WWF pedirá al Consejo de Participación de Doñana medidas concretas para la recuperación de las cuencas vertientes

Dom, 26/06/2011

Europa Press

El grupo ecologista WWF presentará al Pleno de Participación del Consejo de Participación de Doñana, que tendrá lugar el próximo 1 de julio, una propuesta de resolución en relación con las cuencas vertientes al Espacio Natural y la protección y restauración del Espacio Fluvial de la Comarca de Doñana, "una medida básica para la conservación de las marismas".

El responsable de la Oficina para Doñana de WWF, Juan José Carmona, ha afirmado a Europa Press ha señalado que este asunto "viene de largo, pues existen informes de hace una década que ya alertaban de la situación hidrológica en Doñana". Además, asegura que ahora presentan un paquete de "medidas concretas para que el Consejo de Participación las exija a la Administración andaluza y al Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM)".

Para WWF, la restauración de las cuencas vertientes es una medida "básica" para la conservación de las marismas de Doñana, junto con otras actuaciones como son el asegurar los caudales ecológicos para el Espacio Natural, definir anualmente un plan de extracciones para el acuífero, controlar las extracciones legales y eliminar las ilegales, culminar el proyecto Doñana 2005 y desarrollar una nueva propuesta 'Doñana 2019' de restauración de las cuencas vertientes y los acuíferos.

Además, según expresa WWF en su boletín digital, recogido por Europa Press, diversos estudios de WWF como 'Río y Riberas en torno a Doñana' o 'Caudales Ecológicos en la marisma del Parque Nacional de Doñana y su ámbito de influencia' reflejan que "al menos las dos terceras partes de los arroyos de la comarca se encuentran alterados, con ocupaciones de los márgenes del dominio público hidráulico y con eliminación de la vegetación de ribera".

"La inmensa mayoría de estas alteraciones se ha producido por malas prácticas agrícolas y ganaderas, como la ocupación de los márgenes y el sobrepastoreo de la vegetación de ribera, originando que los cauces de muchos arroyos se encuentren en estado crítico de colmatación", lamenta.

Por otro lado, subraya que la resolución que presentará ante el próximo Pleno de Participación, presidido por el expresidente del Gobierno Felipe González, insta a las administraciones públicas, en especial el MARM y a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, que pongan en marcha con carácter "inmediato" actuaciones como un estudio detallado de las zonas inundables en la cuenca de la Rocina que permita establecer la anchura de la franja de protección en torno a cada arroyo de la cuenca.

"ESPECIALMENTE PRIORITARIO"

Esto es "especialmente prioritario" para los arroyos de La Cañada y Don Gil. Asimismo, WWF pide Delimitar el Espacio Fluvial (DPH) de la cuenca de La Rocina, persiguiendo de esta forma la devolución al río de los terrenos próximos a los cauces ocupados por cultivos agrícolas. "La disponibilidad de espacio es un requisito básico para que el arroyo pueda cumplir sus funciones hidrológicas y ecológicas, evitándose los procesos erosivos, y recupere su conectividad l longitudinal y transversal", explica.

Para ello, según aclara, debe emplearse la ortofoto de 1956 para establecer un estado de referencia y fijar objetivos ambientales. Por otro lado, solicita el establecimiento de franjas de protección en los márgenes de los cauces, en la cabecera de los arroyos de Don Gil y de la Cañada; así como asegurar el espacio fluvial fijando una franja de protección de al menos 30 metros de anchura a cada lado del cauce.

En el último tramo del arroyo de la Cañada, que transcurre por la zona regable del Plan Almonte-Marismas, se debería preservar una franja protectora de entre 100 y 150 metros a cada lado del cauce para potenciar la función de filtro de nutrientes y sedimentos, ya que actualmente oscila en torno a 60 metros.

WWF también cree "básico" establecer bandas de vegetación protectoras entre los cultivos y los arroyos, utilizando para ello especies autóctonas como macrofitas, sauces y fresnos dispersos. En la zona más próxima a los cultivos es conveniente realizar una siembra de herbáceas de una anchura de entre ocho y diez metros.

Esta medida permitirá mejorar la calidad de las aguas al frenar la llegada de contaminación difusa procedente de los cultivos, favorecer la infiltración de las aguas, disminuyendo la escorrentía superficial que favorece los procesos erosivos, y con ello, la carga de sedimentos que fluyen hasta la marisma. Esta iniciativa es de especial interés en las zonas que presentan mayores procesos de erosión como el arroyo de las Vaquerizas y la cabecera del arroyo de Don Gil, según añade.