El agua desplaza en dos días a un millón de paquistaníes
Sáb, 28/08/2010
Una brecha de 60 metros en un dique de contención del río Indo a poco más de cien kilómetros de su desembocadura, en Thatta, ha profundizado aún más la catástrofe generalizada que vive Pakistán. Según reconocía ayer Naciones Unidas, en sólo 48 horas las inundaciones han desplazado a un millón más de personas, de manera que la cifra total de damnificados supera los 17 millones.
Ante lo inevitable de la inundación, las autoridades ordenaron la evacuación de la zona y los habitantes de la ciudad de Thatta y de decenas de pequeñas localidades en la margen izquierda del río Indo abandonaron sus casas. Lo mismo sucedió en el norte de la provincia, donde miles de vecinos de los distritos de Kambar yShahdadkot también tuvieron que huir del agua.
Según el portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) en Pakistán, Maurizio Giuliano, la situación en la provincia del Sindh "va de mal en peor".
"Desastre colosal"
"Un desastre que ya es colosal está volviéndose todavía peor, por lo que se necesita una respuesta aún más colosal. La magnitud de esta crisis está alcanzando niveles que van más allá incluso de los temores iniciales", advirtió la ONU en el comunicado que difundió .
"Hemos ido incrementando la ayuda y tenemos que hacerlo mucho más", aunque "las inundaciones parecen determinadas a sobrepasar nuestros esfuerzos", añadió elcoordinador de OCHA, Martin Mogwanja.
Con el río Indo fluyendo a un volumen 40 veces superior al normal y con una superficie inundada de 160.000 kilómetros cuadrados un 20% del territorio paquistaní y el equivalente a un tercio de España, las agencias humanitarias y las autoridades locales ven cómo las necesidades de asistencia crecen a un ritmo mayor que las donaciones y los recursos disponibles.
"Hace días hubo un incremento notable en las donaciones declaraba ayer Giuliano pero parece que se ha parado y hay que mantener un ritmo alto en las aportaciones si queremos seguir salvando vidas".
Hasta ahora, las donaciones totales de la comunidad internacional, entre compromisos y aportaciones consumadas, se acercan a 800 millones de dólares, según datos de Naciones Unidas. Pero los responsables humanitarios temen que esa cifra se quede corta ante el rápido crecimiento de las necesidades de asistencia en todo el país.
Por otra parte, los portavoces de las agencias de Naciones Unidas quisieron ayer restar importancia a las alertas que Estados Unidos ha emitido apuntando a la intención de los talibanes paquistaníes de atentar contra extranjeros que colaboran en la asistencia humanitaria a los damnificados. Los portavoces dijeron no tener informaciones sobre un aumento del riesgo y resaltaron que las agencias internacionales están acostumbradas a trabajar en entornos inseguros en todos los sentidos.
A pesar de ello, un portavoz del grupo de talibanes paquistaníes Tehrik-e Taliban se puso en contacto con el diario local Dawn para confirmar las amenazas, especialmente en el caso de ciudadanos estadounidenses.
Ante lo inevitable de la inundación, las autoridades ordenaron la evacuación de la zona y los habitantes de la ciudad de Thatta y de decenas de pequeñas localidades en la margen izquierda del río Indo abandonaron sus casas. Lo mismo sucedió en el norte de la provincia, donde miles de vecinos de los distritos de Kambar yShahdadkot también tuvieron que huir del agua.
Según el portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) en Pakistán, Maurizio Giuliano, la situación en la provincia del Sindh "va de mal en peor".
"Desastre colosal"
"Un desastre que ya es colosal está volviéndose todavía peor, por lo que se necesita una respuesta aún más colosal. La magnitud de esta crisis está alcanzando niveles que van más allá incluso de los temores iniciales", advirtió la ONU en el comunicado que difundió .
"Hemos ido incrementando la ayuda y tenemos que hacerlo mucho más", aunque "las inundaciones parecen determinadas a sobrepasar nuestros esfuerzos", añadió elcoordinador de OCHA, Martin Mogwanja.
Con el río Indo fluyendo a un volumen 40 veces superior al normal y con una superficie inundada de 160.000 kilómetros cuadrados un 20% del territorio paquistaní y el equivalente a un tercio de España, las agencias humanitarias y las autoridades locales ven cómo las necesidades de asistencia crecen a un ritmo mayor que las donaciones y los recursos disponibles.
"Hace días hubo un incremento notable en las donaciones declaraba ayer Giuliano pero parece que se ha parado y hay que mantener un ritmo alto en las aportaciones si queremos seguir salvando vidas".
Hasta ahora, las donaciones totales de la comunidad internacional, entre compromisos y aportaciones consumadas, se acercan a 800 millones de dólares, según datos de Naciones Unidas. Pero los responsables humanitarios temen que esa cifra se quede corta ante el rápido crecimiento de las necesidades de asistencia en todo el país.
Por otra parte, los portavoces de las agencias de Naciones Unidas quisieron ayer restar importancia a las alertas que Estados Unidos ha emitido apuntando a la intención de los talibanes paquistaníes de atentar contra extranjeros que colaboran en la asistencia humanitaria a los damnificados. Los portavoces dijeron no tener informaciones sobre un aumento del riesgo y resaltaron que las agencias internacionales están acostumbradas a trabajar en entornos inseguros en todos los sentidos.
A pesar de ello, un portavoz del grupo de talibanes paquistaníes Tehrik-e Taliban se puso en contacto con el diario local Dawn para confirmar las amenazas, especialmente en el caso de ciudadanos estadounidenses.