Los expertos alertan de la llegada de lluvias torrenciales en apenas 15 días
Lun, 30/08/2010
Ayer, el director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Millán Millán, señaló que la ola de calor africano, que trae consigo partículas de arena procedentes del Sáhara, puede contribuir al mantenimiento de la temperatura en superficie, al actuar como una especie de capa protectora que retiene la radiación. Además, insistió en la influencia de la temperatura del Mediterráneo, si bien destacaba la dificultad de predecir dónde se puede producir la descarga de agua.
Por su parte, el jefe de Climatología de Aemet en la delegación valenciana, José Ángel Nuñez, se mostraba más cauto que su compañero de Murcia, al señalar que las mejores previsiones sobre la llegada de la gota fría se deben hacer con «siete u ocho días de antelación», aunque coincidió en las fechas elegidas por Belda al señalar que es la época «habitual».
Ante la previsión de fuertes lluvias, los mecanismos de control ya se han puesto en marcha. Es el caso la campaña de prevención de inundaciones, que obliga a los municipios situados en zonas con riesgo de sufrir avenidas a realizar controles constantes del volumen de precipitaciones o de los caudales de los ríos. Un 50% de la población valenciana vive en los 165 municipios con riesgo de inundación. Y casi la mitad de estos no dispone del plan de acción en caso de emergencia. Las lluvias torrenciales que todos los años visitan la cuenca mediterránea están a la vuelta de la esquina. Es la temida gota fría, de infausto recuerdo en regiones valencianas como la Marina, después de los enormes destrozos provocados en El Verger y el Els Poblets hace tres años.
El fenómeno, que se materializa tras el contacto entre una masa de aire frío en altura y una cálida, situada en superficie, puede dejarse notar en apenas dos semanas, según avanzó ayer el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Murcia, Fernando Belda. Las consecuencias son de sobra conocidas: precipitaciones muy concentradas y de elevada intensidad que provocan verdaderos problemas en campos, ciudades e infraestructuras.
Belda, en declaraciones a Europa Press, apuntó ayer que la gota fría podría llegar a la zona de Levante a partir del 15 de septiembre, si bien prolonga la previsión hasta finales de octubre, al coincidir las principales causas que disparan el fenómeno con el inicio del otoño: el contacto entre el aire frío en cotas altas con las masas más calientes y húmedas de la superficie.
Estas circunstancias se dan, según Belda, con cierta «frecuencia» en Murcia, la Comunitat Valenciana, la parte oriental de Andalucía e incluso en Cataluña y Baleares.
Cuando este fenómeno se desarrolla en un área amplia de terreno, da lugar a fuertes precipitaciones que sólo el año pasado dejaron en la Comunitat hasta 308 litros por metro cuadrado en tres días.
Otro de elementos a tener en cuenta, según Belda, es la orografía del terreno, que en el caso del sureste y el este peninsular, «es compleja y favorece que ciertas zonas se vean favorecidas por esta acumulación de grandes cantidades de precipitación». El responsable de Aemet en Murcia también se refirió a la influencia de la temperatura del mar Mediterráneo, que en septiembre y en octubre todavía está «relativamente cálido». Por lo tanto, cualquier situación que haya de «vientos de levante en niveles bajos de superficie trae humedad y aire cálido que, junto con el aire frío en altura, produce la combinación».
En cuanto a la virulencia, destacó que la gota fría será más o menos persistente en función de la temperatura que haya en los niveles altos y bajos. Y es que, según BelLa normalidad se instala en la Comunitat después de una semana de intenso calor. Tras la caída notable de las temperaturas respecto al viernes, el día más tórrido del verano, la semana que empieza continuará con esta tendencia. Para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, prevé un ligero ascenso de las máximas respecto al día de ayer, aunque dentro de la normalidad.
Por la tarde, aumentará la concentración de nubes en la mitad sur de la Comunitat, especialmente en la provincia de Alicante, lo que puede provocar «alguna tormenta moderada» en el interior. En cuanto a la temperatura nocturna, bajará ligeramente.
Para mañana la predicción es continuista en cuanto a lluvias, aunque variable en lo relacionado con la temperatura, que volverá a descender respecto a los registros de hoy. Eso sí, es posible que se produzcan lluvias dispersas durante la mañana. También habrá riesgo de precipitación el miércoles y el jueves, aunque no se prevén grandes cambios en los termómetros.
Por otro lado, y en relación a las tormentas que asolaron Murcia y Córdoba este mes, el presidente de AEMET, Ricardo García Herrera, aseguró a Europa Press que no se produjo ninguna negligencia por parte de la agencia ante las trombas de agua, que dejaron tres fallecidos en Córdoba. «Ya se demostrará en la comparecencia (en el Congreso) que no ha habido negligencia», dijo Herrera, quien explicó que el Centro de Predicción y Vigilancia de Valencia actuó con los datos que en ese momento había, y que aunque no detectó que iban a producirse tantas precipitaciones en un lugar concreto, sí «acertó en el conjunto de la zona». 2009. El año pasado las lluvias torrenciales se concentraron a finales de septiembre, dejando más de 20.000 escolares sin clase y causando medio centenar de desalojos y rescates. Burriana fue una de las zonas más afectadas.
2008. Llegó durante la primera quincena de octubre. Fueron cuatro días de intensas lluvias que desbordaron el Júcar en la Ribera.
2007. Gravísimos daños en la Marina. Intervino la UME.
Por su parte, el jefe de Climatología de Aemet en la delegación valenciana, José Ángel Nuñez, se mostraba más cauto que su compañero de Murcia, al señalar que las mejores previsiones sobre la llegada de la gota fría se deben hacer con «siete u ocho días de antelación», aunque coincidió en las fechas elegidas por Belda al señalar que es la época «habitual».
Ante la previsión de fuertes lluvias, los mecanismos de control ya se han puesto en marcha. Es el caso la campaña de prevención de inundaciones, que obliga a los municipios situados en zonas con riesgo de sufrir avenidas a realizar controles constantes del volumen de precipitaciones o de los caudales de los ríos. Un 50% de la población valenciana vive en los 165 municipios con riesgo de inundación. Y casi la mitad de estos no dispone del plan de acción en caso de emergencia. Las lluvias torrenciales que todos los años visitan la cuenca mediterránea están a la vuelta de la esquina. Es la temida gota fría, de infausto recuerdo en regiones valencianas como la Marina, después de los enormes destrozos provocados en El Verger y el Els Poblets hace tres años.
El fenómeno, que se materializa tras el contacto entre una masa de aire frío en altura y una cálida, situada en superficie, puede dejarse notar en apenas dos semanas, según avanzó ayer el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Murcia, Fernando Belda. Las consecuencias son de sobra conocidas: precipitaciones muy concentradas y de elevada intensidad que provocan verdaderos problemas en campos, ciudades e infraestructuras.
Belda, en declaraciones a Europa Press, apuntó ayer que la gota fría podría llegar a la zona de Levante a partir del 15 de septiembre, si bien prolonga la previsión hasta finales de octubre, al coincidir las principales causas que disparan el fenómeno con el inicio del otoño: el contacto entre el aire frío en cotas altas con las masas más calientes y húmedas de la superficie.
Estas circunstancias se dan, según Belda, con cierta «frecuencia» en Murcia, la Comunitat Valenciana, la parte oriental de Andalucía e incluso en Cataluña y Baleares.
Cuando este fenómeno se desarrolla en un área amplia de terreno, da lugar a fuertes precipitaciones que sólo el año pasado dejaron en la Comunitat hasta 308 litros por metro cuadrado en tres días.
Otro de elementos a tener en cuenta, según Belda, es la orografía del terreno, que en el caso del sureste y el este peninsular, «es compleja y favorece que ciertas zonas se vean favorecidas por esta acumulación de grandes cantidades de precipitación». El responsable de Aemet en Murcia también se refirió a la influencia de la temperatura del mar Mediterráneo, que en septiembre y en octubre todavía está «relativamente cálido». Por lo tanto, cualquier situación que haya de «vientos de levante en niveles bajos de superficie trae humedad y aire cálido que, junto con el aire frío en altura, produce la combinación».
En cuanto a la virulencia, destacó que la gota fría será más o menos persistente en función de la temperatura que haya en los niveles altos y bajos. Y es que, según BelLa normalidad se instala en la Comunitat después de una semana de intenso calor. Tras la caída notable de las temperaturas respecto al viernes, el día más tórrido del verano, la semana que empieza continuará con esta tendencia. Para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, prevé un ligero ascenso de las máximas respecto al día de ayer, aunque dentro de la normalidad.
Por la tarde, aumentará la concentración de nubes en la mitad sur de la Comunitat, especialmente en la provincia de Alicante, lo que puede provocar «alguna tormenta moderada» en el interior. En cuanto a la temperatura nocturna, bajará ligeramente.
Para mañana la predicción es continuista en cuanto a lluvias, aunque variable en lo relacionado con la temperatura, que volverá a descender respecto a los registros de hoy. Eso sí, es posible que se produzcan lluvias dispersas durante la mañana. También habrá riesgo de precipitación el miércoles y el jueves, aunque no se prevén grandes cambios en los termómetros.
Por otro lado, y en relación a las tormentas que asolaron Murcia y Córdoba este mes, el presidente de AEMET, Ricardo García Herrera, aseguró a Europa Press que no se produjo ninguna negligencia por parte de la agencia ante las trombas de agua, que dejaron tres fallecidos en Córdoba. «Ya se demostrará en la comparecencia (en el Congreso) que no ha habido negligencia», dijo Herrera, quien explicó que el Centro de Predicción y Vigilancia de Valencia actuó con los datos que en ese momento había, y que aunque no detectó que iban a producirse tantas precipitaciones en un lugar concreto, sí «acertó en el conjunto de la zona». 2009. El año pasado las lluvias torrenciales se concentraron a finales de septiembre, dejando más de 20.000 escolares sin clase y causando medio centenar de desalojos y rescates. Burriana fue una de las zonas más afectadas.
2008. Llegó durante la primera quincena de octubre. Fueron cuatro días de intensas lluvias que desbordaron el Júcar en la Ribera.
2007. Gravísimos daños en la Marina. Intervino la UME.