Expertos alertan de que la ocupación del suelo agrava el efecto de las tormentas

Jue, 06/05/2010

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«La mano del hombre no ayuda y el urbanismo desordenado desarrollado en los últimos años en buena parte del planeta y, por supuesto, en la provincia, han multiplicado las consecuencias negativas producidas por un fenómeno meteorológico adverso y extremo como una riada, una sequía prolongada o la granizada del pasado lunes». La reflexión del climatólogo Jorge Olcina, uno de los organizadores junto al catedrático Armando Alberola, del VII Seminario Historia y Clima que finaliza hoy en la Universidad de Alicante, resume las conclusiones del encuentro de expertos en Meteorología celebrado en el Campus de San Vicente.

Los fenómenos atmosféricos extremos no son exclusivos del siglo XXI, cuando más se ha intensificado el debate sobre las consecuencias del denominado cambio climático. Olcina recuerda que las ahora superpopulares «gotas frías» también se producían entre lo siglos XVI y XVIII -periodo del que existe documentación-, pero entonces, ni había tanta posibilidad mediática, «ni el suelo estaba tan ocupado». Olcina, catedrático de Geografía Regional y director del Laboratorio de Climatología de la UA, advierte de que «es cierto que algo está pasando en el clima mundial pero pensamos y así hemos coincidido en el seminario, que habrán de pasar todavía unos 20 años para determinar si realmente estamos ante un cambio del clima a nivel global».

Lo que sí dejó ayer claro este experto y el resto de sus compañeros es que la ocupación desordenada del territorio en los últimos años ha agravado los efectos, por ejemplo, de una riada. «Por eso, cuando ésta se produce, el daño es mucho mayor», subrayó Olcina.

Sobre la teoría actual del calentamiento, en el seminario se han recordado, sin embargo, episodios como el que sufrió Europa durante la segunda mitad del siglo XVIII. El inicio de una fase algo más cálida tras haber sufrido los peores momentos de la denominada Pequeña Edad de Hielo. Periodo marcado por largos periodos dura sequía y terribles tormentas e inundaciones. Granizos y heladas... pero entonces no existían ni la televisión, ni internet. Las tormentas granizo registrados en los últimos días en Alicante son «totalmente normales» a estas alturas del año, según Jorge Olcina. «Mayo y junio son los meses que mayor frecuencia de días de granizo presentan durante el año tanto en España como en el litoral mediterráneo». Según Olcina, el pedrisco se produjo por la instalación de un embolsamiento de aire frío en las capas altas, lo que ha inestabilizado la atmósfera en la zona mediterránea y dio lugar a la formación de tormentas intensas con agua, viento racheado y granizo.