EL humedal donde quedó estancado el gasóleo dista unos 800 metros del río Ladra y cerca de dos kilómetros de las emblemáticas lagunas de Pozo do Ollo, un ecosistema de gran valor ambiental. El carburante recorrió unos dos kilómetros desde la nave del polígono a la zona inundable donde fue interceptado.

La Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS), que estuvo en alerta, encargó a la empresa Tragsa la retirada del carburante, que se efectuará hoy con máquinas de succionar. La CHMS enviará barreras anticontaminación para colocar, si hace falta, en el humedal begontino. Agentes del Servicio de Protección da Natureza (Seprona) hicieron un informe del accidente, aunque consideran que no hay delito medioambiental al no concurrir dolo ni culpa. En el lugar de los hechos se personaron el alcalde de Begonte, José Antonio Vázquez, el edil de seguridad ciudadana de Lugo, José Rábade, la delegada de Tragsa en Lugo, miembros de Protección Civil de Lugo y el jefe de producción de Biocarburantes de Galicia.

En la ciudad de Lugo el Ayuntamiento completó ayer el llenado de los depósitos de abastecimiento para poner en marcha el plan de emergencias por posible contaminación del río. A lo largo del día de hoy los responsables municipales valorarán si la situación en Begonte está totalmente controlada para volver a la normalidad.

El Concello de Begonte atajó el vertido antes de que llegase al Ladra y pusiese en peligro el suministro de la cuenca alta del Miño