Las fuertes lluvias en África occidental causan al menos 100 muertos y amenazan las cosechas
Mié, 11/08/2010
Al menos 100 personas han muerto por inundaciones provocadas por las fuertes lluvias en África occidental, donde miles de casas han sido destruidas, alentando la propagación de enfermedades y las amenazas a la seguridad alimentaria por la destrucción de los cultivos, informaron organizaciones humanitarias.
Millones de personas carecen de alimentos en la región del Sahel, que se extiende al sur del desierto del Sáhara, después de que las sequías del año pasado agotaran las reservas.
La región depende de las cosechas de octubre, que necesitan lluvias, pero los fuertes aguaceros son contraproducentes porque pueden romper el ciclo de plantación a arruinar los campos de cultivo en Chad y Níger, los países más afectados por la escasez.
"En el Sahel la lluvia es bienvenida, pero hace falta repartirla de forma adecuada en el tiempo y el espacio, que es la cuestión más importante ahora", declaró Naouar Labidi, del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM).
El río Níger se desbordó este fin de semana y destruyó varias hectareas de huertas y arrozales, además de obligar a desplazarse al menos a 5.000 personas al rededor de Niamey, según un informe de la la Oficina de la ONU de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Otras 20.000 personas están en situación de riesgo de desplazamientos si continúan las fuertes lluvia, que podrían hacer la vida aún más dura en la región.
"La situación nutricional se está volviendo mucho peor que el año pasado", indica un informe de la agencia de cooperación estadounidense USAID y el sistema de alerta temprana de hambrunas (FEWS). En algunas zonas, los casos de malnutrición aguda se han duplicado desde 2009, constató.
FUERTES LLUVIAS
En otras partes del África occidental, las fuertes lluvias han provocado muertes y daños de otra forma. En la capital de Sierra Leona, Freetown, 16 personas han muerto durante el fin de semana cuando la ladera en la que estaban construidas sus casas se derrumbó a causa de un alud de tierra provocado por las fuertes lluvia, según la Policía local.
"Este desastre ha sucedido porque la gente construye casas en zonas de alto riesgo que han sido declarados como inhabitables por parte del Gobierno", consideró Ahmed Ba, un funcionario de la Oficina de Gestión de Desastres de Sierra Leona, en declaraciones a Reuters.
Al norte, en Camerún, el cólera ha provocado más de 150 muertos en los últimos dos meses. "Desde que se diagnosticó el primer caso en la región a principios de junio, prácticamente no pasa un día sin que se registren nuevos casos", dijo la delegada nacional para la Salud Pública, Rebecca Djao.
"La situación se ha agravado por las fuertes lluvias, las inundaciones, el colapso de las letrinas y la contaminación de los riachuelos, que son la principal fuente de agua potable", añadió.
Las inundaciones y los desprendimientos de tierra estacionales suelen causar muerte y destrucción a lo largo de África occidental. El año pasado, más de medio millón de personas fueron desplazadas por estos fenómenos, que dejaron 190 muertos.
Algunos expertos dicen que las anomalías del tiempo relacionadas con el cambio climático podrían ser la causa de estas precipitaciones más fuerte de los normal, aunque también responsabilizan de las consecuencias a la planificación urbanística y a la superpoblación.
Millones de personas carecen de alimentos en la región del Sahel, que se extiende al sur del desierto del Sáhara, después de que las sequías del año pasado agotaran las reservas.
La región depende de las cosechas de octubre, que necesitan lluvias, pero los fuertes aguaceros son contraproducentes porque pueden romper el ciclo de plantación a arruinar los campos de cultivo en Chad y Níger, los países más afectados por la escasez.
"En el Sahel la lluvia es bienvenida, pero hace falta repartirla de forma adecuada en el tiempo y el espacio, que es la cuestión más importante ahora", declaró Naouar Labidi, del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM).
El río Níger se desbordó este fin de semana y destruyó varias hectareas de huertas y arrozales, además de obligar a desplazarse al menos a 5.000 personas al rededor de Niamey, según un informe de la la Oficina de la ONU de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Otras 20.000 personas están en situación de riesgo de desplazamientos si continúan las fuertes lluvia, que podrían hacer la vida aún más dura en la región.
"La situación nutricional se está volviendo mucho peor que el año pasado", indica un informe de la agencia de cooperación estadounidense USAID y el sistema de alerta temprana de hambrunas (FEWS). En algunas zonas, los casos de malnutrición aguda se han duplicado desde 2009, constató.
FUERTES LLUVIAS
En otras partes del África occidental, las fuertes lluvias han provocado muertes y daños de otra forma. En la capital de Sierra Leona, Freetown, 16 personas han muerto durante el fin de semana cuando la ladera en la que estaban construidas sus casas se derrumbó a causa de un alud de tierra provocado por las fuertes lluvia, según la Policía local.
"Este desastre ha sucedido porque la gente construye casas en zonas de alto riesgo que han sido declarados como inhabitables por parte del Gobierno", consideró Ahmed Ba, un funcionario de la Oficina de Gestión de Desastres de Sierra Leona, en declaraciones a Reuters.
Al norte, en Camerún, el cólera ha provocado más de 150 muertos en los últimos dos meses. "Desde que se diagnosticó el primer caso en la región a principios de junio, prácticamente no pasa un día sin que se registren nuevos casos", dijo la delegada nacional para la Salud Pública, Rebecca Djao.
"La situación se ha agravado por las fuertes lluvias, las inundaciones, el colapso de las letrinas y la contaminación de los riachuelos, que son la principal fuente de agua potable", añadió.
Las inundaciones y los desprendimientos de tierra estacionales suelen causar muerte y destrucción a lo largo de África occidental. El año pasado, más de medio millón de personas fueron desplazadas por estos fenómenos, que dejaron 190 muertos.
Algunos expertos dicen que las anomalías del tiempo relacionadas con el cambio climático podrían ser la causa de estas precipitaciones más fuerte de los normal, aunque también responsabilizan de las consecuencias a la planificación urbanística y a la superpoblación.