La mitad de las 32 especies de peces que viven en los ríos aragoneses son exóticas
Lun, 01/11/2010
El Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón ha editado un catálogo que por primera vez recopila información sobre todas las especies piscícolas presentes en los ríos de la Comunidad. La publicación concluye que en los cauces aragoneses viven 32 tipos de peces distintos, de los cuales prácticamente la mitad -15son especies introducidas.
El libro "Los peces de Aragón" repasa las características, la distribución y el estatus legal de cada uno de esos animales. Además, también incide en cuáles son sus principales amenazas.
Según un reciente informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más de la tercera parte de los peces de agua dulce presentes en Europa está en peligro de extinción por la competencia con especies exóticas, las modificaciones que sufre su hábitat, la contaminación y la sobrepesca. La recopilación realizada por los autores del libro -los naturalistas Manuel Zapater Galve y José Luis Blanco Barlés- ha permitido comprobar que esos mismos problemas son los que más amenazan a las especies autóctonas aragonesas.
Como hasta ahora no se había hecho ningún trabajo sistemático para conocer la distribución de las especies piscícolas en Aragón, para determinarla este catálogo pionero se ha basado en distintos criterios: las bases de datos sobre peces continentales del CSIC y del Ministerio de Medio Ambiente, los resultados de las pescas eléctricas que realizan los técnicos de la DGA, las observaciones personales de científicos, investigadores y aficionados a la pesca... No obstante, los autores del libro recuerdan que la distribución de los peces es algo dinámico, sobre todo en el caso de las especies exóticas que continuamente son introducidas en nuevos cauces. Por el contrario, los peces autóctonos no solo son más estables, sino que en muchos casos están perdiendo territorio. De hecho, solo 3 de las 17 especies nativas que hay en la Comunidad se consideran fuera de peligro: el barbo de Graells, la madrilla y la tenca.
Otras 12, incluidas algunas tan emblemáticas como la anguila, la trucha común, el gobio o la chipa, están catalogadas como vulnerables. Además, también hay 2 especies en peligro de extinción: la madrija y el pez fraile. El catálogo editado por el Consejo de Protección de la Naturaleza considera que, en Aragón, el grupo de amenazas más importante para estos animales son las modificaciones en el hábitat: la construcción de embalses y azudes, los encauzamientos, las extracciones de gravas, las detracciones excesivas de caudal, los cambios en la vegetación de ribera... Otra fuente de problemas es la contaminación en todas sus variantes -los vertidos urbanos o industriales y los nitratos y pesticidas de origen agrícola-. No obstante, los autores del libro ponen especial énfasis en los efectos negativos de la introducción de especies exóticas.
La progresiva expansión accidental o intencionada de estos animales alóctonos está acorralando a las especies nativas, que o bien son depredadas por los recién llegados o bien tienen que competir con ellos por los recursos.
De este modo, buena parte de los animales introducidos por su interés para la pesca -como el siluro, el pez gato, el lucio o la luciopercason grandes cazadores que se alimentan de peces más pequeños y que diezman las especies nativas.
Otros peces exóticos de menor tamaño, como el alburno, han desplazado a los ciprínidos autóctonos -la madrilla, la bermejuela... por su mayor capacidad reproductiva. La trucha arcoiris compite por el hábitat de la trucha común transmitiéndole también enfermedades, y el siluro y el pez gato, además de ser depredadores, ocupan El pez gato negro. las aguas más próximas al fondo de los cauces.
En este sentido, los autores del catálogo destacan que la expansión de las especies alóctonas no afecta solo a la fauna piscícola. Así, la gambusia es un eficaz cazador de pequeños invertebrados y larvas; la carpa y el carpín son especies que alteran la composición de la vegetación acuática aumentando el riesgo de eutrofización; y los grandes depredadores como el siluro o la lucioperca comen anfibios, reptiles, cangrejos...
El Huerva es el único río aragonés que no tiene peces exóticos. En el extremo contrario, en el Ebro se han detectado 10 especies introducidas por solo 6 nativas. La cuenca del Cinca es la más rica con hasta 25 tipos de pez, pero más de la mitad de ellos -13- son invasores. La lucioperca. El lucio puede medir más de un metro y es un depredador veloz y voraz. El black-bass.
El libro "Los peces de Aragón" repasa las características, la distribución y el estatus legal de cada uno de esos animales. Además, también incide en cuáles son sus principales amenazas.
Según un reciente informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más de la tercera parte de los peces de agua dulce presentes en Europa está en peligro de extinción por la competencia con especies exóticas, las modificaciones que sufre su hábitat, la contaminación y la sobrepesca. La recopilación realizada por los autores del libro -los naturalistas Manuel Zapater Galve y José Luis Blanco Barlés- ha permitido comprobar que esos mismos problemas son los que más amenazan a las especies autóctonas aragonesas.
Como hasta ahora no se había hecho ningún trabajo sistemático para conocer la distribución de las especies piscícolas en Aragón, para determinarla este catálogo pionero se ha basado en distintos criterios: las bases de datos sobre peces continentales del CSIC y del Ministerio de Medio Ambiente, los resultados de las pescas eléctricas que realizan los técnicos de la DGA, las observaciones personales de científicos, investigadores y aficionados a la pesca... No obstante, los autores del libro recuerdan que la distribución de los peces es algo dinámico, sobre todo en el caso de las especies exóticas que continuamente son introducidas en nuevos cauces. Por el contrario, los peces autóctonos no solo son más estables, sino que en muchos casos están perdiendo territorio. De hecho, solo 3 de las 17 especies nativas que hay en la Comunidad se consideran fuera de peligro: el barbo de Graells, la madrilla y la tenca.
Otras 12, incluidas algunas tan emblemáticas como la anguila, la trucha común, el gobio o la chipa, están catalogadas como vulnerables. Además, también hay 2 especies en peligro de extinción: la madrija y el pez fraile. El catálogo editado por el Consejo de Protección de la Naturaleza considera que, en Aragón, el grupo de amenazas más importante para estos animales son las modificaciones en el hábitat: la construcción de embalses y azudes, los encauzamientos, las extracciones de gravas, las detracciones excesivas de caudal, los cambios en la vegetación de ribera... Otra fuente de problemas es la contaminación en todas sus variantes -los vertidos urbanos o industriales y los nitratos y pesticidas de origen agrícola-. No obstante, los autores del libro ponen especial énfasis en los efectos negativos de la introducción de especies exóticas.
La progresiva expansión accidental o intencionada de estos animales alóctonos está acorralando a las especies nativas, que o bien son depredadas por los recién llegados o bien tienen que competir con ellos por los recursos.
De este modo, buena parte de los animales introducidos por su interés para la pesca -como el siluro, el pez gato, el lucio o la luciopercason grandes cazadores que se alimentan de peces más pequeños y que diezman las especies nativas.
Otros peces exóticos de menor tamaño, como el alburno, han desplazado a los ciprínidos autóctonos -la madrilla, la bermejuela... por su mayor capacidad reproductiva. La trucha arcoiris compite por el hábitat de la trucha común transmitiéndole también enfermedades, y el siluro y el pez gato, además de ser depredadores, ocupan El pez gato negro. las aguas más próximas al fondo de los cauces.
En este sentido, los autores del catálogo destacan que la expansión de las especies alóctonas no afecta solo a la fauna piscícola. Así, la gambusia es un eficaz cazador de pequeños invertebrados y larvas; la carpa y el carpín son especies que alteran la composición de la vegetación acuática aumentando el riesgo de eutrofización; y los grandes depredadores como el siluro o la lucioperca comen anfibios, reptiles, cangrejos...
El Huerva es el único río aragonés que no tiene peces exóticos. En el extremo contrario, en el Ebro se han detectado 10 especies introducidas por solo 6 nativas. La cuenca del Cinca es la más rica con hasta 25 tipos de pez, pero más de la mitad de ellos -13- son invasores. La lucioperca. El lucio puede medir más de un metro y es un depredador veloz y voraz. El black-bass.