Aemet afirma que el Mediterráneo podría ser una de las áreas más problemáticas con respecto al cambio climático

Lun, 20/09/2010

Europa Press

El presidente de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ricardo García, ha avisado de que la zona del Mediterráneo "podría ser una de las áreas más problemáticas con respecto al cambio climático", si es que no se toma ningún tipo de medidas para evitarlo.
Así lo ha anunciado este lunes García en Córdoba, en el marco de la Conferencia de Satélites Meteorológicos Eumesat 2010, afirmando que, "lo que está claro es que el aumento de los gases de efecto invernadero hace que cambien determinadas variables climáticas, lo cual hace que sea necesario adaptarse" a las mismas. En este contexto, "hay zonas del mundo donde la adaptación no es mala, como por ejemplo en los climas templados, donde tener un grado más de temperatura no sería malo, pero hay otras zonas donde ese aumento de temperaturas está asociado, por ejemplo, a la ocurrencia a un mayor número de fenómenos severos y, en ese caso, sí que hay problemas".
En este último ámbito se sitúa la zona mediterránea, que está ubicada "en la transición entre el clima tropical y clima extra tropical", de forma que se puede ver especialmente afectada "si las cosas se mantienen como están, es decir, si no hay reducciones sustanciales de los gases de efecto invernadero", puede aumentar el número de los mencionados "fenómenos severos", lo que equivale a "precipitaciones más intensas y cambios sustanciales en el ciclo hídrico", lo que equivale, en este último caso, a años de sequía tras años de muchas lluvias, lo cual "puede suponer problemas en la gestión de los recursos hídricos".
En cuanto a los escépticos sobre la realidad del cambio climático, el presidente de Aemet ha subrayado que "lo que dicen las evidencias científicas y que acepta la mayoría del colectivo (de meteorólogos), expresado a través del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, es que no hay dudas de que está ocurriendo un cambio climático con una velocidad que hasta ahora no se había registrado", a lo largo de centenares de miles de años, como lo demuestran "los anillos de hielo", en las pruebas paleoclimáticas ya practicadas.

CONFERENCIA Y NUEVOS SATÉLITES

Esta es una de las cuestiones que analizan desde este miércoles en Córdoba unos 400 expertos en meteorología y satélites meteorológicos de más de 40 países, para tratar sobre la vigilancia del clima y la mejora de la predicción inmediata de fenómenos de alto impacto, como las tormentas o los vientos fuertes y el estudio y la vigilancia de la composición atmosférica.
El encuentro, que se celebrará hasta este viernes, aborda también las observaciones de los flujos oceánicos o las características y las ventajas de los nuevos satélites meteorológicos. La sesión de apertura de este lunes ha comenzado con las intervenciones del director general de la Sociedad Europea de Satélites Meteorológicos (Eumetsat), Lars Prahm, y del presidente de Aemet, Ricardo García, estando prevista igualmente la participación del profesor Paul Crutzen, ganador del Premio Nobel de Química en 1995 y conocido por sus investigaciones sobre el problema de la disminución del ozono estratosférico.
En la conferencia de Córdoba se presenta la nueva generación de satélites europeos Meteosat de Tercera Generación (MTG) que, según han destacado Prahm y García, se distinguen por capacidades mucho más avanzadas que los actuales para detectar la evolución de la atmósfera y sus fenómenos, lo que permitirá mejorar la predicción sobre lluvias torrenciales u otros fenómenos severos para zonas muy localizadas.
El nuevo sistema, cuyo coste total es de 3.000 millones de euros, sustituirá a los actuales satélites Meteosat de Segunda Generación y asegurará la observación desde el espacio del tiempo y el clima hasta al menos el año 2038. Se espera lanzar al espacio el primer satélite en 2018, seguido de un satélite sondeador complementario aproximadamente en un año o año y medio después.
Eumesat es una organización intergubernamental con sede en Darmstadt, Alemania. Cuenta con 25 Estados miembros (Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía y el Reino Unido) y seis Estados cooperantes (Bulgaria, Estonia, Islandia, Lituania, Rumanía y Serbia).

"BASURA ESPACIAL"
Por lo que respecta al control la llamada 'basura espacial', es decir, de los numerosos satélites que siguen orbitando, una vez acabada su vida útil, el director de Desarrollo del Programa Eumetsat, Ernst Koenemann, ha explicado "no hay mucho problema con los satélites estacionarios, que están sobre el Ecuador a 36.000 kilómetros de altura, ya que los problemas están relacionados con los satélites de órbita baja, que vuelan a 800 kilómetros".
En relación con ellos, Eumetsat "tiene acuerdos con Estados Unidos, ya que el sistema de satélites polares es conjunto", de forma que, "para los casos en los que hay peligro de colisiones o de vuelos demasiado cercanos, hay acuerdos para separar los satélites, si es necesario". De hecho, ya ha habido "problemas con satélites volando demasiado cerca y hay un acuerdo de todos los países que lanzan satélites para reducir al máximo los elementos inservibles en el espacio". Por eso, "al final de su vida útil, se les sigue controlando, para que no haya problemas".