España usa entre 2.000 y 5.000 litros al día de agua en producir un alimento
Mié, 30/06/2010
En España se emplean para la producción diaria de un alimento entre 2.000 y 5.000 litros de agua, de los que se puede disponer "gracias a infraestructuras hidráulicas construidas en los últimos 120 años", pero que obliga a que en el futuro se optimicen los recursos hídricos en la agricultura.
Con un consumo diario por habitante de 3.500 litros de agua, el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias SEIASA del Norte, Graciliano Palomo, ha explicado hoy en un café de redacción organizado por la Agencia EFE que ante el crecimiento de la población y el avance del cambio climático cada vez se hace más necesaria la modernización de regadíos en busca de un ahorro hidráulico.
Y es que solamente para producir un huevo hacen falta 454 litros de agua, que proceden del consumo de la gallina y de los alimentos que a ésta se le suministran y que ya han supuesto para su cultivo unos recursos hídricos previos.
Ante la previsión de la FAO de que en el año 2050 será necesario duplicar la producción de alimentos al alcanzar los nueve mil millones de habitantes en el mundo, la mirada debe estar puesta, según Palomo, en la relación entre la agricultura y la disponibilidad de agua.
Para ello, la propuesta del presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias SEIASA del Norte pasa por reducir el consumo con el paso de un riego por inundación a uno de carácter presurizado y por goteo.
El sistema de riego presurizado permite la reducción de consumo en un treinta por ciento y posibilita un incremento de la productividad de un 35 por ciento, así como la reducción a la mitad de las horas de trabajo.
Estos datos demuestran cómo la modernización de los regadíos está "totalmente justificada", ya que además de mejorar la productividad permite optimizar recursos hídricos "cada vez más limitados por el efecto del cambio climático".
En esta labor de modernización, España se encuentra a la vanguardia mundial, a la altura de las tecnologías aplicadas en los terrenos agrícolas más avanzados del planeta como Israel o California.
Así, en España se han instalado ya sistemas de gestión informáticos que permiten hasta delegar el riego en un ordenador, que lleva incorporado un "pequeño centro meteorológico", que controla aspectos como la humedad, y contempla además las necesidades hídricas de cada cultivo.
De esta forma, el ordenador aconseja al regante, que es quien toma la última decisión, si bien sería posible proceder al riesgo sin presencia física del agricultor.
Palomo ha alabado la "extraordinaria capacidad de adaptación" de los agricultores a las nuevas circunstancias y a una tecnología que permite la reducción en un cincuenta por ciento de su horario laboral.
Con un consumo diario por habitante de 3.500 litros de agua, el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias SEIASA del Norte, Graciliano Palomo, ha explicado hoy en un café de redacción organizado por la Agencia EFE que ante el crecimiento de la población y el avance del cambio climático cada vez se hace más necesaria la modernización de regadíos en busca de un ahorro hidráulico.
Y es que solamente para producir un huevo hacen falta 454 litros de agua, que proceden del consumo de la gallina y de los alimentos que a ésta se le suministran y que ya han supuesto para su cultivo unos recursos hídricos previos.
Ante la previsión de la FAO de que en el año 2050 será necesario duplicar la producción de alimentos al alcanzar los nueve mil millones de habitantes en el mundo, la mirada debe estar puesta, según Palomo, en la relación entre la agricultura y la disponibilidad de agua.
Para ello, la propuesta del presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias SEIASA del Norte pasa por reducir el consumo con el paso de un riego por inundación a uno de carácter presurizado y por goteo.
El sistema de riego presurizado permite la reducción de consumo en un treinta por ciento y posibilita un incremento de la productividad de un 35 por ciento, así como la reducción a la mitad de las horas de trabajo.
Estos datos demuestran cómo la modernización de los regadíos está "totalmente justificada", ya que además de mejorar la productividad permite optimizar recursos hídricos "cada vez más limitados por el efecto del cambio climático".
En esta labor de modernización, España se encuentra a la vanguardia mundial, a la altura de las tecnologías aplicadas en los terrenos agrícolas más avanzados del planeta como Israel o California.
Así, en España se han instalado ya sistemas de gestión informáticos que permiten hasta delegar el riego en un ordenador, que lleva incorporado un "pequeño centro meteorológico", que controla aspectos como la humedad, y contempla además las necesidades hídricas de cada cultivo.
De esta forma, el ordenador aconseja al regante, que es quien toma la última decisión, si bien sería posible proceder al riesgo sin presencia física del agricultor.
Palomo ha alabado la "extraordinaria capacidad de adaptación" de los agricultores a las nuevas circunstancias y a una tecnología que permite la reducción en un cincuenta por ciento de su horario laboral.