Ban Ki-moon pide más apoyo al mundo para afrontar las inundaciones de Pakistán
Lun, 16/08/2010
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió ayer en Pakistán a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para ayudar a los millones de afectados por las inundaciones que sufre el país, una catástrofe sin parangón, dijo, que está lejos de terminar. "He visto muchos desastres naturales en todo el mundo, pero nunca nada como esto", declaró Ban en la base aérea militar de Chaklala, cerca de Islamabad, antes de abandonar Pakistán después de una visita de un día.
Tras asegurar que ni el tsunami de 2004 en el sureste asiático o los recientes terremotos en Haití o Chile alcanzan la magnitud de esta catástrofe, el secretario general de la ONU pidió asistencia urgente para unos ocho de los más de 14 millones de damnificados en su comparecencia, junto al presidente paquistaní, Asif Alí Zardari. "Necesitamos más apoyo de la comunidad internacional. Estas inundaciones sin precedentes necesitan una asistencia sin precedentes. Tenemos que movernos rápidamente", subrayó Ban, quien se mostró "convencido" de que el mundo "estará al lado de Pakistán".
"Nunca una parte del mundo ha sufrido este tipo de inundacioción en Pakistán, "ver lo que se ha hecho y lo que necesita hacerse", "escuchar las historias" de la gente, para poder presentar el día 19 un informe en la Asamblea General de la ONU, al que seguirá una sesión plenaria, y movilizar así al mundo de manera más eficaz.
El organismo multilateral presentó la semana pasada un plan de emergencia que requiere casi 460 millones de dólares para proporcionar comida, cobijo, atención sanitaria y acceso a agua potable limpia a los afectados en peor situación durante los próximos noventa días. Pero por el momento sólo una quinta parte de la ayuda solicitada ha sido entregada, algo que algunos analistas creen que se debe al déficit de confianza hacia el Gobierno paquistaní.
A este respecto, el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, aseguró que se creará una comisión independiente para garantizar la transparencia en la distribución de los fondos y del material de asistencia.
Las aguas continúan desbordándose en el país surasiático y lo hacen ahora especialmente en el Punjab y en la provincia suroriental de Sindh, en las que se sigue evacuando a miles de personas, pero vuelven a reaparecer a rachas en el devastado noroeste, donde ayer un riada causó decenas de muertos, según los medios paquistaníes. nes", afirmó por su parte Zardari, quien defendió la gestión del desastre por parte de las diferentes instituciones del Estado y suplicó al mundo que sea generoso con su país y "escuche la voz de la ONU". El presidente paquistaní instó a la nación a permanecer unida para superar las inundaciones, que han anegado ya casi el 17 por ciento del territorio, causado 1.384 muertos, 1.680 heridos y destruido o dañado 722.000 viviendas, según las autoridades. "Tenemos que estar unidos. Este es un asunto a largo plazo. Inshallah (Si Dios quiere) esta crisis hará a nuestra nación más fuerte", clamó Zardari.
Las palabras de ambos mandatarios llegaron al término de una visita relámpago de Ban a varios puntos de una de las áreas más afectadas por los devastadoras inundaciones, el sur de la provincia oriental de Punjab, donde el caudal del río Indo se ha desbordado en algunas zonas llanas hasta 20 y 30 kilómetros. Ban quería observar por sí mismo la situa
Tras asegurar que ni el tsunami de 2004 en el sureste asiático o los recientes terremotos en Haití o Chile alcanzan la magnitud de esta catástrofe, el secretario general de la ONU pidió asistencia urgente para unos ocho de los más de 14 millones de damnificados en su comparecencia, junto al presidente paquistaní, Asif Alí Zardari. "Necesitamos más apoyo de la comunidad internacional. Estas inundaciones sin precedentes necesitan una asistencia sin precedentes. Tenemos que movernos rápidamente", subrayó Ban, quien se mostró "convencido" de que el mundo "estará al lado de Pakistán".
"Nunca una parte del mundo ha sufrido este tipo de inundacioción en Pakistán, "ver lo que se ha hecho y lo que necesita hacerse", "escuchar las historias" de la gente, para poder presentar el día 19 un informe en la Asamblea General de la ONU, al que seguirá una sesión plenaria, y movilizar así al mundo de manera más eficaz.
El organismo multilateral presentó la semana pasada un plan de emergencia que requiere casi 460 millones de dólares para proporcionar comida, cobijo, atención sanitaria y acceso a agua potable limpia a los afectados en peor situación durante los próximos noventa días. Pero por el momento sólo una quinta parte de la ayuda solicitada ha sido entregada, algo que algunos analistas creen que se debe al déficit de confianza hacia el Gobierno paquistaní.
A este respecto, el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, aseguró que se creará una comisión independiente para garantizar la transparencia en la distribución de los fondos y del material de asistencia.
Las aguas continúan desbordándose en el país surasiático y lo hacen ahora especialmente en el Punjab y en la provincia suroriental de Sindh, en las que se sigue evacuando a miles de personas, pero vuelven a reaparecer a rachas en el devastado noroeste, donde ayer un riada causó decenas de muertos, según los medios paquistaníes. nes", afirmó por su parte Zardari, quien defendió la gestión del desastre por parte de las diferentes instituciones del Estado y suplicó al mundo que sea generoso con su país y "escuche la voz de la ONU". El presidente paquistaní instó a la nación a permanecer unida para superar las inundaciones, que han anegado ya casi el 17 por ciento del territorio, causado 1.384 muertos, 1.680 heridos y destruido o dañado 722.000 viviendas, según las autoridades. "Tenemos que estar unidos. Este es un asunto a largo plazo. Inshallah (Si Dios quiere) esta crisis hará a nuestra nación más fuerte", clamó Zardari.
Las palabras de ambos mandatarios llegaron al término de una visita relámpago de Ban a varios puntos de una de las áreas más afectadas por los devastadoras inundaciones, el sur de la provincia oriental de Punjab, donde el caudal del río Indo se ha desbordado en algunas zonas llanas hasta 20 y 30 kilómetros. Ban quería observar por sí mismo la situa