El Centro de Recuperación «El Chaparrillo» de la capital continúa analizando las siete aves enfermas, así como las muestras recogidas el pasado viernes en la Laguna del Prado de Pozuelo de Calatrava, tras que el guarda de este paraje diera la voz de alarma a la delegación provincial de Medio Ambiente de la aparición de más de una veintena de ejemplares de aves muertas.

En declaraciones a ABC, el alcalde de esta localidad, Julián Muñoz, manifestó ayer que las investigaciones apuntan a un posible brote de botulismo, aunque mostró prudencia, ya que según explicó «las temperaturas registradas en estas fechas no son propicias para la aparición de enfermedades como está».

En este sentido, Muñoz también apuntó la extrañeza de la aparición de las aves muertas, ya que la Laguna de Pozuelo es «endorreica», lo que supone que confluyen varias aguas en el interior de esta y en las mismas la evaporación, al ser mayor que la alimentación, los lagos salados desaparecen y forman salares. Es por ello por lo que no aparece relacionada con ningún acuífero subterráneo, ya que se trata de una pequeña cuenca hidrológica, consecuencia del defectuoso drenaje de la cuenca del Jabalón por la llanura del Campo de Calatrava.

Además, según explicó el alcalde de la localidad, se da la coincidencia de que este año «la laguna permanece por primera vez con agua tras largas temporadas de sequía». Sin embargo, las aves contagiadas, que aparecieron en la zona sureste, presentaban los síntomas propios de botulismo como la insuficiencia respiratoria, la desnutrición y la deshidratación.

La laguna del Prado acoge una abundante comunidad de aves limícolas durante la época de reproducción, aunque en el invierno, por otra parte, abundan las anátidas de superficie. Además, es un lugar de tránsito de aves migratorias, por lo que las especies que anidan son muy variadas.