Un tercio de la superficie regional resulta idóneo para la agricultura

Jue, 05/05/2011

La Nueva España

El mapa de recursos agroecológicos de Asturias determina que los suelos de alto valor agrario, es decir aquellos que tienen una mayor capacidad productiva, representan en torno a un tercio de la superficie regional, y están en las áreas de más intensa urbanización, por lo que soportan las mayores presiones de las actividades industriales, urbanas y de las infraestructuras.

José Gumuzzio y José Rodríguez, autores del mapa, estiman que el conocimiento de las características de los terrenos y su distribución, que hasta ahora nunca se había considerado de forma científica, permitirá establecer mecanismos adecuados de protección de estos suelos a través de los instrumentos de ordenación del territorio y jurídicos adecuados.

Ángel Luis Álvarez, director general de Desarrollo Rural de la Consejería de Medio Rural, resalta que otros recursos naturales, como el agua, el aire o la fauna y la flora, reciben mucha más atención, a veces «porque sus efectos sobre la vida son más espectaculares, inmediatos o visibles, y a veces porque resultan más atractivos o llamativos desde el punto de vista mediático».

Añade que del suelo se habla muy poco «a pesar de que es el soporte de la vida en la tierra fundamental para el desarrollo de las actividades productivas del sector primario».

En el caso de Asturias, el director general justifica la necesidad de intervención pública para proteger las zonas más sensibles. «Por las condiciones en que tienen que desarrollar su trabajo los ganaderos y agricultores debido al carácter montañoso de la mayor parte del territorio».

El mapa de evaluación de recursos agroecológicos de Asturias, hecho a escala 1:50.000, se ha elaborado para mejorar el conocimiento de los recursos agrarios de nuestra región como condición necesaria para su conservación y mejora.

Los expertos reconocen que algunas zonas ya son irrecuperables. «Evidentemente no vamos a derribar ciudades y pueblos», indica Alvarez. Pero estima que al menos, el mapa permitirá conocer mejor el suelo y será un instrumento que ayude a todos los agentes sociales y económicos y a todas las administraciones públicas en el objetivo de protegerlo y mejorarlo».

También será un instrumento útil para determinar las zonas de alto riesgo de inundación, cercanas a los cauces de los ríos, a la hora de diseñar plantaciones y construcciones. El proyecto se ha realizado en colaboración con el Gobierno de Navarra, lo que ha permitido un intercambio de experiencias en la identificación de problemas.