Los expertos abogan por adoptar un pacto de Estado en materia hídrica
Mar, 08/02/2011
Un gran pacto de Estado, entre todos los que tienen algo que decir en materia de agua, para poder abordar un problema tan complejo como es el hídrico en un país como España. Ésa es la receta que ayer defendió el catedrático de la Universidad de Valencia en los actos de clausura del 75 aniversario de la constitución de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
Romero recordó que el agua y la gestión de la misma es uno de los problemas más relevantes que han existido en España desde el año 1902 al menos. «Ya llevamos más de un siglo intentando buscar puntos de encuentro entre actores políticos, económicos en los distintos modelos de Estado que España ha tenido», puntualizó. Una discusión que, pese a lo dilatado de la misma en el tiempo, tal y como subrayó el catedrático de la Universidad de Valencia, continua plenamente vigente. «Todavía sigue la discusión en torno a cómo gestionar un recurso escaso», apuntó Romero.
Un recurso que previsiblemente, según expuso, será aún más escaso a mitad de siglo XXI. Todo ello junto a un elemento que confiere aún una mayor complejidad a este asunto como es el hecho de que tener un modelo de Estado «muy descentralizado» como es el actual.
En este sentido Romero defendió que «la gestión del agua en España no es un problema jurídico, ni siquiera es una cuestión judicial». En su opinión el problema es más de componente política.
De ahí que, a juicio del catedrático de la Universidad de Valencia, esta cuestión «Requiere de mucha voluntad y de intentar concitar voluntades y llegar a algún tipo de acuerdo básico».
Así insistió en la importancia de alcanzar un pacto de Estado en torno al agua, máxime en la medida que se ha desarrollado el Estado autonómico. Para Romero la política en este caso debe pasar por el consenso.
«Los consensos no se decretan, sino que se construyen», advirtió recordando que en el tema del agua hay tres administraciones afectadas: local, regional y estatal. A ello hay que sumar otras esferas que también se ven afectadas tales como actores económicos muy distintos, según explicó, así como actores sociales muy diversos.
«Hasta ahora no hemos tenido mucho éxito, pero nunca es tarde», manifestó insistiendo en que la solución al problema y a las disputas hídricas pasa por un acuerdo de carácter estatal que tenga además las miras puestas en el medio plazo. «El corto plazo no nos ayudará a resolver y la mirada parroquial, o de cada uno de los ámbitos que tienen competencias nos ayudará poco también», añadió.
Parafraseando las palabras del que fuese ministro de Obras Públicas en el primer gobierno constitucional de la II República, Romero aseguró que «deberíamos ser capaces de que la política y las atalayas particulares no nos impidieran resolver un problema tan complejo como éste».
En la conferencia que impartió Romero compartió con los asistentes un análisis sobre el punto en el que se encuentra el país en materia hidrológica, el proceso que ha conducido hasta la situación actual y la agenda que tiene por delante, en relación a la gestión de los recursos hídricos, un «Estado compuesto como es el español». Juan José Moragues (derecha) dialoga con el concejal Sotos junto al invitado de ayer.
Romero recordó que el agua y la gestión de la misma es uno de los problemas más relevantes que han existido en España desde el año 1902 al menos. «Ya llevamos más de un siglo intentando buscar puntos de encuentro entre actores políticos, económicos en los distintos modelos de Estado que España ha tenido», puntualizó. Una discusión que, pese a lo dilatado de la misma en el tiempo, tal y como subrayó el catedrático de la Universidad de Valencia, continua plenamente vigente. «Todavía sigue la discusión en torno a cómo gestionar un recurso escaso», apuntó Romero.
Un recurso que previsiblemente, según expuso, será aún más escaso a mitad de siglo XXI. Todo ello junto a un elemento que confiere aún una mayor complejidad a este asunto como es el hecho de que tener un modelo de Estado «muy descentralizado» como es el actual.
En este sentido Romero defendió que «la gestión del agua en España no es un problema jurídico, ni siquiera es una cuestión judicial». En su opinión el problema es más de componente política.
De ahí que, a juicio del catedrático de la Universidad de Valencia, esta cuestión «Requiere de mucha voluntad y de intentar concitar voluntades y llegar a algún tipo de acuerdo básico».
Así insistió en la importancia de alcanzar un pacto de Estado en torno al agua, máxime en la medida que se ha desarrollado el Estado autonómico. Para Romero la política en este caso debe pasar por el consenso.
«Los consensos no se decretan, sino que se construyen», advirtió recordando que en el tema del agua hay tres administraciones afectadas: local, regional y estatal. A ello hay que sumar otras esferas que también se ven afectadas tales como actores económicos muy distintos, según explicó, así como actores sociales muy diversos.
«Hasta ahora no hemos tenido mucho éxito, pero nunca es tarde», manifestó insistiendo en que la solución al problema y a las disputas hídricas pasa por un acuerdo de carácter estatal que tenga además las miras puestas en el medio plazo. «El corto plazo no nos ayudará a resolver y la mirada parroquial, o de cada uno de los ámbitos que tienen competencias nos ayudará poco también», añadió.
Parafraseando las palabras del que fuese ministro de Obras Públicas en el primer gobierno constitucional de la II República, Romero aseguró que «deberíamos ser capaces de que la política y las atalayas particulares no nos impidieran resolver un problema tan complejo como éste».
En la conferencia que impartió Romero compartió con los asistentes un análisis sobre el punto en el que se encuentra el país en materia hidrológica, el proceso que ha conducido hasta la situación actual y la agenda que tiene por delante, en relación a la gestión de los recursos hídricos, un «Estado compuesto como es el español». Juan José Moragues (derecha) dialoga con el concejal Sotos junto al invitado de ayer.