La ONU pide 460 millones en ayuda de urgencia a Pakistán

Jue, 12/08/2010

ABC

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió ayer con urgencia 459 millones de dólares para atender a las víctimas de las inundaciones que arrasan Pakistán, ante el riesgo de que el hambre y las enfermedades causen una nueva ola de muertos. Esta ayuda pretende cubrir durante los próximos tres meses necesidades básicas como alimentos, agua potable, servicios sanitarios o tiendas de campaña. La Comisión Europea enviará también ayuda humanitaria por valor de 10 millones de euros, que se suma a los 30 millones ya enviados.

La Autoridad de Desastres de Pakistán ha confirmado hasta la fecha la muerte de 1.303 personas, una cifra que otras fuentes citadas por la cadena estadounidense CNN elevan a 1.600. A ello hay que añadir 14.000 reses de ganado perdidas, dos millones de desplazados, 14 millones de afectados -el 8% de la población del país-, 300.000 viviendas destruidas o dañadas severamente y el 15% del territorio del país anegado, incluidas 1,05 millones de hectáreas de cultivo. Un balance que no incluye los daños materiales y de infraestructuras. Las inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas han desbordado la cuenca del río Indo y sus afluentes, siendo las mayores registradas en Pakistán en los últimos 80 años. La ONU asegura que es el mayor desastre que el país haya afrontado nunca y que va a costarle millones de dólares rehabilitar a las víctimas y reconstruir las infraestructuras derruidas.

La tragedia se ha presentado como una oportunidad idónea para ciertas organizaciones islamistas, que aprovechan para adquirir popularidad entre los afectados, como ya ocurriera en el terremoto de Cachemira en 2005. El enviado especial de la ONU en Pakistán, Jean-Maurice Ripert, alertó en una entrevista concedida al diario «Le Monde» de la posibilidad de que los talibanes puedan aprovechar del desastre «para marcarse puntos». La mejor forma de evitarlo consiste, según Ripert, en ayudar a las autoridades del país. Precisamente la principal autoridad pakistaní, el presidente Asif Ali Zardari, ha sido muy criticado entre sus conciudadanos ya que en el momento de la catástrofe se encontraba de gira en varios países europeos y no regresó a Pakistán hasta la noche del pasado lunes. Zardari se ha defendido de las críticas alegando que gracias a este viaje ha logrado conseguir asistencia de Estados Unidos o el Reino Unido, además de atraer la atención internacional sobre los damnificados.

La estabilidad en Pakistán es fundamental para frenar el auge del islamismo radical en la zona, especialmente en Afganistán. Aunque Pakistán ha sido un tradicional aliado de Estados Unidos y un baluarte de la lucha antiterrorista, la relación entre ambos países sufrió un varapalo hace unas semanas cuando el sitio web WikiLeaks filtró 92.000 documentos militares estadounidenses en algunos de los cuales se acusaba a los servicios de inteligencia pakistaníes de colaborar con los talibanes en ataques contra la coalición de la OTAN en Afganistán.