Expertos advierten sobre mal año de tifones mientras la sequía azota a China
Jue, 26/05/2011
Expertos del Centro de Control de Sequías e Inundaciones de China advirtieron que este año podrían llegar a territorio chino más tifones que en temporadas anteriores, agravando la situación climatológica en las regiones del centro y este del país, que actualmente sufren su peor sequía en medio siglo.
De acuerdo con la institución estatal, este verano podrían alcanzar las costas chinas entre siete y nueve tifones, una cifra ligeramente mayor que otros años, y además éstos podrían llegar antes de lo esperado, causando "daños más graves que en el pasado".
Por ello, el centro recomendó a los gobiernos locales que mejoren las medidas preventivas en regiones montañosas con riesgos de corrimiento de tierras, donde otros años los tifones llegan a causar cientos o hasta miles de muertos cada verano.
Las advertencias llegan en un momento que ya es crítico para la mitad sur de China, especialmente en la cuenca del río Yangtzé, donde vive casi un tercio de la población nacional (400 millones de personas) y en algunas zonas las precipitaciones anuales son un 80 por ciento menores de lo habitual.
La televisión china ha mostrado dramáticas imágenes de extensos lagos completamente secos, con barcos pesqueros y de transporte varados en el lecho sin agua, así como pescadores y navegantes desesperados por la situación.
Sólo en la provincia de Hubei, en el centro del país y del curso del Yangtzé, se calcula que hay más de 9 millones de personas afectadas por la sequía, que, de continuar, pone en peligro 890.000 hectáreas de cultivos en uno de los centros arroceros del gigante asiático.
En la provincia se encuentra precisamente la Presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidráulico del país, que ha tenido que liberar en varias ocasiones agua para intentar paliar la sequía río abajo.
Dos de los mayores lagos de agua dulce de China, el Dongting y el Poyang, se han secado parcialmente, así como uno de los mayores afluentes del Yangtsé, el río Han.
La falta de agua en una zona que otros años ya por estas fechas sufre inundaciones ha lanzado entre los expertos la pregunta de si la masiva construcción de grandes presas en el Yangtzé y otros ríos de la China húmeda ha sido uno de los factores causantes de los actuales problemas.
Aunque el Gobierno chino defiende sus proyectos, argumentando que es simplemente la ausencia de precipitaciones el principal factor, expertos citados esta semana por la prensa oficial destacaron que muchas grandes presas en el país se construyeron sin tener en cuenta sus efectos a largo plazo.
Si bien Hubei es la principal provincia afectada, otras de la cuenca también sufren sequías, tales como Hunan, Jiangxi, Anhui, Zhejiang, Jiangsu o la municipalidad de Shanghái, donde la escasez de agua ha aumentado de forma alarmante los niveles de salinidad en el abastecimiento urbano.
El problema afecta también a especies en peligro de extinción, como el delfín del Yangtzé, que debido a la falta de agua ha visto reducido a la mitad su hábitat, una situación que de prolongarse podría ser fatal para un animal del que sólo hay un millar de ejemplares, incluso menos que del más conocido oso panda.
Irónicamente, mientras el Yangtzé sufre su peor sequía desde 1954, se han iniciado en su caudal los primeros cruceros de lujo, que parten desde la ciudad de Chongqing, situada en una zona aún no afectada por la escasez de precipitaciones pero ya cercana a las Tres Gargantas.
Un barco de 136 metros de eslora y 17 de altura (el equivalente a un edificio de seis pisos) se ocupa de estos cruceros, en los que pueden viajar 350 turistas por precios que oscilan entre los 460 y los 5.000 dólares.
El Yangtzé mide 6.397 kilómetros, y su delta, en la que se halla Shanghái, es la región más rica del gigante asiático.
De acuerdo con la institución estatal, este verano podrían alcanzar las costas chinas entre siete y nueve tifones, una cifra ligeramente mayor que otros años, y además éstos podrían llegar antes de lo esperado, causando "daños más graves que en el pasado".
Por ello, el centro recomendó a los gobiernos locales que mejoren las medidas preventivas en regiones montañosas con riesgos de corrimiento de tierras, donde otros años los tifones llegan a causar cientos o hasta miles de muertos cada verano.
Las advertencias llegan en un momento que ya es crítico para la mitad sur de China, especialmente en la cuenca del río Yangtzé, donde vive casi un tercio de la población nacional (400 millones de personas) y en algunas zonas las precipitaciones anuales son un 80 por ciento menores de lo habitual.
La televisión china ha mostrado dramáticas imágenes de extensos lagos completamente secos, con barcos pesqueros y de transporte varados en el lecho sin agua, así como pescadores y navegantes desesperados por la situación.
Sólo en la provincia de Hubei, en el centro del país y del curso del Yangtzé, se calcula que hay más de 9 millones de personas afectadas por la sequía, que, de continuar, pone en peligro 890.000 hectáreas de cultivos en uno de los centros arroceros del gigante asiático.
En la provincia se encuentra precisamente la Presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidráulico del país, que ha tenido que liberar en varias ocasiones agua para intentar paliar la sequía río abajo.
Dos de los mayores lagos de agua dulce de China, el Dongting y el Poyang, se han secado parcialmente, así como uno de los mayores afluentes del Yangtsé, el río Han.
La falta de agua en una zona que otros años ya por estas fechas sufre inundaciones ha lanzado entre los expertos la pregunta de si la masiva construcción de grandes presas en el Yangtzé y otros ríos de la China húmeda ha sido uno de los factores causantes de los actuales problemas.
Aunque el Gobierno chino defiende sus proyectos, argumentando que es simplemente la ausencia de precipitaciones el principal factor, expertos citados esta semana por la prensa oficial destacaron que muchas grandes presas en el país se construyeron sin tener en cuenta sus efectos a largo plazo.
Si bien Hubei es la principal provincia afectada, otras de la cuenca también sufren sequías, tales como Hunan, Jiangxi, Anhui, Zhejiang, Jiangsu o la municipalidad de Shanghái, donde la escasez de agua ha aumentado de forma alarmante los niveles de salinidad en el abastecimiento urbano.
El problema afecta también a especies en peligro de extinción, como el delfín del Yangtzé, que debido a la falta de agua ha visto reducido a la mitad su hábitat, una situación que de prolongarse podría ser fatal para un animal del que sólo hay un millar de ejemplares, incluso menos que del más conocido oso panda.
Irónicamente, mientras el Yangtzé sufre su peor sequía desde 1954, se han iniciado en su caudal los primeros cruceros de lujo, que parten desde la ciudad de Chongqing, situada en una zona aún no afectada por la escasez de precipitaciones pero ya cercana a las Tres Gargantas.
Un barco de 136 metros de eslora y 17 de altura (el equivalente a un edificio de seis pisos) se ocupa de estos cruceros, en los que pueden viajar 350 turistas por precios que oscilan entre los 460 y los 5.000 dólares.
El Yangtzé mide 6.397 kilómetros, y su delta, en la que se halla Shanghái, es la región más rica del gigante asiático.