Intensas lluvias continúan afectando a Nicaragua
Jue, 26/08/2010
Tras los copiosos y sostenidos aguaceros de semanas anteriores, sigue seguido lloviendo en el norte y en los departamentos centrales y de la franja del océano Pacífico, lo que, entre otras graves consecuencias, provocaron el aumento en casi dos metros del nivel de las aguas del lago Xolotlán.
Más de un millar de familias debieron ser evacuadas de zonas de alto riesgo de inundaciones, tanto en Managua, la capital, como en zonas del interior, mientras numerosos ríos se desbordaron, decenas de caminos y vías secundarias se volvieron intransitables al tráfico vehicular y los daños en viviendas destruidas o dañadas parcialmente son considerables.
En el norteño departamento de Nueva Segovia una importante carretera permanece cortada por las aguas, lo que interrumpió el tráfico de vehículos y el abastecimiento de alimentos y combustibles a varios municipios, y en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), la Defensa Civil informó que la crecida del río Coco, que sirve de frontera con Honduras, dejó incomunicadas a cerca de 40 comunidades.
La persistencia de las lluvias y las áreas inundadas amenazan con afectar la producción agrícola y algunas fuentes señalan que ya hay daños irreversibles para la cosecha de granos y otros productos.
En Managua, alrededor de un millar de familias viven en zonas de riesgo y unas 300 deben ser reubicadas de inmediato, especialmente las ubicadas en las zonas bajas cercanas al Xolotlán o junto a los cauces de los ríos, según informó Fidel Moreno, secretario general de la alcaldía capitalina,
Datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales señalan que durante los tres primeros meses de la actual temporada de lluvias, las precipitaciones fueron un 50 por ciento por encima de lo normal y similar comportamiento se proyecta para los próximos días y para los meses de septiembre, octubre y noviembre venideros.
En esta situación, el gobierno central, por intermedio del Sistema de Prevención y Atención a Desastres, emprendió la distribucion de centenares de toneladas de alimentos y de agua potable en las zonas más afectadas, y abastece de productos de primera necesidad a las familias que han sido evacuadas hacia albergues temporales.
Más de un millar de familias debieron ser evacuadas de zonas de alto riesgo de inundaciones, tanto en Managua, la capital, como en zonas del interior, mientras numerosos ríos se desbordaron, decenas de caminos y vías secundarias se volvieron intransitables al tráfico vehicular y los daños en viviendas destruidas o dañadas parcialmente son considerables.
En el norteño departamento de Nueva Segovia una importante carretera permanece cortada por las aguas, lo que interrumpió el tráfico de vehículos y el abastecimiento de alimentos y combustibles a varios municipios, y en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), la Defensa Civil informó que la crecida del río Coco, que sirve de frontera con Honduras, dejó incomunicadas a cerca de 40 comunidades.
La persistencia de las lluvias y las áreas inundadas amenazan con afectar la producción agrícola y algunas fuentes señalan que ya hay daños irreversibles para la cosecha de granos y otros productos.
En Managua, alrededor de un millar de familias viven en zonas de riesgo y unas 300 deben ser reubicadas de inmediato, especialmente las ubicadas en las zonas bajas cercanas al Xolotlán o junto a los cauces de los ríos, según informó Fidel Moreno, secretario general de la alcaldía capitalina,
Datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales señalan que durante los tres primeros meses de la actual temporada de lluvias, las precipitaciones fueron un 50 por ciento por encima de lo normal y similar comportamiento se proyecta para los próximos días y para los meses de septiembre, octubre y noviembre venideros.
En esta situación, el gobierno central, por intermedio del Sistema de Prevención y Atención a Desastres, emprendió la distribucion de centenares de toneladas de alimentos y de agua potable en las zonas más afectadas, y abastece de productos de primera necesidad a las familias que han sido evacuadas hacia albergues temporales.