vida a causa de una enfermedad prevenible de origen hídrico y que el agua no se convierta en un obstáculo para el desarrollo socioeconómico o en una amenaza para la paz y seguridad”.
La administración Obama está integrando el asunto del agua en sus prioridades de política exterior, y lo ha elevado como “prioridad autónoma”, explicó Otero.
Donde existe ya una escasez, “vemos que hay países que tratan de alcanzar un acuerdo y, en algunos casos, se producen considerables tensiones entre ellos. Este es precisamente el asunto en el que podemos ayudar”, indicó Otero.
“Nuestro objetivo es crear mayor capacidad entre los países para que puedan dialogar unos con otros, para que puedan alcanzar un acuerdo en cuanto a los ríos que comparten y puedan realizar planes a largo plazo para la próxima década y la siguiente, en cuanto a la manera en que tienen previsto utilizar sus recursos hídricos existentes y la manera en que van a compartir el agua que tienen”, declaró.
Michael Yates, de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dijo que el organismo invierte actualmente un promedio de 500 millones de dólares cada año en proyectos de agua que benefician a 70 países en todo el mundo.
Yates indicó que en 2008, USAID proporcionó mejor acceso al agua para seis millones de personas en todo el mundo. Para cuatro millones de ellas, esto supuso su “primer acceso a mejor agua”.
Yates agregó que en 2008 USAID ayudó a que siete millones de personas tuvieran acceso a servicios sanitarios, de los cuales más de dos millones accedieron por primera vez a mejores servicios sanitarios.
Clinton pronunció sus declaraciones el 22 de marzo en la sede de la revista National Geographic Society en Washington, con ocasión del Día Mundial del Agua, que fue designado originalmente por las Naciones Unidas en 1992 para crear mayor conciencia cada año acerca de la creciente crisis de agua.
“Los problemas del agua son más evidentes en los países en vías de desarrollo, pero afectan a todos los países del planeta y trascienden las fronteras políticas”, expresó Clinton. “A medida que el agua se vuelve cada vez más escasa, se puede convertir en un posible catalizador de conflicto entre los países e internamente”.
Además de observar que la mayoría de la población del mundo vive bajo condiciones de escasez de agua, en 15 años 2.400 millones de personas enfrentarán una “escasez de agua absoluta”, que constituye “el punto en que la falta de agua amenaza el desarrollo social y económico”, explicó Clinton.
Cuando no hay agua suficiente para proporcionar servicios sanitarios o riego de cultivos, los resultados oscilan desde el declive económico hasta los disturbios y la inestabilidad, agregó Clinton.
En vez de enfocarse meramente en los límites geopolíticos, la Secretaria aconsejó examinar las regiones en términos de cuencas hidrográficas, cuencas fluviales y acuíferos, y señaló que más de 260 cuencas fluviales del mundo se comparten entre dos o más países.
“No podemos abordar los problemas de agua de estos países en aislamiento. Debemos emplear las cuencas hidrográficas o acuíferos regionales como una oportunidad para una cooperación internacional más sólida. Hecha de la manera correcta, se pueden obtener enormes beneficios políticos y económicos de la diplomacia regional del agua”, señaló Clinton.
Aunque no existe actualmente una “solución tecnológica milagrosa” que resuelva el problema de la escasez de agua, Clinton señaló que las innovaciones pueden ofrecer mejoras en aspectos como la desinfección y el almacenaje de agua potable, y en el tratamiento de las aguas residuales y la desalinización. “Tenemos que trabajar con más empeño para compartir este conocimiento con el resto del mundo”, agregó.
“Confío en que si hacemos del agua un asunto crítico y una alta prioridad en nuestros diálogos nacionales e internacionales, podremos brindar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos el futuro que se merecen”, declaró Clinton.
En declaraciones pronunciadas en el Departamento de Estado el 22 de marzo, la subsecretaria de Estado para Democracia y Asuntos Mundiales, María Otero, resumió el mensaje general del discurso de Clinton, al indicar: “Queremos asegurarnos de que nadie pierda la vida a causa de una enfermedad prevenible de origen hídrico y que el agua no se convierta en un obstáculo para el desarrollo socioeconómico o en una amenaza para la paz y seguridad”.
La administración Obama está integrando el asunto del agua en sus prioridades de política exterior, y lo ha elevado como “prioridad autónoma”, explicó Otero.
Donde existe ya una escasez, “vemos que hay países que tratan de alcanzar un acuerdo y, en algunos casos, se producen considerables tensiones entre ellos. Este es precisamente el asunto en el que podemos ayudar”, indicó Otero.
“Nuestro objetivo es crear mayor capacidad entre los países para que puedan dialogar unos con otros, para que puedan alcanzar un acuerdo en cuanto a los ríos que comparten y puedan realizar planes a largo plazo para la próxima década y la siguiente, en cuanto a la manera en que tienen previsto utilizar sus recursos hídricos existentes y la manera en que van a compartir el agua que tienen”, declaró.
Michael Yates, de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dijo que el organismo invierte actualmente un promedio de 500 millones de dólares cada año en proyectos de agua que benefician a 70 países en todo el mundo.
Yates indicó que en 2008, USAID proporcionó mejor acceso al agua para seis millones de personas en todo el mundo. Para cuatro millones de ellas, esto supuso su “primer acceso a mejor agua”.
Yates agregó que en 2008 USAID ayudó a que siete millones de personas tuvieran acceso a servicios sanitarios, de los cuales más de dos millones accedieron por primera vez a mejores servicios sanitarios.