La reparación de fugas reduce el consumo de agua un 38% en 20 años
Jue, 08/09/2011
La combinación de las campañas de concienciación ciudadana y el mayor control de fugas en la red ha logrado en las últimas dos décadas que Valencia reduzca un 38% el consumo de agua potable. La concejala del Ciclo Integral del Agua, María Àngels Ramón-Llin, comentó ayer que el rendimiento ronda el 90%, mientras que la media en España se sitúa en un 75%.
La lucha contra las fugas en la red es uno de los mayores quebraderos de cabeza para la empresa que gestiona el abastecimiento, además del propio Ayuntamiento. Los equipos actuales, destacó la delegada, poseen hasta ultrasonidos para poder detectar con más exactitud por dónde se escapa el agua en el subsuelo. Estos aparatos, llamados prelocalizadores, son elementos fijos montados directamente sobre las tuberías y detectan posibles fugas o fisuras.
Este trabajo se completa con el correlator, que localiza el lugar exacto de la avería. «Permite hacer catas en el terreno de apenas un metro cuadrados, lo que reduce mucho el perjuicio al tráfico o los peatones, además de reducir los costes», subrayó Ramón-Llin.
Valencia fue una de las primeras ciudades españolas en disponer de una red doble de distribución de agua. La de alta incluye todo el caudal potabilizado para repartirlo a los usuarios, mientras que la de baja presión se abastece de agua de pozo, indicada para el riego de jardines y el baldeo de calles.
Las tuberías tienen una longitud de 1.400 kilómetros, según los datos facilitados por el Ayuntamiento. El pasado año, por citar el balance más cercano, los equipos revisaron 2.500 kilómetros a la búsqueda de fugas, es decir, casi pasaron dos veces por cada lugar.
El ahorro de agua desde 2007 ha sido de un 10% del caudal de entonces. En la última etapa influye también el descenso de la actividad económica, lo que afecta de manera directa al consumo. «Desde 2001 hacemos un estudio que permite valorar la vida útil de las tuberías y determinar cuáles son las prioritarias para que sean renovadas».
La concejala añadió que este verano se han producido obras de renovación de la red en el Ensanche, el Cabanyal y Ciutat Vella. «Esto es fundamental para llegar a la cifra de un 90%». La eficacia tiene un límite, debido a que parte del caudal no pasa por los contadores, aunque Valencia no ha llegado todavía a ese tope, comentó.
Un último instrumento es el nuevo sistema de información geográfica, que permite «conocer en tiempo real el estado de 1.400 kilómetros de tuberías, para repararlas en caso de necesidad».
Obras de reparación en una tubería de suministro de agua.
Pérdidas. En ocasiones, la presión del nivel freático es tan elevada que obliga a excavar un pozo para riego, como ocurrió junto al túnel del puente de las Artes.
Reparto. La decisión de abrir decenas de pozos para los parques y la limpieza de las calles fue fundamental para atajar los elevados consumos y empezar a reducir el porcentaje de pérdidas de miles de metros cúbicos anuales.