Detectan los primeros mejillones cebra adultos en el embalse de Urrúnaga
Jue, 29/09/2011
La Agencia Vasca del Agua ha detectado colonias de mejillón cebra formadas por ejemplares adultos en el embalse alavés de Urrúnaga, lo que confirma el avance de esta especie invasora en las masas de agua del País Vasco. Este pequeño molusco bivalvo que puede alcanzar unos tres centímetros de longitud fue detectado por primera vez el pasado junio en Urrúnaga. Tres meses después, la comisión de seguimiento de esta especie ha confirmado la existencia, en el pantano alavés, de ejemplares adultos.
Se trata de la primera fase en el asentamiento del mejillón y es previsible que las colonias crezcan en tamaño y se expandan a los hábitats aptos para su crecimiento, explican desde la sociedad pública vinculada al Gobierno vasco. Su presencia, que no entraña riesgos para la salud, es abundante en el río Ebro, mientras en el embalse de Ullibarri-Gamboa se han visto ejemplares larvarios, pero no adultos.
Posteriormente, la aparición de esta especie invasora en las aguas de la comunidad autónoma vasca propició la creación de una comisión para coordinar y realizar actuaciones dirigidas a reducir su impacto económico y en el medio ambiente. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, los costes económicos generados por este molusco ascendieron a nada menos que 11,6 millones de euros, entre los años 2005 y 2009.
Considerado como una de las diez especies más invasoras del mundo, es el causante de importantes daños no sólo en el medio ambiente que le rodea, sino también en las infraestructuras hidráulicas. Por ello, La Diputación, la Agencia Vasca del Agua y la Confederación Hidrográfica del Ebro vigilan tan de cerca sus movimientos.
Se trata de la primera fase en el asentamiento del mejillón y es previsible que las colonias crezcan en tamaño y se expandan a los hábitats aptos para su crecimiento, explican desde la sociedad pública vinculada al Gobierno vasco. Su presencia, que no entraña riesgos para la salud, es abundante en el río Ebro, mientras en el embalse de Ullibarri-Gamboa se han visto ejemplares larvarios, pero no adultos.
Posteriormente, la aparición de esta especie invasora en las aguas de la comunidad autónoma vasca propició la creación de una comisión para coordinar y realizar actuaciones dirigidas a reducir su impacto económico y en el medio ambiente. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, los costes económicos generados por este molusco ascendieron a nada menos que 11,6 millones de euros, entre los años 2005 y 2009.
Considerado como una de las diez especies más invasoras del mundo, es el causante de importantes daños no sólo en el medio ambiente que le rodea, sino también en las infraestructuras hidráulicas. Por ello, La Diputación, la Agencia Vasca del Agua y la Confederación Hidrográfica del Ebro vigilan tan de cerca sus movimientos.