Irak.- El Gobierno denuncia que dentro de 15 o 20 años los iraquíes no tendrán acceso al agua potable
Jue, 22/09/2011
Los iraquíes podrían quedarse sin acceso al agua potable en un plazo de 15 o 20 años, si el país no consigue resolver su disputa sobre los recursos hídricos de la región con sus vecinos, según ha denunciado este miércoles el ministro de Agricultura, Izzedine al Dawla.
"Nuestra previsión es que después de 15 o 20 años la gente de las provincias se despertará sin encontrar agua segura para beber y para la agricultura en el Tigris y el Eufrates", ha dicho el ministro, en referencia a los dos principales ríos del país.
En la misma línea se ha pronunciado el viceprimer ministro iraquí, Ross Nouri Shawis, advirtiendo de que el acceso a estos recursos se complicará en los próximos años, si Bagdad no llega a un acuerdo con sus vecinos. "El problema crecerá en el futuro y se convertirá en un asunto vital para Irak y para el pueblo iraquí", ha aseverado.
En concreto, Shawis ha apuntado que el país necesitará unos 70.000 millones de metros cúbicos de agua anualmente hacia 2015, de los cuales solamente unos 44.000 millones de metros cúbicos estarán disponibles.
Irak denuncia que las presas hidroeléctricas y los sistemas de irrigación de Turquía, Irán y Siria han reducido significativamente el caudal del Eufrates y el Tigris. Desde la década de los sesenta, Bagdad trata de llegar a un acuerdo con estos países para garantizar su abastecimiento.
A la espera de que se consiga este consenso, Irak intenta modernizar sus sistemas de irrigación para maximizar el aprovechamiento del agua.
Desde hace dos décadas, el país se enfrenta a una dura sequía, que alcanzó su punto álgido en 2008 y que podría agravarse en los próximos tres años, debido al incremento de la población, la escasez de recursos hídricos y al rápido avance del proceso de desertificación.
"Nuestra previsión es que después de 15 o 20 años la gente de las provincias se despertará sin encontrar agua segura para beber y para la agricultura en el Tigris y el Eufrates", ha dicho el ministro, en referencia a los dos principales ríos del país.
En la misma línea se ha pronunciado el viceprimer ministro iraquí, Ross Nouri Shawis, advirtiendo de que el acceso a estos recursos se complicará en los próximos años, si Bagdad no llega a un acuerdo con sus vecinos. "El problema crecerá en el futuro y se convertirá en un asunto vital para Irak y para el pueblo iraquí", ha aseverado.
En concreto, Shawis ha apuntado que el país necesitará unos 70.000 millones de metros cúbicos de agua anualmente hacia 2015, de los cuales solamente unos 44.000 millones de metros cúbicos estarán disponibles.
Irak denuncia que las presas hidroeléctricas y los sistemas de irrigación de Turquía, Irán y Siria han reducido significativamente el caudal del Eufrates y el Tigris. Desde la década de los sesenta, Bagdad trata de llegar a un acuerdo con estos países para garantizar su abastecimiento.
A la espera de que se consiga este consenso, Irak intenta modernizar sus sistemas de irrigación para maximizar el aprovechamiento del agua.
Desde hace dos décadas, el país se enfrenta a una dura sequía, que alcanzó su punto álgido en 2008 y que podría agravarse en los próximos tres años, debido al incremento de la población, la escasez de recursos hídricos y al rápido avance del proceso de desertificación.