El mejillón cebra ya ha costado más de 19 millones de euros en la cuenca del Ebro
Lun, 14/03/2011
Un estudio de la CHE sobre el impacto económico del mejillón cebra revela que en la cuenca del Ebro esta especie invasora detectada en 2001 ya ha provocado daños por más de 19 millones de euros. El trabajo, que es continuidad de una primera valoración realizada hace cinco años, muestra que los costes relacionados con la plaga se han quintuplicado durante ese tiempo y vaticina que dentro de 15 años habrán superado los 110 millones.
«Estas cifras han dejado bastante atrás las previsiones que se barajaban en 2005 -destacan los autores del informe, Luis Pérez y Pérez y Carlos Chica Moreu-. El coste total alcanzado en 2009, 4,3 millones de euros, es casi la cifra que se preveía alcanzar en 2025». Estos investigadores recalcan también que más de la mitad de los gastos estimados en el estudio corresponden a las distintas administraciones públicas, lo que en su opinión ha evitado que el resto de agentes sociales y económicos haya sufrido pérdidas mayores.
La jefa del servicio de Control Ecológico de la CHE, Concha Durán, subraya por su parte que las cantidades que aparecen en el informe son una estimación mínima. «Son datos obtenidos a través de una encuesta entre más de 1.300 usuarios -explica esta bióloga-. De ellos, 103 contestaron que habían tenido gastos econóAbastecimientos (285.000 euros).
Los abastecimientos fueron, junto con las centrales energéticas, los pioneros en la lucha contra el molusco invasor. En la actualidad las tomas afectadas se concentran en el tramo medio del Ebro, en el Canal Imperial, en el Bajo Ebro, en el embalse de Calanda y en el río Guadalope. Los gastos generados desde 2001 superan los 285.000 euros. Usos lúdicos (322.000 euros).
El estudio de la CHE ha detectado 17 empresas dedicadas a los usos lúdicos del agua que han incurrido en costes económicos por el mejillón cebra por un valor total de más de 322.000 euros. Comunidades de regantes (un millón de euros).
De las 158 comunidades de regantes con riesgo de estar afectadas por la plaga, 37 dijeron sufrirla y 24 habían tenido ya pérdidas económicas. Las zonas afectadas son el eje del Ebro, el canal de Tauste, el Gállego, el canal de Lodosa, el Canal Imperial, las elevaciones desde Mequinenza, el embalse de Calanda y los regadíos situados aguas abajo de Flix. Los daños no empezaron hasta el año 2005, pero desde entonces ya han supuesto más de un millón de euros y los autores del estudio vaticinan que este es el sector en el que más pueden crecer los gastos. Industrias (667.000 euros).
Las industrias no energéticas empezaron a tomar medidas contra el mejillón cebra en 2007, y desde entonces ya se han gastado más de 667.000 euros. Ese dato corresponde únicamente a las diez empresas que reconocieron tener este problema, pero la Confederación insiste en que las cifras reales de afectados son superiores. micos relacionados con el mejillón cebra, pero nos consta que hay otros afectados que han preferido no decir nada». Durán resalta, además, que en todo el mundo se han hecho muy pocos estudios sobre el impacto económico de este molusco invasor. Instalaciones energéticas (4,6 millones de euros).
Siempre según los resultados de la encuesta realizada por la Confederación, en la cuenca del Ebro hay 22 instalaciones de producción energética afectadas por el mejillón cebra. La mayoría son saltos hidroeléctricos, pero en el listado también están térmicas como la de Castejón y las dos centrales nucleares de la demarcación: Ascó y Santa María de Garoña. En total, y desde el año 2001, este tipo de industrias han tenido que hacer frente a unos costes económicos de más de 4,6 millones de euros -3 de ellos en los últimos cinco años-. Esos números las convierten en el segundo usuario más perjudicado. Administraciones públicas (11,8 millones de euros).
El Gobierno central y las autonomías de la cuenca han invertido ya unos 12 millones de euros en investigaciones, campañas de información y sensibilización, tareas de control, vigilancia y regulación... Esa cifra supone más de la mitad de los gastos totales, pero hay que tener en cuenta que solo la planta de filtrado construida en el bitrasvase Ebro-Besaya para evitar que el mejillón cebra salte a las cuencas cantábricas ha costado unos 5 millones. Cuanto más se expande la especie, más instituciones se implican en su control.
«Estas cifras han dejado bastante atrás las previsiones que se barajaban en 2005 -destacan los autores del informe, Luis Pérez y Pérez y Carlos Chica Moreu-. El coste total alcanzado en 2009, 4,3 millones de euros, es casi la cifra que se preveía alcanzar en 2025». Estos investigadores recalcan también que más de la mitad de los gastos estimados en el estudio corresponden a las distintas administraciones públicas, lo que en su opinión ha evitado que el resto de agentes sociales y económicos haya sufrido pérdidas mayores.
La jefa del servicio de Control Ecológico de la CHE, Concha Durán, subraya por su parte que las cantidades que aparecen en el informe son una estimación mínima. «Son datos obtenidos a través de una encuesta entre más de 1.300 usuarios -explica esta bióloga-. De ellos, 103 contestaron que habían tenido gastos econóAbastecimientos (285.000 euros).
Los abastecimientos fueron, junto con las centrales energéticas, los pioneros en la lucha contra el molusco invasor. En la actualidad las tomas afectadas se concentran en el tramo medio del Ebro, en el Canal Imperial, en el Bajo Ebro, en el embalse de Calanda y en el río Guadalope. Los gastos generados desde 2001 superan los 285.000 euros. Usos lúdicos (322.000 euros).
El estudio de la CHE ha detectado 17 empresas dedicadas a los usos lúdicos del agua que han incurrido en costes económicos por el mejillón cebra por un valor total de más de 322.000 euros. Comunidades de regantes (un millón de euros).
De las 158 comunidades de regantes con riesgo de estar afectadas por la plaga, 37 dijeron sufrirla y 24 habían tenido ya pérdidas económicas. Las zonas afectadas son el eje del Ebro, el canal de Tauste, el Gállego, el canal de Lodosa, el Canal Imperial, las elevaciones desde Mequinenza, el embalse de Calanda y los regadíos situados aguas abajo de Flix. Los daños no empezaron hasta el año 2005, pero desde entonces ya han supuesto más de un millón de euros y los autores del estudio vaticinan que este es el sector en el que más pueden crecer los gastos. Industrias (667.000 euros).
Las industrias no energéticas empezaron a tomar medidas contra el mejillón cebra en 2007, y desde entonces ya se han gastado más de 667.000 euros. Ese dato corresponde únicamente a las diez empresas que reconocieron tener este problema, pero la Confederación insiste en que las cifras reales de afectados son superiores. micos relacionados con el mejillón cebra, pero nos consta que hay otros afectados que han preferido no decir nada». Durán resalta, además, que en todo el mundo se han hecho muy pocos estudios sobre el impacto económico de este molusco invasor. Instalaciones energéticas (4,6 millones de euros).
Siempre según los resultados de la encuesta realizada por la Confederación, en la cuenca del Ebro hay 22 instalaciones de producción energética afectadas por el mejillón cebra. La mayoría son saltos hidroeléctricos, pero en el listado también están térmicas como la de Castejón y las dos centrales nucleares de la demarcación: Ascó y Santa María de Garoña. En total, y desde el año 2001, este tipo de industrias han tenido que hacer frente a unos costes económicos de más de 4,6 millones de euros -3 de ellos en los últimos cinco años-. Esos números las convierten en el segundo usuario más perjudicado. Administraciones públicas (11,8 millones de euros).
El Gobierno central y las autonomías de la cuenca han invertido ya unos 12 millones de euros en investigaciones, campañas de información y sensibilización, tareas de control, vigilancia y regulación... Esa cifra supone más de la mitad de los gastos totales, pero hay que tener en cuenta que solo la planta de filtrado construida en el bitrasvase Ebro-Besaya para evitar que el mejillón cebra salte a las cuencas cantábricas ha costado unos 5 millones. Cuanto más se expande la especie, más instituciones se implican en su control.