Medio Ambiente aprueba la restauración del bajo Sella, entre Cangas y Ribadesella
Mar, 21/06/2011
La Secretaría de Estado de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha formulado la evaluación de impacto ambiental del proyecto de restauración fluvial del bajo Sella que promueve la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). El Ministerio ha dicho «sí» al proyecto, siempre y cuando se cumplan algunas condiciones para proteger el medio ambiente y los recursos naturales. La inversión será de unos seis millones de euros y afectará a un tramo de unos veinticuatro kilómetros, entre las localidades de Cangas de Onís y Santianes del Agua, en Ribadesella.
El «visto bueno» del Gobierno central implica el definitivo desbloqueo del proyecto, aunque la CHC no supo precisar ayer la fecha del inicio de los trabajos. En todo caso, si no hay retrasos de última hora, las obras podrían comenzar antes de que finalice este año. El Ministerio exige a la CHC la recuperación, en la medida de lo posible, de los procesos fluviales que definen la dinámica natural del río. También deberá la Confederación recuperar los valores paisajísticos y establecer infraestructuras que permitan el «uso sostenible» del río.
La actuación prevista por la CHC plantea actuaciones puntuales, como la retirada de rellenos u obstáculos o las actuaciones en las riberas. El proyecto afecta al lugar de interés comunitario (LIC) «Río Sella», con excelentes representaciones de bosques de ribera, constituidos por alisedas y saucedas.
La propia CHC había incluido en el proyecto una batería de medidas preventivas y correctoras para que las obras provocasen el menor impacto ambiental posible. Estas medidas han sido ahora completadas por el Ministerio, que ha tenido en cuenta el hecho de que los trabajos se desarrollarán en un espacio de la red Natura. En todo caso, Medio Ambiente ha concluido que el proyecto no causará impactos significativos sobre el medio ambiente.
El primer documento del proyecto de restauración del bajo Sella fue presentado en Arriondas hace dos años, bajo el lema «Por un Sella excelente». Una de las principales modificaciones respecto a aquel primer documento fue ampliar el ámbito de actuación de la localidad canguesa de Les Roces hasta la capital del concejo. Otra, el acondicionamiento de varias zonas de embarque y desembarque de canoas, así como áreas de descanso.
La propuesta de habilitar embarcaderos públicos en fincas privadas queda anulada. Habrá zonas de embarque de canoas, entre otros lugares, en Margolles (Cangas de Onís) y Fríes (Ribadesella). Asimismo, habrá una zona de desembarque final en Los Campos de Oba, en Ribadesella. El proyecto prevé la mejora de la senda entre Cangas de Onís y Arriondas, se recuperarán 44 hectáreas de bosque de ribera y se eliminarán las especies invasoras del entorno del Sella. Además, se construirán dos refugios para pescadores y un aparcamiento.
La CHC retirará restos de antiguas presas, pasarelas y escolleras, y plantará especies arbóreas autóctonas, eliminando las invasoras. Asimismo, se retirarán zonas de relleno del actual cauce para que el río discurra de nuevo por su cauce original. En la zona de Triongu (Cangas de Onís) se retirarán dos hectáreas y media de material de relleno y se ampliará la zona de evacuación, para evitar nuevas inundaciones, como la que sufrió la localidad hace un año.
La ejecución del proyecto implicará el desmantelamiento de las actuales instalaciones de depuración en torno al río Chicu, a excepción de las actualmente utilizadas por la Piragüera, muy próximas a la desembocadura de este afluente en el río Sella. Se reubicará la balsa de pretratamiento de vertidos utilizada por una quesería y se eliminará la mota existente en la margen izquierda del río Chico, desde aproximadamente 100 metros aguas abajo del puente a Pendás hasta la confluencia con el río Sella.
Un ambicioso proyecto con 6 millones de inversión La Confederación prevé retirar rellenos y obstáculos en el cauce, mejorar las riberas y habilitar zonas de embarque de canoas y áreas de descanso
El «visto bueno» del Gobierno central implica el definitivo desbloqueo del proyecto, aunque la CHC no supo precisar ayer la fecha del inicio de los trabajos. En todo caso, si no hay retrasos de última hora, las obras podrían comenzar antes de que finalice este año. El Ministerio exige a la CHC la recuperación, en la medida de lo posible, de los procesos fluviales que definen la dinámica natural del río. También deberá la Confederación recuperar los valores paisajísticos y establecer infraestructuras que permitan el «uso sostenible» del río.
La actuación prevista por la CHC plantea actuaciones puntuales, como la retirada de rellenos u obstáculos o las actuaciones en las riberas. El proyecto afecta al lugar de interés comunitario (LIC) «Río Sella», con excelentes representaciones de bosques de ribera, constituidos por alisedas y saucedas.
La propia CHC había incluido en el proyecto una batería de medidas preventivas y correctoras para que las obras provocasen el menor impacto ambiental posible. Estas medidas han sido ahora completadas por el Ministerio, que ha tenido en cuenta el hecho de que los trabajos se desarrollarán en un espacio de la red Natura. En todo caso, Medio Ambiente ha concluido que el proyecto no causará impactos significativos sobre el medio ambiente.
El primer documento del proyecto de restauración del bajo Sella fue presentado en Arriondas hace dos años, bajo el lema «Por un Sella excelente». Una de las principales modificaciones respecto a aquel primer documento fue ampliar el ámbito de actuación de la localidad canguesa de Les Roces hasta la capital del concejo. Otra, el acondicionamiento de varias zonas de embarque y desembarque de canoas, así como áreas de descanso.
La propuesta de habilitar embarcaderos públicos en fincas privadas queda anulada. Habrá zonas de embarque de canoas, entre otros lugares, en Margolles (Cangas de Onís) y Fríes (Ribadesella). Asimismo, habrá una zona de desembarque final en Los Campos de Oba, en Ribadesella. El proyecto prevé la mejora de la senda entre Cangas de Onís y Arriondas, se recuperarán 44 hectáreas de bosque de ribera y se eliminarán las especies invasoras del entorno del Sella. Además, se construirán dos refugios para pescadores y un aparcamiento.
La CHC retirará restos de antiguas presas, pasarelas y escolleras, y plantará especies arbóreas autóctonas, eliminando las invasoras. Asimismo, se retirarán zonas de relleno del actual cauce para que el río discurra de nuevo por su cauce original. En la zona de Triongu (Cangas de Onís) se retirarán dos hectáreas y media de material de relleno y se ampliará la zona de evacuación, para evitar nuevas inundaciones, como la que sufrió la localidad hace un año.
La ejecución del proyecto implicará el desmantelamiento de las actuales instalaciones de depuración en torno al río Chicu, a excepción de las actualmente utilizadas por la Piragüera, muy próximas a la desembocadura de este afluente en el río Sella. Se reubicará la balsa de pretratamiento de vertidos utilizada por una quesería y se eliminará la mota existente en la margen izquierda del río Chico, desde aproximadamente 100 metros aguas abajo del puente a Pendás hasta la confluencia con el río Sella.
Un ambicioso proyecto con 6 millones de inversión La Confederación prevé retirar rellenos y obstáculos en el cauce, mejorar las riberas y habilitar zonas de embarque de canoas y áreas de descanso