Deslizamientos de tierra: cómo la lluvia secó el agua potable en Panamá
Mar, 24/05/2011
Para medir los efectos de una tormenta prolongada a largo plazo en la Cuenca del Canal de Panamá en 2010, Robert Stallard, científico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales e hidrólogo investigador del Servicio Geológico de Estados Unidos, y Armando Ubeda, director del prorama LightHawk Mesoamerica, organizaron 4 sobrevuelos por la Cuenca del Canal para crear un mapa digital de las cicatrices que han dejado los deslizamientos en marzo del 2010.
La Cuenca del Canal de Panamá se inundó con 2 pies de agua por las fuertes lluvias entre diciembre 7 y 10 del 2010. Los deslizamientos tumbaron árboles y destrozaron pendientes, entorpeciendo el paso de los ríos con sedimentos, abrumando a la planta potabilizadora de Chilibre. Las inundaciones causaron el cierre del Canal de Panamá por primera vez desde 1935. A pesar del diluvio la afluencia de sedimentos en el agua obligó a las autoridades a cerrar la planta potabilizadora dejando a un millón de residentes de Panamá sin agua potable durante casi un mes.
LightHawk, una organización conservacionista de Estados Unidos, dona vuelos para esfuerzos de investigación y conservación. El capitán David Cole, piloto jubilado de United Airlines, voló el avión Cessna 206. Los cuatro vuelos resultaron en imágenes de 495 kilómetros cuadrados de la cuenca. Stallard observó una gran cantidad de cicatrices formadas por los deslizamientos a raíz de la tormentas en diciembre, apoyando su predicción de que los deslizamientos fueron responsables por el sedimento que interrumpió el suministro de agua en Panamá.
El nuevo mapa de la erosión en la Cuenca del Canal permitirá a Stallard y colaboradores de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) calcular el riesgo de futuras tormentas y diseñar estrategias para al reducir los efectos que puedan repercutir en el suministro de agua en Panamá.
Hidrólogos tropicales concuerdan que los sedimentos de los ríos son el resultado de la erosión de los suelos por medio de los deslizamientos de tierra. En 1985, Stallard predijo que las erosiones profundas, y no las superficiales, son el proceso principal para controlar los niveles químicos y sedimentos en muchos ríos tropicales que pasan por zonas montañosas. Pocos estudios se han realizado para poner a prueba esta predicción.
La deforestación de las laderas escarpadas es el factor principal que determina el número de deslizamientos de tierra. Seis décadas de fotografías aéreas en paisajes similares en Puerto Rico y analizadas por investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos demostró que la frecuencia de deslizamientos es el doble fuera de reservas naturales, y que las carreteras y otras infraestructuras hacen que los deslizamientos de tierra sean ocho veces mas probables. Aunque los deslizamientos ocurren en bosques naturales, el objetivo es limitar su impacto por medio del uso de prácticas apropiadas del uso de las tierras.
“Con el desarrollo, la intensidad de deslizamientos aumenta dramáticamente,” dijo Stallard. “En su historia, la cuenca del Canal de Panamá ha experimentado grandes inundaciones. Es difícil predecir si las futuras inundaciones estarán acompañadas por deslizamientos tan desastrozos como los producidos por el huracán Mitch en América Central.”
Es posible controlar la erosión. El Instituto Smithsonian en conjunto con la ACP y ANAM, están llevando a cabo un experimento de 700 hectáreas en la cuenca del Canal patrocinado por el HSBC Climate Partnership para comparar los efectos de los difrentes usos de los suelos, tales como la ganadería o la reforestación con especies nativas de árboles en el suministro de agua, almacenamiento de carbono y la biodiversidad. Stallard espera que esta investigación proporcione nueva información acerca de los usos del suelo que proporcionan un suministro estable de agua para el Canal.
Con las primeras lluvias en mayo, los ocho meses de la temporada lluviosa comienzan de nuevo en Panamá central. El agua fluye libremente, los ríos están despejados y el Canal de Panamá opera sin dificultades. Pero las cicatrices dejadas por deslizamientos pasados continúan causando erosión secundaria por lo que desplazará sedimentos de la empinada, lluviosa y accidentada cuenca del Canal de Panamá en el 2011. Los efectos a largo plazo de la tormenta del 2010 podrán continuar como nuevas interruciones al suministro de agua potable en el 2011.
La Cuenca del Canal de Panamá se inundó con 2 pies de agua por las fuertes lluvias entre diciembre 7 y 10 del 2010. Los deslizamientos tumbaron árboles y destrozaron pendientes, entorpeciendo el paso de los ríos con sedimentos, abrumando a la planta potabilizadora de Chilibre. Las inundaciones causaron el cierre del Canal de Panamá por primera vez desde 1935. A pesar del diluvio la afluencia de sedimentos en el agua obligó a las autoridades a cerrar la planta potabilizadora dejando a un millón de residentes de Panamá sin agua potable durante casi un mes.
LightHawk, una organización conservacionista de Estados Unidos, dona vuelos para esfuerzos de investigación y conservación. El capitán David Cole, piloto jubilado de United Airlines, voló el avión Cessna 206. Los cuatro vuelos resultaron en imágenes de 495 kilómetros cuadrados de la cuenca. Stallard observó una gran cantidad de cicatrices formadas por los deslizamientos a raíz de la tormentas en diciembre, apoyando su predicción de que los deslizamientos fueron responsables por el sedimento que interrumpió el suministro de agua en Panamá.
El nuevo mapa de la erosión en la Cuenca del Canal permitirá a Stallard y colaboradores de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) calcular el riesgo de futuras tormentas y diseñar estrategias para al reducir los efectos que puedan repercutir en el suministro de agua en Panamá.
Hidrólogos tropicales concuerdan que los sedimentos de los ríos son el resultado de la erosión de los suelos por medio de los deslizamientos de tierra. En 1985, Stallard predijo que las erosiones profundas, y no las superficiales, son el proceso principal para controlar los niveles químicos y sedimentos en muchos ríos tropicales que pasan por zonas montañosas. Pocos estudios se han realizado para poner a prueba esta predicción.
La deforestación de las laderas escarpadas es el factor principal que determina el número de deslizamientos de tierra. Seis décadas de fotografías aéreas en paisajes similares en Puerto Rico y analizadas por investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos demostró que la frecuencia de deslizamientos es el doble fuera de reservas naturales, y que las carreteras y otras infraestructuras hacen que los deslizamientos de tierra sean ocho veces mas probables. Aunque los deslizamientos ocurren en bosques naturales, el objetivo es limitar su impacto por medio del uso de prácticas apropiadas del uso de las tierras.
“Con el desarrollo, la intensidad de deslizamientos aumenta dramáticamente,” dijo Stallard. “En su historia, la cuenca del Canal de Panamá ha experimentado grandes inundaciones. Es difícil predecir si las futuras inundaciones estarán acompañadas por deslizamientos tan desastrozos como los producidos por el huracán Mitch en América Central.”
Es posible controlar la erosión. El Instituto Smithsonian en conjunto con la ACP y ANAM, están llevando a cabo un experimento de 700 hectáreas en la cuenca del Canal patrocinado por el HSBC Climate Partnership para comparar los efectos de los difrentes usos de los suelos, tales como la ganadería o la reforestación con especies nativas de árboles en el suministro de agua, almacenamiento de carbono y la biodiversidad. Stallard espera que esta investigación proporcione nueva información acerca de los usos del suelo que proporcionan un suministro estable de agua para el Canal.
Con las primeras lluvias en mayo, los ocho meses de la temporada lluviosa comienzan de nuevo en Panamá central. El agua fluye libremente, los ríos están despejados y el Canal de Panamá opera sin dificultades. Pero las cicatrices dejadas por deslizamientos pasados continúan causando erosión secundaria por lo que desplazará sedimentos de la empinada, lluviosa y accidentada cuenca del Canal de Panamá en el 2011. Los efectos a largo plazo de la tormenta del 2010 podrán continuar como nuevas interruciones al suministro de agua potable en el 2011.