La Diputación ha recurrido a un crédito de 120 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar diversas obras de gestión de residuos, como la planta de compost en Artigas, e infraestructuras hidráulicas que se desarrollan en localidades vizcaínas. El Consejo de Administración de esta entidad financiera sin ánimo de lucro, que es propiedad de los Estados miembros de la Unión Europea, aprobó el pasado 19 de marzo la concesión de este préstamo para el proyecto Bizkaia Enviromental Protection, que supondrá en los próximos años una inversión global cercana a los 249 millones de euros.

Las inversiones financiadas por el BEI, que concede créditos a largo plazo que no pueden superar el 50% del coste total del proyecto, servirán para acercase a los objetivos marcados por la directiva europea sobre residuos. Se trata de una normativa que hace referencia a la reducción de los impactos medioambientales durante la gestión y tratamiento de los distintos tipos de basuras.

Este año, la Diputación tiene previsto invertir en esta materia 188 millones de euros. El 64% de esta cantidad será financiado por las aportaciones del BEI, que también presta ayuda financiera a unos 140 países con los que la Unión Europea mantiene acuerdos de cooperación. Entre las decenas de obras que se sufragarán con esta aportación europea se encuentra una nueva planta de tratamiento de aguas en Carranza, la ampliación del depósito de Jarralta, en Sopuerta, y diversos proyectos de saneamiento.

También en la 'Supersur'

La Diputación ya recurrió a esta misma entidad financiera para conseguir la liquidez necesaria para afrontar las obras de la 'Supersur', la mayor obra viaria del territorio. La sociedad foral Interbiak pidió en 2006 un crédito de 1.060 millones de euros a treinta años. Según se informó entonces, el BEI debía aportar el 60% del dinero y el resto debía correr a cargo de la banca local.