El último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), publicado en 2007, prevé que la temperatura de media del planeta ascenderá entre 1,8 y 4 ºC para el año 2100 (tomando como referencia la temperatura media del periodo 1980-2000). Además, el nivel del mar subirá entre 18 y 59 centímetros, y aumentarán los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones.
Estas y otras consecuencias también afectarán a los recursos hídricos de Europa, que interactúan, a su vez, en un amplio espectro de ámbitos: económico, social, político... De este modo, el agua resulta vital para la salud pública, el medio ambiente, la biodiversidad, la industria y la navegación.
Es por ello por lo que resulta necesario adaptar la gestión de los recursos hídricos a los impactos esperados en el futuro, algo en lo que ya se trabaja a escala europea. Además del próximo "Green paper" sobre adaptación, se han desarrollado marcos regulatorios como la Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/60/EC) y propuestas legislativas para prevenir y controlar sequías.
Como se ha apuntado más arriba, las consecuencias del aumento global de las temperaturas sobre los recursos hídricos no solo se refieren al espectro puramente meteorológico, sino que también afectarán a la calidad del agua y del medio ambiente acuático. De forma somera, los principales riesgos afectan a:
Caudal de los ríos
La variaciones en el ciclo hidrológico de los ríos europeos vienen determinadas por el transcurso natural de las estaciones, que determinan las nevadas y lluvias. Según estudios llevados a cabo por la Agencia Europea del Medio Ambiente en 2004, el caudal de varios ríos centroeuropeos había aumentado en las últimas décadas, mientras que en otros, como los pertenecientes al sur de Europea, había disminuido. Se espera que estos bruscos cambios se agudicen con el tiempo, en especial en aquellos casos en los que el caudal decrece progresivamente.
Riadas y frecuencia de las avenidas
Durante el periodo 2002-2007, Europa ha sufrido alrededor de 100 graves inundaciones causadas por el desbordamiento de los cauces fluviales. Según un estudio, los periodos de sequía y lluvias torrenciales han sido más agudos durante la segunda mitad del siglo XX, lo que ha producido daños en individuos, propiedades, infraestructuras, terrenos agrícolas y en el medio ambiente. No obstante, este fenómeno no debe achacarse tan solo al cambio climático, ya que existen otros factores que contribuyen al mismo tales como la urbanización de terrenos rurales o los cambios en la gestión de los ríos.
Sequías y escasez de agua
Durante los últimos 30 años, Europa se ha visto afectada por varios episodios importantes de sequía, particularmente durante los años 1976, 1989-1991, 2003 y 2005. Los científicos todavía no se poner de acuerdo a la hora de juzgar si se trata de simples tendencias, o bien obedecen a los efectos del cambio climático. La principal causa de las sequías, sin duda, es la disminución de las lluvias y las variaciones en las avenidas de los ríos. Los modelos que estudian el cambio climático predicen periodos de sequía mayores y más prolongados durante los meses de verano, que se verán agravados por la mayor demanda de agua debido al incremento de las temperaturas, especialmente en el sur de Europa. La falta de lluvias también afecta a las reservas de aguas subterráneas, que representan un papel esencial en el ciclo hidrológico.
Calidad del agua
El clima influye también en la calidad del agua, afectando incluso a sus parámetros físico-químicos. El aumento de la temperatura del aire se refleja también en un incremento de la temperatura del agua, que ronda entre 1 y 3ºC. Algunos de los cambios más preocupantes previstos son: reducción del contenido de oxígeno del agua, alteraciones en el hábitat y la distribución de los organismos acuáticos, condiciones bacteriológicas, cambios en la estratificación, menor formación de hielo, alteraciones en el ciclo de nutrientes y floración de algas.
Impactos socio-económicos
Todos los posibles cambios señalados anteriormente afectarían a numerosas actividades sociales y/o económicos que dependen, de un modo u otro, del agua. Algunas estimaciones de la Comisión Europea valoran en 85 billones de euros los daños ocasionados por las sequías durante los últimos 30 años, que afectan de manera muy significativa a la agricultura, donde muchos cultivos han de ser desplazados hacia el norte o, simplemente, abandonados. Otros efectos se dan en las actividades recreativas en ríos y lagos, en el suministro de agua potable a las poblaciones, en la generación de electricidad o en la navegación fluvial.
Climate change and water adaptation issues (inglés, PDF) - Editado en 2007 por la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA)
Impacts of Europe's changing climate (inglés, PDF) - Editado en 2007 por la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA)
Evidence for intensification of the global water cycle: review and synthesis (inglés, HTML) - Artículo de T.G. Huntington publicado en el número 319 de Journal of Hydrology