Los magistrados le dan valor legal a las reglas del Trasvase
Vie, 20/08/2010
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dado por bueno otro desembalse del Tajo al Segura aprobado en abril del año pasado, en una sentencia en la que desestima el recurso presentado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. La sección octava de la Sala de lo Contencioso Administrativo se ha guiado por la jurisprudencia que el Tribunal Supremo ha ido asentando durante los últimos años en demandas similares, según la cual no es necesario ningún estudio de impacto ambiental previo a los desembalses, ya que las leyes y preceptos relativos al Trasvase no lo prevén. Cita al Tribunal Supremo para recordar que «simplemente es un trasvase llevado a cabo a través de unas estructuras plenamente consolidadas en el tiempo».
Asimismo, considera suficientemente motivada la decisión de derivar 109 hectómetros, 60 de ellos para los regadíos, porque se ajusta a las reglas de explotación, a la que confiere consistencia jurídica. «Tal regla, al margen de su carácter técnico, indicativo y orientativo, cuenta con el evidente apoyo legal, y lo que es más significativo, ha sido de aplicación en el supuesto de autos, funcionando como justificación de la decisión adoptada». Añaden los magistrados del TSJ madrileño que en la decisión adoptada «queda perfectamente especificado el destino de las aguas trasvasadas».
El Sindicato Central de Regantes se personó en la causa para recordar que en aquellas fechas había 586 hectómetros cúbicos en los embalses de Entrepeñas y Buendía, más del doble del nivel autorizado para trasvasar. En aquel momentos estaba en todo su apogeo la polémica en torno al Estatuto de Castilla-La Mancha.
El presidente de los regantes, José Manuel Claver, destaca dos aspectos de la sentencia. Por un lado la fuerza legal de las reglas de explotación aprobadas en 1997, lo que a su juicio se debe tener en cuenta en el proceso que se ha abierto ahora para revisar este mecanismo. Cree que se puede mejorar, pero sin alterar los preceptos básicos. De otra parte, Claver señala que para los tribunales de justicia está claro el destino de la aguas trasvasadas frente a las críticas al respecto del Gobierno de Castilla-La Mancha. La sentencia del TSJ de Madrid, emitida a finales de junio, no era firme.
Los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han descendido trece hectómetro sus reservas desde la última medición, almacenando esta semana un total de 1.162 hectómetros, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo. El embalse de Entrepeñas ha bajado tres hectómetros y acumula 542, de los 835 hectómetros cúbicos que puede almacenar, mientras que el embalse de Buendía ha descendido diez hectómetros y almacena 620. El pantano del Cenajo, el mayor de la cuenca, a principios de verano.
El presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, Julián Rebollo, ha lamentado que en la cuenca del Segura sigan siendo «pedigüeños» y jugando un papel de «víctimas» a pesar de que la capacidad de sus embalses está «saturada». Al ser preguntado por la situación de los embalses de la cabecera del Tajo, Rebollo ha considerado que los regantes de la cuenca del Segura siguen pidiendo agua aunque tienen «sangradas» las capacidades de sus embalses actualmente, informa Efe. Para Rebollo, es preocupante esa «sensación insaciable» de una zona que sigue reclamando «más y más» a pesar de que sus embalses no pueden almacenar más agua. Según el presidente ribereño, la situación de los embalses de la cabecera es buena después de muchos años, pero es necesario esperar a que la situación se consolide. Rebollo no hizo distinción entre los regadíos tradicionales que se abastecen con aguas propias del Segura y los regadíos del Trasvase, que sólo pueden utilizar caudales de la cabecera del Tajo y de pozos.
Asimismo, considera suficientemente motivada la decisión de derivar 109 hectómetros, 60 de ellos para los regadíos, porque se ajusta a las reglas de explotación, a la que confiere consistencia jurídica. «Tal regla, al margen de su carácter técnico, indicativo y orientativo, cuenta con el evidente apoyo legal, y lo que es más significativo, ha sido de aplicación en el supuesto de autos, funcionando como justificación de la decisión adoptada». Añaden los magistrados del TSJ madrileño que en la decisión adoptada «queda perfectamente especificado el destino de las aguas trasvasadas».
El Sindicato Central de Regantes se personó en la causa para recordar que en aquellas fechas había 586 hectómetros cúbicos en los embalses de Entrepeñas y Buendía, más del doble del nivel autorizado para trasvasar. En aquel momentos estaba en todo su apogeo la polémica en torno al Estatuto de Castilla-La Mancha.
El presidente de los regantes, José Manuel Claver, destaca dos aspectos de la sentencia. Por un lado la fuerza legal de las reglas de explotación aprobadas en 1997, lo que a su juicio se debe tener en cuenta en el proceso que se ha abierto ahora para revisar este mecanismo. Cree que se puede mejorar, pero sin alterar los preceptos básicos. De otra parte, Claver señala que para los tribunales de justicia está claro el destino de la aguas trasvasadas frente a las críticas al respecto del Gobierno de Castilla-La Mancha. La sentencia del TSJ de Madrid, emitida a finales de junio, no era firme.
Los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han descendido trece hectómetro sus reservas desde la última medición, almacenando esta semana un total de 1.162 hectómetros, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo. El embalse de Entrepeñas ha bajado tres hectómetros y acumula 542, de los 835 hectómetros cúbicos que puede almacenar, mientras que el embalse de Buendía ha descendido diez hectómetros y almacena 620. El pantano del Cenajo, el mayor de la cuenca, a principios de verano.
El presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, Julián Rebollo, ha lamentado que en la cuenca del Segura sigan siendo «pedigüeños» y jugando un papel de «víctimas» a pesar de que la capacidad de sus embalses está «saturada». Al ser preguntado por la situación de los embalses de la cabecera del Tajo, Rebollo ha considerado que los regantes de la cuenca del Segura siguen pidiendo agua aunque tienen «sangradas» las capacidades de sus embalses actualmente, informa Efe. Para Rebollo, es preocupante esa «sensación insaciable» de una zona que sigue reclamando «más y más» a pesar de que sus embalses no pueden almacenar más agua. Según el presidente ribereño, la situación de los embalses de la cabecera es buena después de muchos años, pero es necesario esperar a que la situación se consolide. Rebollo no hizo distinción entre los regadíos tradicionales que se abastecen con aguas propias del Segura y los regadíos del Trasvase, que sólo pueden utilizar caudales de la cabecera del Tajo y de pozos.