Asturias sufre la mayor gota fría de su historia, con lluvias que triplican los máximos de junio
Vie, 11/06/2010
Asturias sufrió ayer la mayor «gota fría» que ha sido registrada en su historia. Fue un fenómeno tormentoso que inundó, y desbarató, a buena parte de la comarca de Avilés y el Occidente, y que multiplicó por tres la máxima de precipitaciones por metro cuadrado registrada un mes de junio en el Principado. La marca histórica se anotó ayer en Taramundi, con 199 litros por metro cuadrado de máximo acumulado en 24 horas. Hasta ayer el récord pluviométrico en este mes era de 64 litros, que cayeron en Gijón el 28 de junio de 1953. El tiempo inestable continuará por lo menos hasta el lunes, pero amainarán las tormentas y las lluvias irán a menos. La «gota fría» ya pasó.
Las primeras nubes comenzaron a descargar sin tregua en la madrugada del jueves. El Principado se vio obligado a activar durante quince horas el plan de inundaciones, y no era para menos: el servicio de emergencias 112 Asturias atendió 300 incidencias: inundaciones de calles, locales y garajes, y desprendimientos de tierra, en un 50 por ciento. El resto fueron cortes de carreteras, argayos y limpieza de vías.
Los meteorólogos dicen que es lo «nunca visto antes en Asturias», explica José Antonio Maldonado. Le ponen nombre al fenómeno: la «gota fría». Una situación que se produce cuando entran en contacto dos masas de aire, una fría y una caliente. La temperatura en el suelo de Asturias era anteayer de 12 grados, pero a 5.500 metros de altura el termómetro caía hasta los 20 bajo cero. «La masa de aire cálida y húmeda de la costa ascendió rápidamente hasta chocar con el aire frío en altura. Se produjo una condensación brusca y se formaron células de nubes que descargaron cantidades inusuales de agua», aclara Maldonado. El meteorólogo Mario Picazo asegura que «es probable» que el cambio climático haya sido el culpable de una subida de temperatura del Cantábrico en dos grados y este calor inusual provoca este tipo de fenómenos.
El principal daño se lo llevó la industria. La lluvia se alió con la marea alta y provocó la inundación de la planta de Alcoa (450 trabajadores), ubicada en la ría de Avilés, que se vio obligada a parar su producción por primera vez en su historia. La factoría va a estar parada durante «bastante tiempo», explicó el consejero de Industria del Principado, Graciano Torre. Serán meses.
En Gozón, el agua se llevó consigo el emblemático bar El Molín del Puerto, en Podes, y los bomberos tuvieron que evacuar a seis personas, una de ellas en helicóptero. También se produjeron daños en un bar de Verdicio, donde se rescató a otra media docena de personas, y en el camping de Bañugues, donde estaban acampadas 50 personas, que fueron evacuadas. En el bar de Bañugues fue necesario rescatar a una persona en helicóptero. El alcalde de Gozón va a solicitar que el concejo sea declarado zona catastrófica. En Avilés el agua anegó gran parte de los viales de la ciudad. En Castrillón, el río Raíces se desbordó, afectando a varias casas.
En el Occidente la lluvia también se empleó a fondo. Fue necesario desalojar una vivienda en Abres (Vegadeo) por el riesgo de derrumbe, un afluente del Eo se llevó por delante un puente de piedra entre Vegadeo y San Tirso de Abres, se desbordó el Eo anegando la villa veigueña y hubo cortes en carreteras e inundaciones en varias viviendas de Eilale. En el concejo de Taramundi, que el Alcalde pide que sea declarado zona catastrófica, un argayo se desprendió sobre una casa en Lorido, se inundaron los pueblos de Aguillón y Ouria, las tuberías de la capital del concejo quedaron destrozadas y hubo que cortar el suministro. Además, varios pueblos registraron muchas pérdidas económicas: maquinaria, coches y la cabaña ganadera fueron los grandes damnificados de una «gota fría» nunca antes registrada.
Para paliar los efectos de este temporal, la plantilla habitual de Bomberos se reforzó con 17 dotaciones más y también se sumó personal del grupo de rescate y de buceo, y coordinando el operativo estuvieron otras 35 personas. Pese al despliegue hubo que lamentar numerosos daños materiales; afortunadamente, ninguno personal. Los alumnos del Instituto Peñamayor de Nava conocieron ayer cómo se formó la borrasca que ha inundado media Asturias. Fue gracias a un taller de tecnología aeroespacial desarrollado por la Fundación CTIC Sociedad de Información. El monitor, Marcos Álvarez, les explicó las imágenes captadas del satélite «NOAA 17», en las que los estudiantes observaron la evolución: los vientos de África acumularon humedad en el mar Mediterráneo (en las proximidades de las islas Baleares), subieron hasta Francia y bajaron hasta el norte de España haciendo una especie de rosca y descargando intensas lluvias. Álvarez contó con la ayuda de dos alumnos: Darío Blanco y Covadonga Otero, que hicieron las veces de ingeniero de vuelo, él, y de telecomunicaciones, ella. En los escasos diez minutos de conexión con el satélite también descubrieron un incendio en Portugal o la mancha de petróleo en el golfo de México.
Las primeras nubes comenzaron a descargar sin tregua en la madrugada del jueves. El Principado se vio obligado a activar durante quince horas el plan de inundaciones, y no era para menos: el servicio de emergencias 112 Asturias atendió 300 incidencias: inundaciones de calles, locales y garajes, y desprendimientos de tierra, en un 50 por ciento. El resto fueron cortes de carreteras, argayos y limpieza de vías.
Los meteorólogos dicen que es lo «nunca visto antes en Asturias», explica José Antonio Maldonado. Le ponen nombre al fenómeno: la «gota fría». Una situación que se produce cuando entran en contacto dos masas de aire, una fría y una caliente. La temperatura en el suelo de Asturias era anteayer de 12 grados, pero a 5.500 metros de altura el termómetro caía hasta los 20 bajo cero. «La masa de aire cálida y húmeda de la costa ascendió rápidamente hasta chocar con el aire frío en altura. Se produjo una condensación brusca y se formaron células de nubes que descargaron cantidades inusuales de agua», aclara Maldonado. El meteorólogo Mario Picazo asegura que «es probable» que el cambio climático haya sido el culpable de una subida de temperatura del Cantábrico en dos grados y este calor inusual provoca este tipo de fenómenos.
El principal daño se lo llevó la industria. La lluvia se alió con la marea alta y provocó la inundación de la planta de Alcoa (450 trabajadores), ubicada en la ría de Avilés, que se vio obligada a parar su producción por primera vez en su historia. La factoría va a estar parada durante «bastante tiempo», explicó el consejero de Industria del Principado, Graciano Torre. Serán meses.
En Gozón, el agua se llevó consigo el emblemático bar El Molín del Puerto, en Podes, y los bomberos tuvieron que evacuar a seis personas, una de ellas en helicóptero. También se produjeron daños en un bar de Verdicio, donde se rescató a otra media docena de personas, y en el camping de Bañugues, donde estaban acampadas 50 personas, que fueron evacuadas. En el bar de Bañugues fue necesario rescatar a una persona en helicóptero. El alcalde de Gozón va a solicitar que el concejo sea declarado zona catastrófica. En Avilés el agua anegó gran parte de los viales de la ciudad. En Castrillón, el río Raíces se desbordó, afectando a varias casas.
En el Occidente la lluvia también se empleó a fondo. Fue necesario desalojar una vivienda en Abres (Vegadeo) por el riesgo de derrumbe, un afluente del Eo se llevó por delante un puente de piedra entre Vegadeo y San Tirso de Abres, se desbordó el Eo anegando la villa veigueña y hubo cortes en carreteras e inundaciones en varias viviendas de Eilale. En el concejo de Taramundi, que el Alcalde pide que sea declarado zona catastrófica, un argayo se desprendió sobre una casa en Lorido, se inundaron los pueblos de Aguillón y Ouria, las tuberías de la capital del concejo quedaron destrozadas y hubo que cortar el suministro. Además, varios pueblos registraron muchas pérdidas económicas: maquinaria, coches y la cabaña ganadera fueron los grandes damnificados de una «gota fría» nunca antes registrada.
Para paliar los efectos de este temporal, la plantilla habitual de Bomberos se reforzó con 17 dotaciones más y también se sumó personal del grupo de rescate y de buceo, y coordinando el operativo estuvieron otras 35 personas. Pese al despliegue hubo que lamentar numerosos daños materiales; afortunadamente, ninguno personal. Los alumnos del Instituto Peñamayor de Nava conocieron ayer cómo se formó la borrasca que ha inundado media Asturias. Fue gracias a un taller de tecnología aeroespacial desarrollado por la Fundación CTIC Sociedad de Información. El monitor, Marcos Álvarez, les explicó las imágenes captadas del satélite «NOAA 17», en las que los estudiantes observaron la evolución: los vientos de África acumularon humedad en el mar Mediterráneo (en las proximidades de las islas Baleares), subieron hasta Francia y bajaron hasta el norte de España haciendo una especie de rosca y descargando intensas lluvias. Álvarez contó con la ayuda de dos alumnos: Darío Blanco y Covadonga Otero, que hicieron las veces de ingeniero de vuelo, él, y de telecomunicaciones, ella. En los escasos diez minutos de conexión con el satélite también descubrieron un incendio en Portugal o la mancha de petróleo en el golfo de México.