Los arroceros del Delta del Ebro han iniciado durante la Semana Santa la inundación de los arrozales para empezar a cultivar de nuevo el arroz, aunque a expensas de la plaga del caracol manzana, que asuela la zona desde hace algunos años.
Así, dentro de unos diez días unas 20.000 hectáreas de arrozales del Delta volverán a estar cubiertas por el agua y se procederá entonces a sembrar el arroz, según fuentes de Unió de Pagesos, sindicato que critica el retraso acumulado en este proceso porque la normativa europea obliga a secar los terrenos a finales de enero.
Por ello, UP ha pedido a la Unión Europea avanzar un mes el secado, una solicitud que también efectuó el pasado día 12 el delegado del Govern en las Tierras del Ebro, Xavier Pallarès, para proseguir la lucha contra el caracol manzana.
La medida propuesta supondría cerrar el agua en diciembre, en lugar de hacerlo en enero, pero permitiendo que los arroceros siguieran recibiendo las ayudas agroambientales que motivaron su implantación.
Con la llegada del buen tiempo, se prevé un incremento del número de ejemplares de caracol manzana, y los payeses están a la expectativa para comprobar si las medidas tomadas para combatir la plaga, con el secado durante seis meses del margen izquierdo del Delta, han dado su fruto ya que, aunque se cree que se eliminó el 80 por ciento de los caracoles, se trata de una especie que se reproduce fácil y rápidamente.
Por otra parte, UP espera una campaña del arroz mediana al haber disminuido la superficie de arrozales que se cultivará, y un aumento del espacio donde se sembrará la variedad de arroz bomba.