Los regadíos mediterráneos tradicionales han sufrido un importante deterioro del patrimonio cultural y ecológico que atesoran, según un estudio de la UC3M

Mar, 01/03/2011

Una investigación en la que participa la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) concluye que los regadíos mediterráneos tradicionales han sufrido una importante pérdida del patrimonio cultural y ecológico que atesoran, especialmente tras la modernización de las redes de riego que articulaban estos paisajes.

El punto partida de la investigación son los recientes e intensos procesos de transformación de los regadíos tradicionales en el mundo mediterráneo y su incidencia en la degradación de unos paisajes valiosos desde el punto de vista productivo, patrimonial e identitario.

La investigación aborda la relación entre agua y paisaje en las huertas, así como el tratamiento de sus valores patrimoniales en las actuaciones públicas.

“Resulta imprescindible que la política hidráulica y los proyectos de modernización de las infraestructuras de riego, se diseñen partiendo del principio de la multifuncionalidad de los regadíos, asumido que la eficiencia económica no debe ser el único parámetro para evaluar las decisiones públicas. Se ha de tener presente el valor cultural, patrimonial e incluso ecológico de las redes de distribución de agua”, concluye el profesor de la UC3M, Santiago Fernández Muñoz, autor del estudio junto al catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, Rafael Mata.

La investigación, surgida tras la creación de un panel científico de seguimiento de la política del agua por iniciativa de la Fundación Nueva Cultura del Agua, se ha publicado recientemente en Scripta Nova, la revista de geografía en castellano con mayor índice de impacto en el JCR. En el artículo, tras realizar una propuesta tipológica de los paisajes de regadío tradicional en España, se caracteriza su evolución contemporánea tomando como ejemplo la huerta de Murcia.

Los investigadores han identificado un intenso proceso de transformación de las huertas mediterráneas consecuencia de la reducción de superficie cultivada y una creciente urbanización. Se ha producido al tiempo, señalan los profesores, una pérdida del patrimonio cultural y ecológico que constituían las redes de riego y drenaje, lo que conlleva en su conjunto un fuerte riesgo de desaparición de espacios de grandes méritos de conservación desde la perspectiva cultural, territorial, productiva e incluso biológica.
Un paisaje identitario

Los regadíos históricos constituyen un excelente ejemplo de los paisajes agrarios de los valles mediterráneos en medios secos y semiáridos. “Han sido auténticos oasis agrícolas, uno de los tipos de paisaje más representativos de los espacios mediterráneos españoles, que deben ser incluidos entre los paisajes agrícolas de mayor significado a escala europea, junto con los bocages atlánticos o los open fields del interior del continente”, comenta Santiago Fernández Muñoz, del departamento de Humanidades: Historia, Geografía y Arte de la UC3M. “Para determinadas regiones – añade -, l’horta de Valencia o la huerta de Murcia, son además paisajes tan identitarios como lo puede ser el Retiro para Madrid o Montserrat para Cataluña”.

En la última parte del estudio los investigadores caracterizan algunos impactos de las políticas de modernización sobre los valores patrimoniales de los paisajes regados históricos y apuntan propuestas para la gestión y salvaguarda de estos ámbitos. “Dicha conservación ha de realizarse a través del instrumento de planificación territorial o urbanística que sea de aplicación, o, en su caso, de la figura de patrimonio histórico o de conservación de la naturaleza que, eventualmente, se decida aplicar”, indican los investigadores, que destacan además la “necesaria consideración de determinadas áreas de los regadíos mediterráneos como zonas de ‘protección especial’ (previstas en el Reglamento de Planificación Hidrológica; artículo 23) y que deberían ser incorporadas a los planes hidrológicos de las demarcaciones actualmente en redacción”, concluyen.